¿Qué posibilidades tiene Rusia si invade Ucrania? ¿Han intervenido «manos extranjeras» para desestabilizar a los aliados rusos de Bielorrusia y Kazajistán?

La geopolítica global tiene sus ojos en Ucrania. La invasión de Crimea por parte de Rusia en 2014, está muy presente. No solo conquistó a Ucrania un territorio geoestratégico en el mar Negro, sino que apoyó a los rebeldes independentistas de Donbass y Lugansk. El envío de paramilitares, tecnología y armas a esa región impide que Ucrania recupere el control en esas zonas.

La pregunta que se hace mucha gente es que pasaría si Rusia invade finalmente Ucrania. Pero no debemos ver la rivalidad de EE. UU. y Rusia únicamente en lo que pasa en Ucrania, ya que los dos son expertos en el arte de la geostrategia. Esta situación de «guerra fría» puede ser una distracción o un objetivo medio para los dos países. Tras las revueltas de Bielorrusia y Kazajistán algo se está moviendo en las relaciones de poder internacionales.

¿Por qué ahora Rusia amenaza Ucrania? Bielorrusia y Kazajistán pueden ser la clave

Las protestas en Bielorrusia de 2021 y las de Kazajistán en 2022 puede ser una pista de las intenciones actuales de Rusia. Kazajistán y Bielorrusia comparten historia como ex repúblicas socialistas, gobiernos dictatoriales y acercamiento de sus gobernantes a Rusia. La búsqueda de un régimen democrático y el continuo acercamiento de los presidentes kazajos y Bielorrusos a Rusia, fue «despertando» un descontento social en la población. O eso es la información que recibimos en occidente. Tanto en Bielorrusia como en Kazajistán se dieron fuertes revueltas que tuvieron ser sofocadas por militares enviados por el gobierno de Vladímir Putin.

En las protestas de 2021 Rusia intervino para ayudar a su aliado bielorruso, lo mismo que ha hecho con su aliado kazajo en 2022. Rusia, a través de la CSTO, ha enviado 2500 soldados a Kazajistán para apoyar al gobierno no democrático. El gobierno ruso no duda en intervenir en los países vecinos contra los manifestantes que claman reformas. Rusia, para mantener el control de sus países vecinos, debe apoyar los gobierno afines. Y esa estrategia rusa de situar en Ucrania a un presidente afín fue lo que provoco el inicio de las hostilidades en 2014 entre Rusia y Ucrania.

Soldados formando.

Rusia y su presión sobre Ucrania

¿Y por qué quiso Rusia poner a un dirigente afín en Ucrania? La respuesta es obvia, para controlarlo y por seguridad nacional, ya que comparten frontera. Rusia intentó acercar a Ucrania a su país porque sabía que EE. UU. estaba buscando acercar a Ucrania a la OTAN. En el momento que el presidente afín a Rusia, Víktor Yanukóvich, intentó promulgar leyes para acercar a Ucrania a Rusia, las protestas estallaron. El éxito de las protestas conocidas como Euromaidan, fue tal, que se presume la ayuda extranjera a los manifestantes. Las similitudes de las protestas del Euromaidan, con las de Bielorrusia y Kazajistán, pueden hacer pensar en una «mano extranjera» que buscara desestabilizar esos países para dañar a Rusia. Sería una operación de geostrategia perfecta, debilitar a los aliados y fronteras rusas a la vez.

La razón de que Rusia ahora amenace a Ucrania puede ser debido a los movimientos de esas «manos extranjeras» en los aliados rusos. La «Guerra Fría» se basaba en dar la imagen de quién era más fuerte, quién tenía más aliados y quién desarrollaba mejores tecnologías. La «Nueva Guerra Fría» o «Guerra Fría 2.0» sigue el mismo camino, dar imagen de fuerza, aliados y tecnología. Rusia puede hablar de esas «manos extranjeras», pero nadie le va a hacer caso debido a que su imagen en occidente es de «país del mal» debido a la influencia de EE. UU. ¿Qué puede hacer Rusia entonces? Pues lo que mejor sabe hacer, presionar militarmente. Es posible que Rusia esté amenazando Ucrania para devolver las presuntas «intervenciones extranjeras» en los países de sus aliados. Demostrando que no se va a quedar quieta ante los movimientos de acercar a Ucrania a la OTAN y los movimientos de desestabilizar a sus aliados.

Paramilitar pro-ruso.

Si Rusia quisiera conquistar Ucrania ya lo habría hecho, o ya lo ha realizado.

En la geopolítica todo vale. Que hablemos de que países extranjeros hayan podido intervenir para desestabilizar Bielorrusia o Kazajistán no es por dejar de víctima a Rusia. Tenemos que quitar de la cabeza la dicotomía de buenos y malos, tenemos que pensar en geopolítica y geoestrategia. Este tipo de operaciones encubiertas están dentro de lo habitual y son aplicadas tanto por Rusia y EE. UU. en busca de sus intereses. Los dos países son expertos en las estrategias híbridas o guerra híbrida.

La operación llevada a cabo por Rusia en Crimea es un ejemplo de guerra híbrida. Rusia puso en marcha una estrategia híbrida para conquistar este territorio. La guerra híbrida se puede entender como todo procedimiento que busque desestabilizar un territorio y polarizar la sociedad. Las estrategias híbridas pueden ser llevadas a cabo por ciudadanos, organizaciones o países. Este tipo de estrategias tienen la particularidad de que el agresor se camufle y pueda evitar que le atribuyan el ataque.

Días antes, durante y en los días posteriores a la entrada de soldados rusos en Crimea, Rusia puso en marcha una campaña de emisión en masa de noticias contradictorias, ataques informáticos, ataques terroristas de falsa bandera y cortes de suministros básicos. El cúmulo de todas estrategias híbridas dañaron la organización de la defensa ucraniana y facilitó la conquista rusa de Crimea. Rusia mostró a la geopolítica global la utilidad de la guerra híbrida.

El poder del ejército ruso.

Rusia tiene los medios militares, humanos y materiales para aplicar estas operaciones en toda Ucrania. Por eso decimos que ya la habría podido conquistar. La capacidad del ejército ruso es tal, que la conquista de Ucrania, quitando determinadas zonas «bunkerizadas» podría llevarse a cabo en semanas. Incluso menos, ya que la estrategia que presumiblemente desarrolle sería una «guerra relámpago» mezclada con una preparación del terreno con estrategias híbridas. Este tipo de intervención dejaría descolocada a la defensa ucraniana, obligándoles a rendirse. Posibilitando que Rusia pierda pocos efectivos y militarizando ya Ucrania para una posible respuesta de la OTAN. Y nos referimos a que «ya ha podido invadir Ucrania», porque si decidiera atacar, semanas antes ya tendría Ucrania llena de paramilitares rusos.

1 comentario en «¿Qué posibilidades tiene Rusia si invade Ucrania? ¿Han intervenido «manos extranjeras» para desestabilizar a los aliados rusos de Bielorrusia y Kazajistán?»

  1. Este debe de ser de los pocos medios especializados en geopolítica que se atreven a tratar el tema de la «mano negra» en Bielorrusia y Kazajistán. Cuadra perfectamente en la geoestrategia de EE. UU.
    Interesante el planteamiento de la Nueva Guerra Fría y del Nuevo Imperio Ruso.

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