Guerra Fría 2.0:Rusia plantea desplegarse militarmente en Cuba y Venezuela, si EE. UU. mete a Ucrania entra en la OTAN

Rusia es una maestra en el arte de la geopolítica y concretamente en el campo de la geostrategia. Ante las negociaciones que se están llevando a cabo entre Rusia y EEUU por el futuro de Ucrania, el gobierno ruso ha sabido llevar la presión a las costas americanas. A muchos nos vendrá a la cabeza la Crisis de los Misiles de Cuba dentro del conflicto de la Guerra Fría. Llegados a este punto, podemos nombrar a esta situación como la Guerra Fría 2.0.

La pandemia ha cambiado las relaciones y equilibrios de poder a nivel global. Los desajustes geopolíticos que aparecen tras el Covid son vistos por muchos países como la oportunidad ideal de extender su territorio o su influencia. La búsqueda de EE. UU. de llevar la OTAN a las puertas de Rusia, choca con la idea de Putin de crear el «Nuevo Imperio Ruso».

Placa que recuerda el Muro de Berlín.

Guerra fría 2.0

Para entender el momento geopolítico actual y comprender la geostrategia que plantean EE. UU. y Rusia debemos retroceder unos años. La Guerra Fría comenzó inmediatamente después de finalizar la Segunda Guerra Mundial en 1945. ¿Por qué? Por lo mismo que ahora surgen estas tensiones entre Rusia y EE. UU. Tras la Segunda Guerra Mundial la geopolítica global quedó alterada, al igual que la globalización tras el Covid. Esto fue visto como una oportunidad, tras la guerra y ahora tras la pandemia, como el momento ideal de los dos países de extender su poder e influencia.

La Guerra Fría fue un enfrentamiento total (económico, militar, político,…) divido en dos bandos: el bloque occidental-capitalista encabezado por EE. UU. y el bloque oriental-comunista dirigido por la URSS. La Unión Soviética y los EE. UU. comenzaron a competir por la influencia en Europa, América Latina, Oriente Próximo y los estados recién descolonizados de África y Asia. La geostrategia actual de EE. UU. y Rusia no difiere mucho la de aquellos años.

Podemos ver la búsqueda de influencia de EE. UU. y Rusia en Europa, intentando atraer uno a Ucrania a la OTAN y otro amenazando con su conquista. La geoestrategia fue la clave en el conflicto que llevaron a cabo EE. UU. y la URSS, que ahora se repite entre EE. UU. y Rusia. En 1949 EE. UU. funda la OTAN con el objetivo de frenar la influencia soviética en Europa. En 1955 la URSS responde a la creación de la OTAN con la firma del Tratado de Varsovia. En 1991 con la disolución de la URSS, se produce la creación por parte de Rusia de la Organización del tratado de seguridad colectiva(CSTO). La CSTO es una organización político-militar formada por Rusia, Armenia, Bielorrusia, Kirguistán, Kazajistán y Tayikistán. Actualmente, esta organización está de actualidad debido a las protestas que afectan a algunos países socios y que Rusia no duda en intervenir para sofocarlas con puño de hierro.

Parece que la historia se vuelve a repetir. El duelo geopolítico entre EE. UU. y Rusia ha rebrotado por todo el mundo. En África la reciente firma de acuerdos entre Marruecos y EE. UU. frente a la alianza que tiene Rusia con Argelia. En Oriente Medio la firma de los Acuerdos de Abraham por parte de EE. UU. e Israel frente a la alianza de Rusia con Siria o Irán. En Asia, el acercamiento de Taiwán a EE. UU. frente a los acuerdos de Rusia con China. Y en Latinoamérica, los acuerdos de EE. UU. con el Brasil de Bolsonaro frente a la alianza de Cuba y Venezuela con Rusia.

Manifestación.

El «Nuevo Imperio Ruso» y la guerra híbrida

Cuándo hablamos de Guerra Fría 2.0, nos referimos a 2.0 por el nuevo uso de las estrategias militares. Esta nueva estrategia de guerra denominada estrategia híbrida o guerra híbrida ha sido usada por ejemplo en la guerra de Ucrania de 2014 por parte de Rusia. La guerra híbrida se puede entender como todo procedimiento que busque desestabilizar un territorio y polarizar la sociedad. Las estrategias híbridas pueden ser llevadas a cabo por ciudadanos, organizaciones o países. Este tipo de estrategias tienen la particularidad de que el agresor se camufle y pueda evitar que le atribuyan el ataque. Ucrania sufrió el uso de guerra híbrida mediante la presentación en su territorio del «Nuevo Imperio Ruso».

