«Si no alimentamos a la gente, nutrimos los conflictos», Guterres ONU. Geopolítica del trigo, crisis alimentaria, inflación, migración, Mali en el Sahel…

El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, alertaba el 18 de mayo de 2022 en la sede de la ONU en Nueva York, sobre el «imparable» número de personas que sufren hambre en el mundo. Durante una reunión ministerial convocada para buscar la seguridad alimentaria mundial, António Guterres recordó un dato estremecedor. En solo dos años, el número de personas con inseguridad alimentaria grave se ha duplicado, pasando de 135 millones antes de la pandemia a 276 millones en la actualidad.“Más de medio millón de personas viven en condiciones de hambruna, un aumento de más del 500% desde 2016”, añadió el titular de la ONU.

«Si no alimentamos a la gente, nutrimos los conflictos», Guterres

“Estas aterradoras cifras están inextricablemente vinculadas a los conflictos, tanto como causa, como efecto. Si no alimentamos a la gente, nutrimos los conflictos”, destacó Guterres en la jornada. Además, indicó los otros factores que contribuyen a aumentar el hambre en el mundo. En primer lugar, mencionó la emergencia climática, 1700 millones de personas afectadas por condiciones meteorológicas extremas durante la última década.

En segunda instancia, se refirió a la pandemia provocada por el COVID-19, afectando al pago de la deuda de los países en desarrollo. La tercera clave señalada, la guerra en Ucrania, que ha disparado la inseguridad alimentaria y la hambruna, al cortarse una gran parte de los tráficos de trigo de Ucrania a África, disparando los costes y expulsando a los países subdesarrollados de los mercados.

Recolección tradicional del trigo en India.

Seguridad alimentaria mundial

La Seguridad Alimentaria Mundial se refiere a la disponibilidad suficiente y estable de alimentos, el acceso y el consumo oportuno y permanente de los mismos en cantidad, calidad e inocuidad por parte de todas las personas, bajo condiciones que permitan su adecuada utilización biológica, para llevar una vida saludable y activa. El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2019 de la FAO, se estima que un total de 2.000 millones de personas en el mundo experimentan algún nivel de inseguridad alimentaria.

Incluso en América Septentrional y en Europa, donde se calcula que el 8 % de la población, pero tras el Covid y la crisis energética en Europa, la cifra estaría cerca de doblarse. Los niveles de seguridad alimentaria son los siguientes. Inseguridad alimentaria leve. Se produce cuando existe incertidumbre acerca de la capacidad para obtener alimentos. Inseguridad alimentaria moderada. Cuando la calidad de los alimentos y su variedad se ve comprometida o se reduce drásticamente la cantidad ingerida o, directamente, se saltan comidas. Inseguridad alimentaria grave. Se llega a este punto cuando no se consumen alimentos durante un día o más.

En los últimos tiempos se han sumado dos nuevos actores, la crisis del coronavirus y la guerra de Ucrania, junto sus derivadas sociales y económicas, ha entrado en juego para poner en peligro la distribución de alimentos y, en consecuencia, la seguridad alimentaria. Disparando la inseguridad alimentaria grave.

Control sobre el puerto Odesa

Ucrania tiene una gran dependencia de la exportación de productos agrícolas, principalmente cereales, que transporta en su mayoría por mar. El 75% de las exportaciones de grano se realizan a través del puerto de Odesa, además de ser el principal «Hub» energético del país. Odesa es clave para garantizar la soberanía energética del país y su principal fuente de financiación debido a las exportaciones de trigo.

Ucrania está considerada el granero de Europa y parte de África y Odesa es el punto clave para que el cereal ucraniano llegue a otros países. El puerto de Odesa está bloqueado desde el inicio de la invasión, lo que impide la exportación de la gran parte de grano que produce el país, y provoca la intensificación de la crisis global de alimentos.

Campo de trigo en el oeste de Ucrania.

Crisis alimentaria

Entre 2018 y 2020, África ha importado 3,7 mil millones de dólares en trigo de Rusia y 1,4 mil millones de dólares de Ucrania. Las compras africanas a Moscú corresponde con el 32% del total, y las de Kiev con el 12%. Estamos hablando de que casi la mitad del trigo que se consume en África, proviene de estos dos países. A día 10 de mayo de 2022, Ucrania espera perder un tercio de la cosecha anual. Y de igual manera que pasa con los combustibles, los países africanos se ven expulsados del mercado ante la imposibilidad de acceder y pagar los precios actuales.

Además, la subida de precios de la maquinaria agrícola, los fertilizantes o las propias semillas por la guerra, han dañado aún más a la mayoría de sociedades africanas. La agricultura es el mayor sector económico de África, representando en los últimos años aproximadamente el 15% del PIB total de la región y más de 100 mil millones de dólares anuales. Esta situación, junto a la falta de suministro, puede llevar a la pobreza extrema a 250 millones de africanos.

