La noche del 12 de septiembre de 2022, volvía la guerra intermitente entre Azerbaiyán y Armenia. Nikol Pashinyan, actual primer ministro de Armenia, mantuvo una conversación telefónica con Vladímir Putin en relación con la escalada en la frontera con Azerbaiyán, «necesitamos una respuesta adecuada de la comunidad internacional». Los combates han vuelto a emerger en un momento militar preocupante en Kharkiv para Vladímir Putin, se ha interpretado como un posible mensaje sobre la debilidad del Kremlin. La implicación rusa en el conflicto es total, y supone otro quebradero de cabeza en el peor momento.
Esta situación de debilidad de Moscú, es aprovechada por Turquía para intentar extender la «Unión Túrquica», la Organización de los Estados Turcos. La propuesta de afiliación étnica de Turquía para los Estados de habla túrquica de Asia Central: la Organización de los Estados Turcos (OTS, por sus siglas en inglés), fundada hace ya más de 13 años por Azerbaiyán, Kazajistán, Kirguistán y Turquía con el objetivo de promover una cooperación integral entre sus Estados miembro. Una especie de Unión Europea turco parlante en los territorios centrales del continente asiático.
Organización de los Estados Turcos(OET)
La Organización de Estados Turcos, es una organización internacional intergubernamental fundada en 2009 entre Azerbaiyán, Kazajistán, Kirguistán y Turquía. El establecimiento del Consejo fue decidido en las Cumbres de Países Turcoparlantes que se vinieron realizando desde 1992. Nursultan Nazarbayev, presidente de Kazajistán, fue el padre de esta idea, proponiéndola en la cumbre de 1996. El paso decisivo fue dado en la IX Cumbre realizada en la ciudad de Najicheván, capital de la república autónoma homónima de Azerbaiyán, por lo que el acuerdo firmado en dicha ciudad el 3 de octubre de 2009 se conoce como el Acuerdo de Najicheván.
Origen OET
El proyecto de crear un centro de poder turco en la región asiática se remonta hasta la época del difunto presidente otomano, Turgut Özal, que ostentó el liderazgo del país entre 1989 y 1993. En este sentido, y respaldado por un histórico posicionamiento regional a favor de la independencia de los países de Asia Central, el propósito de Özal se centraba en la extensión del soft power turco –que se serviría de las afinidades lingüísticas, étnicas y culturales–, para construir y consolidar sus relaciones políticas y comerciales con las potencias de la región.
Miembros OET
La organización se conforma de cinco Estados miembro de pleno derecho (Azerbaiyán, Kazajistán, Kirguistán, Turquía y Uzbekistán) y dos observadores (Turkmenistán y Hungría, a través del cual espera desarrollar importantes relaciones con los países europeos). En 2018, Hungría se convirtió en un estado observador de la organización. Uzbekistán por su parte, anunció su intención de ser miembro de pleno derecho, acto que se hizo oficial en la cumbre del Consejo en Biskek (Kirguistán) el 12 de septiembre de 2019. Otros Estados turcos y túrquicos como la República Turca del Norte de Chipre (no reconocida internacionalmente) o Turkmenistán no son miembros del Consejo.
Hasta el mes de julio de este 2022, cerca de 15 países han expresado su interés en unirse a la OTS en calidad de observadores, a los que se suman los que han pretendido ya convertirse en Estados miembros.
Recursos y materias primas
Debido a la importante presencia de recursos naturales, fuentes energéticas, y modernas infraestructuras y conexiones logísticas desde los territorios de la OTS hacia la Unión Europea y China, cada vez más miradas internacionales parecen girarse hacia la organización. El desarrollo de rutas de transporte para la exportación, y de corredores energéticos que atraviesen el Mar Caspio desde Asia Central, son para la Organización de los Estados Turcos algunas de las cuestiones prioritarias.
Lo que ha permitido a sus países miembro recibir grandes inversiones en materia de infraestructura y dibujar sobre sus territorios algunas de las conexiones de exportación de energía más relevantes de todo el globo, especialmente en lo que respecta a los movimientos de exportación regionales –como sucedió, por ejemplo, con la desviación de la ruta del gasoducto Trans-Caspio, a través de Turkmenistán.
