El 13 de noviembre de 2022, Wagner capturaba la fábrica de Sinyat y avanzan hacia el centro de la estratégica ciudad de Bakhmut. Los mimebros de la PMC habían tomado pueblos y ciudades en su camino a la población llegando allí la semana pasada y ahora combaten camino al centro. La incursión al centro comenzó ayer por la noche cuando rompieron la línea de defensa de la 71ª Brigada de Ucrania y ocuparon la fábrica de Siniat en el sector este.
El 29 de noviembre de 2022 se difundían varias fotos de la batalla de Bakhmut (región de Donetsk), unas imágenes que parecen sacadas de las guerras del siglo XX y que ilustran muy bien en qué se ha convertido este punto de la línea de contacto entre los beligerantes ucranianos y rusos: una batalla más propia de la Primera Guerra Mundial que de los conflictos del siglo XXI.
Sergei Surovikin el revulsivo de Rusia en Ucrania
El 12 de septiembre de 2022, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, confirmó que Rusia se estaba retirando de sus posiciones en Járkov. El 6 de septiembre de 2022, Ucrania lanzaba una ofensiva a gran escala entre el norte de Donetsk y el sur de Járkov. La operación se ponía justo en marcha, luego de lanzar una operación señuelo en Kherson. Tres días después del inicio de la ofensiva, el 9 de septiembre, las fuerzas ucranianas habían tomado ya más de 1.000 kilómetros cuadrados de territorio dominado por Rusia.
«Proponemos trasladar la defensa a la orilla izquierda del río Dniéper»
Dijo el jefe de la agrupación de fuerzas que combaten en Ucrania, el general Sergey Surovikin, al informar al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, del repliegue. Abandonan la zona 40 días después de aprobar la anexión junto a las regiones de Lugansk, Donetsk y Zaporiyia. Kadirov, el jefe de Chechenia y Prigozhin, líder de Wagner han apoyado la decisión de Surovikin de retirarse de la ciudad de Jersón. Anteriormente habían sido muy críticos con la retiradas rusas en Jarkov y Limán.
El baño de realidad de Serguéi Surovikin al Kremlin
Rusia, con el mapa sobre la mesa, tenía muy complicado mantener el control de Jersón en el tiempo, tal como venían avisando los expertos. Surovikin, que asumió a principios de octubre el mando de todas las tropas rusas en Ucrania. «No es una decisión fácil», reconoció, aunque subrayó que «la prioridad para Moscú es proteger la vida de civiles y militares.» En cuanto a las cifras, estimó en más de 115.000 los habitantes de la orilla derecha de la región que han sido evacuados de la zona de combate.
Surovikin y la «trampa de invierno» y «tierra quemada» de Járkov y ahora en Kherson
«Cuidar a los soldados, fortificar el avance y usar el trabajo aéreo». Serguéi Surovikin dio orden de desplazar a la población, fortificar el territorio, posicionar artillería, destruir infraestructuras en retirada y esperar que el frío y la estrategia del terror hagan su trabajo. Al final ha creado lo mismo a lo que se enfrentan sus tropas en Donetsk.
La amenaza continua de Bielorrusia y los ataques a infraestructuras: desmoralización en Kiev
La ofensiva con drones de manera periódica sobre infraestructuras civiles, sumado a un vecino que amaga con atacarte, es la estrategia de Rusia para doblegar a Ucrania en el norte, y liberar tropas del sur. Ante una contraofensiva ucraniana que avanzó con grandes costes sobre las fuerzas rusas en Járkov, el Kremlin apuesta por el desgaste mental y la desmoralización.
Desmoralización: invierno, drones y Bielorrusia
Los ataques de este lunes son otro indicativo de la presunta estrategia de Rusia para atemorizar y desmoralizar Kiev, apuntando contra los centros que proveen energía en el país a pocos meses de que empiece el invierno. Las ofensivas con drones, que provienen supuestamente de Irán, han provocado miedo y destrucción en la capital ucraniana, que no había atacado en los últimos meses y había retomado una parte de su actividad cotidiana. Ahora esta se ha parado y miles de ucranianos han escapado de la capital.
