El 7 de junio de 2022, el asistente de Diplomacia Económica del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Mahdi Safari, anunció que Irán sugirió a la Organización de Cooperación de Shanghái adoptar una moneda unificada para facilitar el comercio entre los estados miembros. “Nosotros, como estado miembro, propusimos a través de una carta que enviamos a la Organización de Cooperación de Shanghái adoptar una moneda única entre los estados miembros”, dijo Safari antes de agregar: “Estamos siguiendo la propuesta y si se implementa, puede resolver los problemas comerciales entre los estados miembros de la Organización”.
Con el apoyo de Rusia y China, Irán se convirtió en miembro de la Organización de Cooperación de Shanghai. Durante la cumbre de la OCS, celebrada en la capital tayika, Dushanbe, el 17 de septiembre de 2021, los miembros acordaron cambiar el estatus de Irán en la organización de “observador” a un “miembro de pleno derecho”. China, la gran beneficiada del nuevo orden mundial, expande el multilateralismo como una de las prioridades de su política exterior.
El «Nuevo Orden Mundial»: del unilateralismo al multilateralismo
Irán considera a China la potencia capaz de disputar el liderato mundial a EEUU y está dispuesta a colaborar con ese objetivo. En la reunión, Ebrahim Raisi, dijo lo siguiente: «Irán considerada estratégicos sus vínculos con Pekín, una cooperación más estrecha, multilateralista, serviría para hacer frente a lo que el presidente iraní califica de unilateralismo estadounidense«. Entre los motivos de que Irán haya elegido este momento para buscar un nuevo orden mundial destacan el objetivo de aprovechar la actual situación «crítica y tensa» en torno a Ucrania y el estancamiento de las negociaciones por el Pacto Nuclear.
Teherán considera que la manera de confrontar el unilateralismo dirigido por EEUU, sería la cooperación de potencias independientes y afines, en torno a un multilateralismo dirigido por China. Ebrahim Raisi considera que este cambio de poderes puede crear estabilidad y orden en Oriente Medio frente «a unos Estados Unidos que han tenido presencia militar, ha creado olas de inseguridad, inestabilidad, desavenencias, pesimismo, guerra, destrucción y desplazamientos». Beijing es el líder de los VRIC: Venezuela, Rusia, Irán y China, y ya se pueden observar los caminos que va a seguir para disputar el liderato a EEUU.
Sistema de pagos independiente
Otra parte de las sanciones a Rusia han buscado expulsar a Moscú del sistema de coordinación de pagos internacionales configurado a través del sistema SWITF, controlado por EEUU. Además de la desdolarización, Rusia se ha unido al sistema de China, de canales de pago alternativos para continuar el comercio transfronterizo, sin la dependencia de los sistemas controlados por EE. UU. o la Unión Europea. El Sistema de Pago Interbancario y Transfronterizo (CIPS) permite ofrecer servicios de compensación y liquidación para sus participantes en pagos y transferencias transfronterizas en moneda china. Tras la incorporación de Rusia, se espera la de Venezuela o Irán, desligándose de los sistemas occidentales. Es una infraestructura básica para los mercados financieros en China y es el sistema de pagos internacionales como alternativa al sistema SWITF.
Sanciones que unen
Venezuela, al igual que China, Irán o Rusia, han sido sancionados por EEUU, Unión Europea y aliados. Los países occidentales buscaron ahogar sus economías mediante las sanciones al comercio con estos países, buscaban poner al pueblo en contra para que presionaran a los líderes, ante posible escasez de productos. A día de hoy, vemos que en los países sancionados, continúan los mismos gobiernos y esto es gracias a la colaboración entre ellos.
Estos países, de la mano de China, han creado una red global de empresas ficticias, comerciantes de productos básicos, ciberdelincuentes, bancos y operadores de barcos diseñados para evadir las sanciones internacionales. Además, debemos entender que el sistema económico de China, Rusia, Irán, no es como el occidental. Estos países tienen cuentas nacionales paralelas, limitan la información o directamente trabajan en el mercado «negro». Además, cuenta con un aliado clave que es Beijing.