“Visión del Mundo Turco–2040” (“Turkish World View–2040”)
En la última reunión de la OTS, se ratificó el documento: “Visión del Mundo Turco–2040” (“Turkish World View–2040”), dejando entrever la primacía del poder de Ankara en el seno del grupo. El interés de Ankara en este proyecto, como plataforma para fortalecer su influencia en la región, parece innegable. Convertirse en una “nueva realidad geopolítica” en todo el territorio euroasiático, han concluido los expertos internacionales. Algo que beneficiaría a Turquía en tanto que “puerta de entrada” a este mundo turco, y punto de enlace común entre Europa, Asia Central, e, incluso, Rusia, en el campo del comercio de hidrocarburos. Ankara busca ser líder del mundo turco.
Crisis económica, elecciones en Turquía y nuevo «Imperio Turco»
El ansia expansionista de Recep Tayyip Erdogan no coge a nadie por sorpresa, el presidente de Turquía ha vuelto a recuperar, desde un tiempo atrás, el discurso sobre el gran Imperio Otomano. El país euroasiático ha ido desligándose de políticas moderadas, hasta convertirse en uno de los grandes operadores de la región. La fama que ha cogido la industria militar de Turquía, especialmente gracias al uso de sus drones Bayraktar TB2, es un ejemplo del discurso nacionalista y expansionista que acompaña al gobierno turco.
Pero no es casual, el país sufre una grave crisis económica con una inflación que supera el 80% anual y en el 2023 hay elecciones. Ante el aumento del descontento social, Erdoğan está regando de nacionalismo el país, con el objetivo de que el pueblo haga valer su odio contra el vecino por encima de sus problemas económicos. Pero las palabras amenazantes de Recep Tayyip Erdogan no deben ser obviadas teniendo en cuenta que Turquía ya ha pasado de las palabras a la acción en otras situaciones y escenario.
Turquía, mercenarios y como extender su influencia
Tras el estallido de la Segunda guerra del Alto Karabaj, conflicto que enfrentaba a las fuerzas armadas de Azerbaiyán contra Armenia en dicha región, Turquía junto con otros países como Afganistán y Pakistán, mostraron su apoyo a Azerbaiyán. Sin embargo, Turquía dio un paso más allá en el conflicto proporcionando un amplio apoyo militar y humano. En este aspecto, los informes de la ONU criticando el papel de Turquía en la contienda no tardaron en llegar tras diversas afirmaciones que acusaban al país otomano de proporcionar mercenarios procedentes de Siria, entre los que se podrían encontrar yihadistas.
Alto Karabaj: Turquía ayuda a Azerbaiyán a abrir un corredor en Armenia para conectar el mundo turco con Ankara
El primer ministro armenio ha hecho público que Azerbaiyán exige un corredor que una las dos partes del país, actualmente separadas por una lengua territorial de Armenia, que se extiende hasta la frontera con Irán. Ereván no tiene ninguna intención de aceptar esa reclamación. Detrás de la petición, se sospecha que está Turquía, en busca de un corredor que una el mundo túrquico.
La ayuda de Turquía a Kirguizistán frente a Tayikistán
El gobierno kirguizo declaró el 16 de septiembre de 2022 el estado de emergencia en la región de Batken y Taken ante los combates cercanos. Ambos países se acusan mutuamente de la agresión, mientras se sospecha que Ankara presiona al gobierno kirguizo para tomar nuevo territorio rico en minerales.
Chipre del Norte, operación Atila2728 (“Operación de Mantenimiento de la Paz”)
El 15 de julio de 1974 se efectúa en la isla un golpe de Estado contra el gobierno de Makarios. Este fue liderado por un grupo de militares griegos y grecochipriotas con la intención de revivir la enosis. El mismo contaba con el respaldo de la denominada “Dictadura de los Coroneles” que gobernaba Grecia entre los años 1967 y 1974. Esto alarmó a Turquía que temía por la minoría turcochipriota que se había comprometido a defender por el tratado de garantías que había dado origen al estado chipriota. Por ello, llevó a cabo una masiva invasión2 del sector norte de Chipre a través de la denominada Operación Atila2728 (también denominada por los turcos “Operación de Mantenimiento de la Paz”).