Bielorrusia
Otra parte de esta estrategia pasa por meter a Bielorrusia en la ecuación del miedo. Este domingo llegaron cerca de 9.000 soldados reservistas rusos a la frontera ucraniana con Bielorrusia como parte del acuerdo para proteger las fronteras. El acuerdo entre Putin y Lukashenko del pasado lunes convierte a Bielorrusia en un país con mucha más relevancia en esta guerra. «Díganle al presidente de Ucrania y a los otros locos que lo del puente de Crimea les parecerán flores si tocan un solo metro de nuestro territorio con sus sucias manos», dijo Alexander Lukashenko el pasado 10 de octubre.
Una vez que los frentes laterales se estaban fijando, enfila Donetsk: Bakhmut, llave del Dombás
Bakhmut aguanta desde mayo como uno de los principales objetivos del avance ruso en el este. La ciudad, de unos 70.000 habitantes antes de la invasión, es un nódulo de comunicaciones de carreteras y autopistas que permiten el avance y suministros hacia Sloviansk (norte) y Kramatorsk (oeste, capital administrativa del ‘óblast’ de Donetsk controlado por Ucrania). Con la intención clara de salvar Kramatorsk, las fuerzas ucranianas establecieron sus líneas de defensa en Bakhmut, reforzando la posición como pocas en un frente muy cambiante. Sin embargo, la presión constante está empezando a tener sus frutos.
Bakhmut, ciudad clave en la narrativa de Rusia y Ucrania
Es en Bakhmut donde tanto Kiev como Moscú se juegan, además de la militar, la batalla del espíritu y el ‘momentum’. Manteniendo el control de Bakhmut, Kiev alimenta la narrativa de que Rusia solo acumula pérdidas y que ha perdido la capacidad de ofensiva en Ucrania, mientras que para Moscú una victoria tan clave en el este le daría fuerzas reforzadas en su mensaje en defensa de la «operación militar especial». En las últimas semanas, Rusia ha logrado ganancias progresivas en la zona e, incluso, ha llegado a anunciar el control de los barrios periféricos de la ciudad o luchas en el centro de la localidad.
Para Rusia, sus avances sobre Bakhmut tienen ciertas implicaciones. Desde principios de agosto, el frente se ha visto reforzado por nuevos contingentes de mercenarios Wagner, según coinciden fuentes occidentales y rusas.
Wagner
El Grupo Wagner es una organización paramilitar de origen ruso estructurada como una empresa militar que actúa bajo las órdenes del Kremlin en sus intereses por el mundo. Es utilizado como brazo de apoyo en conflictos donde Rusia está comprometida o involucrada, y se le suele asignar el trabajo que para un ejército supondría saltarse los códigos militares. Se presume que el Grupo Wagner operó por primera vez en Crimea en 2014, creado para colaborar con las fuerzas prorrusa de las autodenominadas Repúblicas de Lugansk y Donetsk. La organización paramilitar, comandada por Dmitry Utkin y organizada por Yevgeniy Prigozhin, uno de los hombres de confianza de Vladímir Putin, está asociada con crímenes en los lugares donde opera.
Yevgeny Prigozhin
Ante la «incapacidad» de las tropas clásicas rusas o incluso sus aliados de la autoproclamada República Popular del Donetsk (DPR), capturar Bakhmut ofrecería al líder del grupo de mercenarios, Yevgeny Prigozhin, una suerte de ventaja política como un trofeo militar. Prigozhin ha criticado en numerosas ocasiones el pobre desempeño del Ejército ruso.
Éxitos de Wagner
Una victoria en Bakhmut le daría un importante barniz como candidato a buenos puestos o jugosos contratos en la estructura del Kremlin. Ya le funcionó con la captura de Popasna (Lugansk) en mayo, que según blogueros militares prorrusos le valió una medalla de Héroe de Rusia. En una reciente entrevista, Prigozhin afirmó que los mercenarios de Wagner estaban llevando casi en solitario el asalto a Bakhmut y calificó la situación de «difícil».