Es el primer exportador del mundo y el segundo importador, por el momento. Ante las elevadas cifras de comercio internacional que presenta el país, y el desarrollo de un sistema bancario y de transferencias propio, mencionado más arriba, Beijing se encarga de «blanquear» las relaciones entre estos países. Pero la colaboración no aquí, los países están preparando las bases del «Nuevo Orden Mundial».
Creación de nuevos organismos
China presume de haber creado más de 500 tratados multilaterales en todos los ámbitos, principalmente con asociaciones y grupos regionales, en la mayoría de los casos incluyen a países en vía de desarrollo. Respecto a las que tienen carácter económico, destaca la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), objetivo de China para promocionar el comercio en Asia. Acuerdo de libre comercio entre los diez estados miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN): Myanmar, Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam. A estos se suman cinco estados de Asia y Oceanía con los que la ASEAN tiene acuerdos de libre comercio existentes: Australia, China, Corea del Sur, Japón y Nueva Zelanda. El tratado fue firmado en 2020 y espera su entrada en vigor en 2023, conformando entre los 15 países en torno al 30% de la población mundial y el 30% del Producto Mundial Bruto.
Desdolarización
La importancia del dólar estadounidense, se determina por el hecho de que los precios y transacciones sobre la mayoría de commoditis (mercancías) a nivel mundial, se realizan con esta moneda. Entre ellos se encuentran el petróleo o el gas, donde el dólar representa más del 80% de los pagos. La hegemonía del dólar ha conferido cierta ventaja histórica a EEUU. Al ser la moneda de referencia, siempre tiene una demanda en el mercado y los países tienden a crear grandes reservas de esta moneda para pagar mercancías, lo que le permite a EE. UU. imprimir dinero, sin grandes costes inflacionistas. Además, el uso del dólar en el mercado permite a EEUU sancionar a aquellos países que lo usan en alguna de sus compras o ventas. Washington, entre otras medidas, a intentando bloquear las compras de Rusia en el extranjero.
China, Rusia, Venezuela o Irán, llevan años buscando utilizar menos dólares en sus transacciones. El año pasado las transacciones entre estos países, con sus monedas, marcó el récord del 24%. El Euro supuso el 30% y el Dólar un 46%. Tras los últimos acontecimientos han acordado avanzar para eliminar el dólar de sus transacciones y se han marcado una norma. Todas las transacciones deberán hacerse en las monedas nacionales. Quieren eliminar el poder que le da a EE. UU. el empleo del dólar. Además, esperan extender esta medida a sus aliados para que el dólar deje de ser la moneda de referencia.
La Organización de Cooperación de Shanghái(OCS)
La Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) es una organización intergubernamental fundada el 15 de junio de 2001 por los líderes de la República Popular China, Rusia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán. Todos ello, con excepción del último, fueron miembros del grupo de los Cinco de Shanghái, precursor de la OCS, fundado el 26 de abril de 1996. Desde su creación, la organización ha expandido su membresía a nueve estados; con India y Pakistán, uniéndose en junio de 2017, e Irán en septiembre de 2021.
Creada por China y Rusia como un bloque en Asia, su objetivo inicial era buscar una herramienta para intentar luchar contra las principales amenazas de la zona, el terrorismo, el separatismo y el extremismo. China buscaba estabilizar una zona que sería parte de su estratégica Ruta de la Seda. Además, querían establecer unas bases de cooperación mutua para evitar interferencias extranjeras que impulsaran revoluciones de color. Además, la cooperación de la OCS, se extiende al ámbito de la cultura, la economía y el ámbito militar.
El renacimiento de la Organización de Cooperación de Shanghái
Desde el inicio de la guerra de Ucrania y el aumento de las sanciones, Rusia ha buscado en este tipo de organizaciones, un lugar a través del cual cooperar. Con la entrada de Teherán en 2021, se confirma la importancia de esta organización frente a EEUU, en Asia. La propuesta de Irán, va en línea con lo explicado, y supondría la creación de un nuevo modelo monetario dirigido por Rusia y China, frente a la hegemonía de EEUU. Es una de las armas con las que cuentan los países enfrentados a Washington, para intentar imponer su modelo.
China con poner su comercio en moneda propia o diferente al dólar ya supone una desestabilización a EEUU, se se suma India o Pakistán…