El 37 % de territorio quedó en manos turcas y, entre 140 000 y 160 000 grecochipriotas tuvieron que huir de la parte norte de la isla. Desde entonces, los grecochipriotas reclaman la posibilidad de retorno de los refugiados a sus tierras y a sus propiedades. Turquía, por su parte, respondió con la proclamación en 1975 del “Estado Federado Turco de Chipre” y en noviembre de 1983 con una declaración de independencia que convirtió al norte del país en la República Turca del Norte de Chipre (RTNC), con Rauf Denktash como presidente.
Siria
El 24 de mayo de 2022, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunciaba que retomaría las intervenciones militares en el norte de Siria. Turquía volvía a señalar la presencia de milicias kurdas, y la necesidad de crear una “zona de seguridad” en la frontera con Siria. La decisión se produjo en plena crisis por el bloqueo de Ankara a la entrada de Suecia y Finlandia a la OTAN, a quienes acusa de apoyar el terrorismo. Turquía quería volver a penetrar en territorio sirio a través de la frontera entre ambas naciones, argumentando la persecución de elementos kurdos a los que Ankara apunta como terroristas por llevar a cabo presuntos ataques en el sur del territorio turco.
El Ejército otomano se posicionó en el norte del territorio sirio instaurando una franja de seguridad en el marco de la guerra que libran el Gobierno sirio dirigido por el presidente Bachar al-Asad, apoyado por Rusia, contra la oposición que busca acabar con el régimen sirio y dentro de la cual se encuentran formaciones como las Fuerzas Democráticas de Siria y elementos kurdo-sirios, que en su día ayudaron a acabar con Daesh en territorio sirio con la ayuda de Estados Unidos, país que acabó abandonando el terreno dejando abandonados a los aliados kurdo-sirios y propiciando la ocupación de territorio por parte de Rusia, gran socio del régimen de Al-Asad. El Estado sirio argumenta la continuidad de la guerra civil por el objetivo de acabar con elementos terroristas yihadistas refugiados en el último bastión de Idlib.
Libia y otro países de África
Turquía también tomó parte en la guerra civil de Libia apoyando al anterior Gobierno de Unidad Nacional de Fayez al-Sarraj, radicado en Trípoli y apoyado por la ONU y otras naciones como Qatar e Italia, que se enfrentó al Ejército Nacional libio dirigido por el mariscal Jalifa Haftar y apoyado por naciones como la propia Rusia, Emiratos Árabes Unidos o Francia y que cuenta como aliado con el otro Ejecutivo oriental de Tobruk, enfrentado al poder tripolitano. Diversos analistas señalaron al país turco por enviar a Libia mercenarios procedentes de Siria para apoyar a las milicias de Al-Sarraj ante su relevancia geoestratégica y sus reservas de petróleo.
Además, de la extensión de sus influencias en países africanos cercanos al Islam.
Las aguas, aires e Islas del Egeo, discordia entre Grecia y Turquía
El Gobierno de Grecia remitió el 8 de septiembre de 2022 sendas cartas a la OTAN, la ONU y la Unión Europea para advertirles de la retórica «extremadamente agresiva» de Turquía, en una petición de apoyo explícito tras los avisos velados del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de una potencial acción militar en la zona. El pasado 29 de agosto de 2022 Ankara acusó a Atenas de haber situado a sus F-16 en el mar Egeo en el visor de los sistemas antiaéreos S-300, considerándolo una «acción hostil» tipificada en los acuerdos de la OTAN, a la que pertenecen ambos países.
El conflicto abarca 18 islas y numerosos islotes en el oeste y suroeste del mar Egeo, que distan entre 2 y 100 kilómetros de las costas turcas, entre ellas Lesbos, Quíos, Samos, Icaria en el norte y Cos, Leros, Rodas y el resto del Dodecaneso más al sur, así como la pequeña Kastelórizo en la costa mediterránea frente a la ciudad turca de Kas.