¿Cómo ha conseguido Ucrania ralentizar el avance de Rusia en el Dombás?
Fortificaciones y preparación
El este del país se fue «bunkerizando» desde el inicio de las hostilidades en el Dombás en 2014, lo que ha sido una de las claves de la resistencia ucraniana. También se debe apuntar la experiencia de los soldados ucranianos, como se ha visto en Mariúpol, que llevan resistiendo más de 50 días de bombardeos y ataques continuos. Muchas de estas tropas llevan en la guerra de baja intensidad en el Dombás desde 2015. La guerra de guerrillas es una estrategia militar en la que pequeños grupos de combatientes, a menudo paramilitares, utilizan ataques móviles a pequeña escala contra un enemigo mayor, con el objetivo de debilitarlo o vencerlo mediante una guerra de desgaste. Y estas tropas saben, por experiencia, luchar en un conflicto de este tipo.
Inteligencia extranjera
Una vez que la Inteligencia aliada había garantizado la vida de Zelenski y la creación de su figura de líder, llegaba el campo de batalla. No conocemos el momento del posicionamiento de los servicios de Inteligencia aliados en Ucrania de manera general, pero mínimo desde antes de los sucesos del Euromaidan. Se cree que estos servicios colaboraron con las revueltas proeuropeas en el país y desde ese año su despliegue es generalizado en Ucrania. De la misma manera que se presume que Rusia ha estado preparando la invasión desde 2014, los servicios de Inteligencia aliados también han estado posicionados en el territorio. Serían los responsables de haber introducido miles de armas, financiación y formación a las Fuerzas Armadas Ucranianas desde 2014.
Además, se cree que la CIA, el MI6 y el Mosad, principalmente, han puesto a disposición de la defensa de Ucrania su red de satélites. Sumado a la colaboración para introducir armamento de primer nivel como drones o el transporte de unidades de élite a Ucrania, desde otros conflictos. La combinación de la Inteligencia aliada, satélites, armas antitanque y drones ha posibilitado al ejército ucraniano generar una serie de daños y costes inasumibles en el tiempo para Rusia, en un frente tan amplio. Lo que ha llevado al kremlin a centrarse en el Dombás, su objetivo mínimo.
Armas, voluntarios, mercenarios y paramilitares
Otra de las claves de la defensa ucraniana es la llegada de armas, voluntarios, mercenarios y paramilitares. La acumulación de peticiones de combatientes extranjeros a la Legión Extranjera de Ucrania es tal, que han podido hacer procesos de selección eligiendo aquellos con mayor experiencia y descartando el resto. Hablamos, posiblemente, de más de 50.000 tropas que han sido armados y desplegados en el combate. Se cree que la mayoría de ellos están en Donetsk, donde se espera la parte más dura de la ofensiva.
Si a este gran número de refuerzos, se le suma la continua llegada de armamento de más de 30 países, explican parte del freno a la ofensiva rusa. Debemos recordar que el gobierno ucraniano ha insistido en la necesidad de «armas, armas y más armas». Si los aliados de Ucrania son capaces de sumistrar las armas suficientes, el kremlin no podrá tomar el Dombás. Debemos entender por mucha capacidad que tenga el ejército ruso, no puede competir con la continua llegada de armamento de decenas de países. Al daño que generan al ejército ruso se suma la capacidad de reponerlo antes que la propia Rusia, y esta circunstancia, en el tiempo, puede darle la victoria a Kiev. EEUU y Ucrania lo saben y por eso han puesto en marcha el Grupo Consultivo de Defensa de Ucrania, su objetivo, dotar a Ucrania de las armas y la cantidad necesaria.