Pero además, hay una clave que relaciona la crisis política con la alimentaria, Rusia es el mayor exportador del mundo de trigo y a diferencia de Ucrania, su cosecha no ha sufrido daños por la guerra. 25 países africanos dependían del suministro de trigo de Rusia o y Ucrania en el año 2021, 21 de ellos importaban la mayoría de este cereal de Moscú. Tras la guerra, los 25 han pasado a ser compradores prioritarios de Rusia, lo que aumenta el poder del Kremlin en África.

La geopolítica del trigo

El trigo, el maíz y el arroz siguen siendo la base de la dieta en todo el mundo. El uso de los alimentos como arma geopolítica nace con el desarrollado de los imperios. Un ejemplo de ello, lo vimos en la Guerra Fría, con EEUU como potencia líder en producción. Esto le permitió acercar a diferentes países a sus intereses a cambio del suministro de trigo. Rusia y Ucrania se encuentran entre los mayores productores de trigo del mundo. Destaca el puesto de Moscú como principal exportador, junto a una Kiev que se encuentra en el sexto lugar. En conjunto, ambos países representan el 27 % del comercio mundial de cereal. La guerra ha agravado la incertidumbre, ha desestabilizado el mercado agroalimentario y ha aumentado aún más los precios globales de los alimentos, lo que pone entre la espada y la pared a gran parte de los gobiernos de África.

Ilustración que muestra los Presidentes de Ucrania, Volodímir Zelenski, y Rusia, Vladímir Putin, al lado de un campo de trigo.

Rusia y el trigo en Mali

Una de las razones que está llevando a aumentar la influencia de Rusia en África, es la capacidad de ofrecer trigo en las negociaciones, arma que no pueden emplear para las negociaciones, otros países. En las últimas semanas, conocimos que Alemania y Francia se retiraban de misiones antiterroristas en Mali. Uno de los motivos es la negativa del gobierno de la junta militar de celebrar elecciones, como le pedían los países europeos desplegados en el país. Pero la otra se debe a presencia de Wagner, grupo paramilitar a sueldo del Kremlin. Se cree que el gobierno del país, habría accedido a la presencia de Rusia frente a la de los países de la UE, por la falta de resultados contra el terrorismo. Pero Mali y Rusia ya tenían firmado el acuerdo desde 2019, y una de las claves para el acuerdo, el suministro de trigo ruso durante los próximos años.

A cambio, Moscú tiene acceso a reservas estratégicas de metales que se encuentran en el país. Los acuerdos militares son importantes, pero para los países con carencias en el autoabastecimiento alimenticio, la presencia de trigo en las negociaciones, puede decantar la balanza.

Migración

Dependiendo del tiempo que dure el bloqueo del cereal de Ucrania y la gestión que haga Rusia de su trigo, puede producirse uno de los mayores éxodos de la historia. Especialmente en África, destacando el Sahel y el Cuerno de África y Asia. La OTAN teme que Rusia puede usar la gestión del trigo para enviar a millones de africanos a las fronteras de Europa, una estrategia de guerra híbrida para desestabilizar el continente. Recordamos que Bielorrusia ya empleo esta técnica contra la frontera de Polonia, o Marruecos contra España.

Inflación

La crisis del precio del gas, petróleo o alimentos está aumentando la inflación, hasta puntos no vistos en Europa, en decenas de años. La inflación, el «impuesto» que crea pobres, si quieres disparar la conflictividad social, sube los precios. Y esto es lo que puede pasar en una Europa, si se mantiene el aumento de la inflación, aumentará la pobreza, la desigualdad y la gente saldrá a la calle. Rusia y su aliada, China, controlan los factores principales de esta inflación. La OPEP+ apoya a Rusia en no aumentar significativamente la producción de petróleo, suben los precios. Moscú controla la parte de las exportaciones de trigo, pueden presionar los precios. Y la tercera clave la controla Beijing, con el colapso de las cadenas internacionales de comercio por el puerto de Shanghái. Los precios del comercio global están disparados y China tiene en su mano cambiarlos.

3 comentarios en ««Si no alimentamos a la gente, nutrimos los conflictos», Guterres ONU. Geopolítica del trigo, crisis alimentaria, inflación, migración, Mali en el Sahel…»

  1. A ver como para Europa una ola migratoria de esas magnitudes. Veremos lo que pasada en la sociedad europea ante esa situación, fuero negro en Europa.

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  2. Es extremadamente preocupante lo que se viene sobre Africa y Europa.
    Esperemos qe no se rompa la OTAN y el siguiente paso de los rusos sea una Europa desintegrada y dividida

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  3. No entiendo a los Europeos, serán conscientes de lo que se les viene…
    La diplomacia pata que sirve si al parecer solo conocen de solución de sancionar y perjudicandose sus propios pueblos!!!
    Tanto quería que mi país se pareciera a Europa, ahora parece debo sentirme feliz de estar en Sudamérica.

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