¿Está perdiendo Rusia influencia?
El ataque azerí sobre posiciones militares armenias puede evidenciar las costuras del fin de la influencia rusa más allá de sus fronteras. El hecho que Azerbaiyán se haya atrevido a bombardear posiciones armenias, cuando el país tiene acuerdos de asistencia de defensa mutua con Moscú, demuestra que la credibilidad rusa está por los suelos.
Cáucaso: Azerbaiyán distribuidor de gas a Europa
Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, únicamente Armenia ha mantenido las mismas relaciones cordiales con Rusia. En el caso azerí, el peso de la diplomacia británica a través de la empresa British Petroleum (BP), quien tiene multitud de pozos petrolíferos y gasísticos en Azerbaiyán, ha situado el país cada vez más próximo a Europa. Incluso Ursula Von der Leyen situó a Bakú como un aliado preferencial.
Georgia se acercan a la OTAN mientras evita el paso de gas por Rusia
Georgia también están colaborando con Turquía para desarrollar una infraestructura energética desde el Caspio hasta la Unión Europea que no pase por Rusia, como tampoco por ninguna área de influencia rusa. La mejora de relaciones entre la OTAN y Georgia también demuestran que Rusia está perdiendo mucha influencia en el Cáucaso.
Osetia del Sur
A pesar de que el territorio georgiano de Osetia del Sur está de facto supeditado a Moscú, pues es territorio georgiano bajo ocupación militar rusa, su autoproclamado gobierno echó para atrás el referéndum de anexión con el cambio de gobierno. Un referéndum de anexión que prometieron mil veces que harían, pero que finalmente, debido a la situación en la que se encontraba Rusia, decidieron no hacer.
Asia Central
Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán son cuatro repúblicas que históricamente, junto con Kazajistán, se encontraban dentro de la esfera de influencia soviética, y después de la caída de la URSS entraron a formar parte de la esfera rusa. Pero la invasión rusa de Ucrania ha hecho que poco a poco se vayan desvinculando de ella. En algunos casos, los movimientos empezaron en 2014 con la invasión de Crimea. La dependencia económica de estos países ha ido virando de Rusia a China, y también ha crecido la influencia de Turquía.
La desaparición económica de Rusia como consecuencia de las sanciones ha provocado que bajo la reivindicación de la unidad túrquica, agenda promovida por Erdogan, se hayan estrechado los vínculos entre estos países y Ankara. Como también China, a través de la Franja y la Ruta, haya incrementado su presencia, mientras que la rusa va disminuyendo.
Kazajistán
En 2019 el presidente Kassym-Jomart Tokayev subió al poder, sustituyendo a Nursultan Nazarbayev, firme aliado de Moscú. A pesar de su línea continuista, quien incluso en enero de 2022 pidió ayuda a Rusia para reprimir las protestas, con la invasión rusa de Ucrania su estrategia diplomática cambió. Cada vez se ha ido distanciando de las políticas de Rusia, incluso hasta el punto de que se han organizado ejercicios militares en caso de una posible invasión rusa. También se ha reformado la Constitución kazaja, incrementando el rol del kazajo sobre el ruso, entre otras cosas. A nivel económico han tomado medidas para no verse afectados por las sanciones a Rusia, e incluso han restringido la exportación de recursos naturales al país vecino.
Moldavia
En Moldavia existe la República Moldava Pridnestroviana, o República de Transnistria. Una autoproclamada república bajo el amparo de Moscú que surgió en 1990, declarándose independiente de Moldavia. A pesar de que muchos la consideran una especie de “Gibraltar ruso” en medio del sur de Europa, siempre ha tenido especial relevancia para su política doméstica porque no se podía acercar a la Unión Europea o a la OTAN. Como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania, y el temor a ser los siguientes en ser ocupados, Moldavia ha roto su histórica neutralidad hacia la Unión Europea.
Turquía juega bien sus cartas. Por un lado está intentando aprovechar la debilidad actual de Rusia para extender la OET, mientras se acerca estratégicamente a Moscú después de haber enviado ayuda a Ucrania al inicio de la guerra.