Sergei Surovikin y la estrategia a seguir para tomar Bakhmut, Alepo, Mariúpol…
Wagner capturaba la fábrica de Sinyat y avanzan hacia el centro de la estratégica ciudad de Bakhmut el 13 de diciembre. La incursión al centro comenzó ayer por la noche cuando rompieron la línea de defensa de la 71ª Brigada de Ucrania y ocuparon la fábrica de Siniat en el sector este. Wagner está utilizando la fábrica como cabeza de puente para una mayor infiltración en el centro de la ciudad. Sus unidades avanzaron a lo largo de la avenida Pervomaysky hasta la intersección con la calle Dobrolyubova.
Feroces combates, Ucrania envía grandes cantidades de reservas
Los feroces combates callejeros que tienen lugar en este momento y un mayor avance de los rusos serán sangrientos porque dentro de la ciudad hay más de 30,000 soldados y mercenarios ucranianos. Parece que los rusos quieren despejar el sector este de la ciudad y establecer sus propias líneas de defensa y, al mismo tiempo, continuar cercándolo desde el norte y el sur para cortar cualquier línea existente de suministro a los ucranianos. Su plan recuerda mucho a la batalla de Alepo en Siria, que fue planeado por Sergei Surovikin, el actual comandante de las fuerzas rusas en Ucrania.
Mariúpol
El kremlin tenía claro desde el inicio de la guerra, el 24 de febrero, que Mariúpol debía tomarse a cualquier precio. Moscú esperaba que una rápida caída de Mariúpol, posibilitara la ayuda de las tropas rusas encargadas de la ciudad, sobre el Dombás. Esto implicaría rodear el territorio y acelerar la toma de Lugansk y Donetsk. Si conseguían esto rápido, podrían ir en la ayuda del sitio de Kiev, tomando todo el este de Ucrania a su paso, pero la resistencia en Mariúpol, se cree que cambió todo. La experiencia en batallas urbanas nos dicen que hacen falta un mínimo de 5 hombres por cada defensor. Debemos entender que Mariúpol estaba fortificada debido a su cercanía al Dombás, desde la guerra que se inició en 2014, además de ser el centro de operaciones del Batallón Azov.
Paso a paso, Rusia fue cortando sus rutas de suministro y rodeando a los defensores hasta su rendición.
Severodonetsk
El 9 de junio de 2022, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski mandaba un claro mensaje «la brutal batalla por la ciudad de Severodonetsk, en el este de Ucrania, determinará el destino de la región de Donbass».
La toma de Severodonetsk y Lisichansk permitiría al Ejército ruso alcanzar la frontera administrativa de la región, uno de los objetivos bélicos proclamados por el Kremlin. Severodonetsk y la vecina Lisichansk, son las últimas poblaciones relevantes, bajo control de Kiev, en el óblast de Lugansk. Si Rusia toma estas ciudades, pasará a controlar la totalidad de la región y podrá concentrar la mayoría de sus tropas desplegadas en el Dombás, en dirección a Donetsk. Esta situación podría desmantelar el frente ucraniano, de tomarlas, el ejército ruso penetraría en el centro del óblast homónimo. Daría la oportunidad a Moscú de atacar la retaguardia ucraniana en diversos puntos, logrando una pinza sobre determinadas posiciones de Kiev en el Dombás.
El mensaje de ayer de que el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Zaluzhny,
Recomendó a Zelensky que abandonara Artemovsk (Bajmut). Esta batalla se desarrolla de acuerdo con el escenario de la batalla de verano por la aglomeración de Lisichansk-Severodonetsk, y las pérdidas que sufren las tropas del régimen de Kiev están más allá de los límites (incluso según los voluntarios ucranianos, son más altas que esas mismas batallas de verano). Tres brigadas de las Fuerzas Armadas de Ucrania fueron retiradas para reabastecimiento, siendo reemplazadas por unidades frescas que llegaron desde las direcciones de Kherson y Zaporozhye.
Rusia está centrada en Bakhmut porque la ciudad sería la llave para conseguir el control de Donetsk y todo el este de Ucrania, además del valor simbólico que supone ganar la batalla.
Los combates en Bakhmut están siendo especialmente duros y sangrientos, para el grupo Wagner el objetivo es, además de tomar la ciudad, la destrucción total de las tropas ucranianas.