El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, alertaba el 18 de mayo de 2022 desde la sede de la ONU en Nueva York, sobre el «imparable» número de personas que sufren hambre en el mundo. Durante una reunión ministerial convocada para buscar la seguridad alimentaria mundial, António Guterres recordó un dato. En solo dos años, el número de personas con inseguridad alimentaria grave se ha duplicado, pasando de 135 millones antes de la pandemia a 276 millones en la actualidad. “Más de medio millón de personas viven en condiciones de hambruna, un aumento de más del 500% desde 2016”, añadió el titular de la ONU. Y señaló que la situación se hacía más dramática en el Sahel o el Cuerno de África, siendo el centro del terrorismo yihadista mundial.
El 25 de mayo de 2022, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró que Rusia estaba dispuesta a negociar el bloqueo para sacar el grano y otros alimentos almacenados en Ucrania. Además, dijo que pese a las sanciones que le ha impuesto Occidente por su campaña militar en Ucrania, seguirá ayudando a los países de África. «Sabemos que los países de África están entre los más vulnerables desde el punto de visa de la seguridad alimentaria. Parte de los estados del continente dependen críticamente de las importaciones de producciones agropecuarias procedentes de Rusia», recordó. Pero aprovecho para mandar un mensaje a Occidente, de por donde vendrían las exigencias, para levantar el bloqueo.
El mensaje del Kremlin a Occidente
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aprovechó las declaraciones para mandar un mensaje. Rusia continuará ayudando a los países de África pese a las sanciones impuestas por Occidente, e instó a las naciones africanas a exigir la derogación de las mismas. «A nuestros amigos, a la Unión Africana (UA), que exijan insistentemente a Occidente la derogación de las ilegales sanciones unilaterales que socavan la infraestructura logística y de transporte necesario para el comercio mundial». Moscú manda un mensaje a Occidente, habrá un posible acuerdo sobre los puertos, al levantar las sanciones occidentales.
Seguridad alimentaria mundial
La Seguridad Alimentaria Mundial se refiere a la disponibilidad suficiente y estable de alimentos, el acceso y el consumo oportuno y permanente de los mismos en cantidad, calidad e inocuidad por parte de todas las personas, bajo condiciones que permitan su adecuada utilización biológica, para llevar una vida saludable y activa. El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2019 de la FAO, se estima que un total de 2.000 millones de personas en el mundo experimentan algún nivel de inseguridad alimentaria.
Incluso en América Septentrional y en Europa, donde se calcula que el 8 % de la población, pero tras el Covid y la crisis energética, la cifra estaría cerca de doblarse. Los niveles de seguridad alimentaria son los siguientes. Inseguridad alimentaria leve. Se produce cuando existe incertidumbre acerca de la capacidad para obtener alimentos. Inseguridad alimentaria moderada. Cuando la calidad de los alimentos y su variedad se ve comprometida o se reduce drásticamente la cantidad ingerida o, directamente, se saltan comidas. Inseguridad alimentaria grave. Se llega a este punto cuando no se consumen alimentos durante un día o más.
En los últimos tiempos se han sumado dos nuevos actores, la crisis del coronavirus y la guerra de Ucrania, junto sus derivadas sociales y económicas, ha entrado en juego para poner en peligro la distribución de alimentos y, en consecuencia, la seguridad alimentaria. Esta se ha agravado más tras el bloqueo al puerto de Odesa y las rutas comerciales del mar Negro.
Bloqueo marítimo
Un bloqueo marítimo es cualquier esfuerzo para evitar que suministros, tropas, información o ayuda alcancen una fuerza de oposición. Los bloqueos son la piedra angular de toda campaña militar y una opción valiosa en las guerras económicas contra una nación contraria. Los bloqueos se planifican de acuerdo con cuatro reglas generales: el valor del objetivo para bloquear, l a potencia del bloqueo es igual o mayor que la fuerza de oposición, la disposición del terreno para ayudar al bloqueo y la previsión de fuerzas para mantener el bloqueo.
Rusia tenía perfectamente planeado el bloqueo marítimo de Ucrania. Kiev no puede contar con la llegada de armamento ni suministros por vía marítima. Pero al mismo tiempo, tampoco puede dar salida a su producción agrícola, lo que constituye un serio problema global, para el sexto exportador mundial de trigo.