Vladímir Putin ostentó la presidencia de Rusia entre 1999 y 2008 y volvería al cargo en 2012 para mantenerlo hasta la actualidad. El principal objetivo de Vladímir Putin fue y es volver a situar a Rusia como una potencia global, y eso lo ha conseguido desde el inicio de su mandato en 1999. Su objetivo es la creación del «Nuevo Imperio Ruso». Desde 1999 ha centrado su política en modernizar el ejército y extender la influencia de Rusia. Desde que es presidente, Vladímir Putin, ha dejado bien claro sus objetivos de mantener el espacio que rodea Rusia bajo su control a cualquier precio. Lo demostró recién llegado al cargo con la Guerra de Chechenia de 1999, con la Guerra de Osetia del Sur en 2008, con la invasión de parte de Ucrania en 2014 o con el apoyo a sus aliados de la CSTO para reprimir las protestas en Bielorrusia o Kazajistán.

El gobierno de Putin entiende a la perfección la importancia de la geoestrategia y no duda en emplear todas las armas que tiene a su disposición. Su objetivo del «Nuevo Imperio Ruso» sumado al uso de la guerra híbrida ha vuelto a poner a Rusia en el plano mundial. El ejemplo de esta combinación de estrategias híbridas fue la invasión rusa de Crimea. Días antes, durante y en los días posteriores a la entrada de soldados rusos en el este de Ucrania, Rusia puso en marcha una campaña de emisión en masa de noticias contradictorias, ataques informáticos, ataques terroristas de falsa bandera y cortes de suministros básicos. El cúmulo de todas estrategias híbridas dañaron la organización de la defensa ucraniana y facilitó la conquista rusa del territorio. Rusia mostró a las democracias europeas la utilidad de la guerra híbrida y presentó el «Nuevo Imperio Ruso».

Otro ejemplo de la diligencia militar del gobierno ruso para dominar sus territorios vecinos lo vimos en Bielorrusia y Kazajistán. Las revueltas en Bielorrusia que comenzaron el 21 de marzo de 2021 o las protestas en Kazajistán de principios del 2022, fueron sofocadas gracias a la intervención rusa. Bielorrusia y Kazajistán forman parte de la Organización del tratado de seguridad colectiva(CSTO). Alianza que le permite a Rusia «controlar» estos países mediante la imposición de personas afines al régimen ruso. En las protestas, duramente sofocadas, podían verse carteles que criticaban la interferencia rusa en sus países.

Soldados voluntarios ucranianos desfilando.

Negociaciones EE. UU. Rusia

Los intereses de EE. UU. de extender la OTAN hacia las fronteras de Rusia choca con los planes de Putin. El gobierno ruso, por seguridad nacional, no puede permitir tener aliados de EE. UU. cerca de sus fronteras. En 2014 la incorporación a la OTAN de las ex repúblicas socialistas, Estonia, Letonia y Lituania supuse un duro golpe para Rusia, la cual no va a permitir que se haga lo mismo con Ucrania.

La propuesta de Rusia de despliegue militar en Cuba o Venezuela tiene como objetivo mover el plano hacia América, llevando el miedo a los ciudadanos de EE. UU. La jugada es un acierto, Rusia avisa a EE. UU. de que si se acerca a sus fronteras añadiendo a Ucrania a la OTAN, Rusia se acercará a las fronteras de EE. UU. mediante Cuba y Venezuela.

Para finalizar debemos tener claro lo que significa que Ucrania entre en la OTAN. Significa que EE. UU. crearía bases militares e instalaría sistemas de misiles a las puertas de Rusia. Vladímir Putin tiene desplegados 100.000 soldados en la frontera con Ucrania, no va a permitir que eso pase, la integridad y supervivencia de Rusia está en juego.

1 comentario en «Guerra Fría 2.0:Rusia plantea desplegarse militarmente en Cuba y Venezuela, si EE. UU. mete a Ucrania entra en la OTAN»

  1. Es interesante la importancia que le dais a la geopolítica y a la geostrategia. La visión negativa que nos venden en Europa de Rusia es muy interesante, os invito a que le dediquéis un artículo. Rusia quiere defenderse como lo haría cualquier país que le quieran meter misiles al lado de su frontera. Lo que no quita el gobierno no democrático de Putin y el uso de la guerra híbrida. Además, la geoestrategia de llevar el conflicto a las puertas de EEUU mediante la militarización de Cuba y Venezuela es un acierto. Vladímir Putin no va a retroceder con Ucrania, su régimen vive de la imagen de poder, como no gane en Ucrania se le puede desmoronar lo que definís como «Nuevo Imperio Ruso».

    Responder

Deja un comentario