El granero ucraniano y la importancia del puerto de Odesa
Después de la República Socialista Soviética de Rusia, la República Socialista Soviética de Ucrania era la más importante república de la Unión Soviética en términos económicos. Su suelo fértil producía 1/4 de la producción agrícola soviética y de sus exportaciones alimentarias depende parte del alimento que llega a decenas de países. Ucrania fue el quinto mayor productor de maíz en 2020, tras Estados Unidos, China, Brasil y Argentina. Sexto mayor productor de trigo, tercero en producción de patata, primero en producción de aceite de girasol, séptimo de remolacha, noveno de soja…Y así hasta una lista de más de 30 productos agrícolas donde Kiev compite a nivel mundial.
Pero el granero ucraniano no tiene sentido si sus alimentos no se pueden exportar. Ucrania tiene una gran dependencia de la exportación de productos agrícolas, principalmente cereales, que vende en su mayoría por mar. El 75% de las exportaciones de grano se realizan a través del puerto de Odesa y está bloqueado. El propio António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, declaró que cerca de veinticinco millones de granos se encuentran “atrapados” en el país. La inmovilización de estas materias primas supone un duro revés para una economía que ya se encuentra muy afectada por la invasión, y la alteración de la seguridad alimentaria global.
La crisis alimentaria y la situación de África
Ucrania está considerada el granero de Europa y parte de África. Odesa es el punto clave para que el cereal ucraniano llegue a otros países. Rusia es el mayor exportador del mundo de trigo y a diferencia de Ucrania, su cosecha no ha sufrido daños por la guerra. Un ejemplo de ello, es que 25 países africanos dependían del suministro de trigo de Rusia o y Ucrania en el año 2021, 21 de ellos importaban la mayoría de este cereal de Moscú. Tras la guerra, los 25 han pasado a ser compradores prioritarios de Rusia, lo que aumenta el poder del Kremlin en África.
Entre 2018 y 2020, África ha importado 3,7 mil millones de dólares en trigo de Rusia y 1,4 mil millones de dólares de Ucrania. Las compras africanas a Moscú corresponde con el 32% del total, y las de Kiev con el 12%. Estamos hablando de que casi la mitad del trigo que se consume en África, proviene de estos dos países. Y de igual manera que pasa con los combustibles, los países africanos se ven expulsados del mercado ante la imposibilidad de acceder y pagar los precios actuales. Esta situación, junto a la falta de suministro, puede llevar a la pobreza extrema a 250 millones de africanos.
La geopolítica del trigo y el ejemplo de África
El trigo, el maíz y el arroz siguen siendo la base de la dieta en todo el mundo. El uso de los alimentos como arma geopolítica nace con el desarrollado de los imperios. Un ejemplo de ello, lo vimos en la Guerra Fría, con EEUU como potencia líder en producción. Esto le permitió acercar a diferentes países a sus intereses a cambio del suministro de trigo. Rusia y Ucrania se encuentran entre los mayores productores de trigo del mundo, y tras el bloqueo, Rusia como primer exportador mundial, tiene la última palabra sobre la situación. La guerra ha agravado la incertidumbre, ha desestabilizado el mercado agroalimentario y ha aumentado aún más los precios globales de los alimentos, lo que pone entre la espada y la pared a gran parte de los gobiernos de África.
Rusia y el trigo en Mali
Una de las razones que está llevando a aumentar la influencia de Rusia en África, es la capacidad de ofrecer trigo en las negociaciones, arma que no pueden emplear otros países. En las últimas semanas, conocimos que Alemania y Francia se retiraban de misiones antiterroristas en Mali. Uno de los motivos es la negativa del gobierno de la junta militar de celebrar elecciones, como le pedían los países europeos desplegados en el país.
Pero la otra se debe a presencia de Wagner, grupo paramilitar a sueldo del Kremlin. Se cree que el gobierno del país, habría accedido a la presencia de Rusia frente a la de los países de la UE, por la falta de resultados contra el terrorismo. Pero Mali y Rusia ya tenían firmado el acuerdo desde 2019, y una de las claves para el acuerdo, el suministro de trigo ruso durante los próximos años.
A cambio, Moscú tiene acceso a reservas estratégicas de metales que se encuentran en el país. Los acuerdos militares son importantes, pero para los países con carencias en el autoabastecimiento alimenticio, la presencia de trigo en las negociaciones, puede decantar la balanza.
Moscú lo tenía todo medido al dedillo. Lo que le falló fue el ejército, pero económicamente está muy muy fuerte. Antes cae la Unión Europea por la inflación, inmigración
Crisis energética o etc antes que Rusia…