Putin firma la anexión a Rusia de Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia tras referéndum

El 21 de septiembre de 2022, las autoridades de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, así como las autoridades prorrusas de Jersón y Zaporiya, anunciaron referéndums exprés de adhesión, que se celebrarían entre el 23 y el 27 de septiembre. El 21 de septiembre de 2022, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció la «movilización parcial» de la población en plena guerra en Ucrania para reforzar esta decisión. Es un nuevo cambio de estrategia tras la retirada de Kiev en marzo y de Járkov en septiembre.

El 27 de septiembre de 2022 finalizaban los referéndums sobre la anexión de Kherson, Luhansk, Donetsk y Zaporiyia. Fueron cinco días de votaciones y los resultados, según las autoridades rusas, mostraron una victoria aplastante del sí con un 97%. Occidente ha condenado las votaciones. Asegura que no cumplen los requisitos democráticos dado que además se trata de regiones ocupadas por Rusia y que, por tanto, no reconocerá sus resultados. Desde Ucrania anuncian que aquellos que hayan ayudado y colaborado en el referéndum enfrentarán cargos de traición, lo que supondría al menos cinco años de cárcel.

La anexión de Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, reconoció el 27 de septiembre de 2022, la independencia de Jerson y Zaporiyia. Según la ley rusa, solo pueden unirse a la federación estados independientes o partes de terceros estados previo acuerdo. El 30 de septiembre firmaba los tratados para la anexión de Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia, tras los referendos celebrados en los últimos días, que suman el 20% del territorio de Ucrania.

Situación de las regiones anexionadas por Rusia

Donetsk y Lugansk

En el caso de las regiones de Donetsk y Lugansk, el tira y afloja con Rusia viene de lejos, dado que en el mes de abril de 2014 activistas prorrusos declararon la independencia de parte del territorio de las dos provincias ucranianas. A los ciudadanos de estos territorios rusoparlantes que se ‘separaron’ de Ucrania, Rusia les reconoció el derecho desde 2019 de obtener la nacionalidad. Así, al este de Ucrania, desde hace años se libra un conflicto armado por el control del terreno después de que rebeldes prorrusos ocuparan las sedes administrativas del Gobierno regional. Por ello, desde 2015 estas zonas quedaron divididas en dos: la zona rebelde, que han pasado a ser autodenominadas repúblicas populares, y la parte controlada por el Ejecutivo ucraniano.

Jersón y Zaporiyia

Por su parte, Jersón y Zaporiyia son las otras dos regiones que Rusia parece retener en su avance en el país. Jersón es una ciudad de unos 300.000 habitantes que está situada a orillas del mar Negro, por lo que en parte su posición es clave en el mapa, y que se desmarca también por ser un territorio cercano a la República Autónoma de Crimea, en la que en marzo de 2014 también se celebró un referéndum para su anexión con Rusia. Desde el pasado mes de marzo de este año, Rusia asegura tener el control de esta ciudad, así como sucedió también con la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europea, que se ubica asimismo en el sur de Ucrania.

Zaporiyia es una ciudad situada sobre el río Dniéper, centro administrativo del óblast homónimo, con una población de 716 292 habitantes. En este territorio está la famosa central nuclear más grande de Ucrania, en disputa entre ambos bandos y controlada por la OIEI.

¿Cuál es el objetivo de los referendos en Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia?

Después del inicio de la invasión, el pasado febrero, la intención de Moscú ha sido apoderarse principalmente de los territorios ubicados en la región del Donbás, en el este de Ucrania. Allí concentró su estrategia militar una vez desistió de intentar capturar Kiev. Sin embargo, en las últimas semanas la contraofensiva del ejército ucraniano ha logrado recapturar cerca de 3.000 kilómetros de territorio y liberar varias ciudades que estaban bajo el control ruso, lo que ha hecho que Moscú cambie de planes.

Movilización 300.000 reservistas para reforzar su empeño militar en Ucrania

Pero no toda la totalidad de los óblast declarados como parte de Rusia, están bajo control del kremlim. Ante la férrea resistencia financiada y armada por EEUU, Rusia ha tenido que movilizar a 300.000 reservistas. ¿Qué espera obtener Rusia de estos territorios?

Justificación del ataque a Ucrania: el Kremlin prometió que «liberarían el Dombás»

Las fuerzas armadas de Ucrania, para intentar recuperar los territorios prorrusos «rebeldes», cuentan desde 2014 con la colaboración de grupos paramilitares ultras de toda Europa. Destaca el Regimiento Azov, unidad militar de extrema derecha formada por voluntarios neonazis de Ucrania o Croacia, entre otros. Pertenece a la Guardia nacional de Ucrania, unidad de reserva de las Fuerzas Armadas del país y bajo mando del Ministerio del Interior. Su sede estaba en Mariúpol, ciudad perteneciente al óblast de Donetsk, conocida en Rusia como la ciudad «nazificada» tras ser nombrada así por Putin, y prometer al pueblo ruso que la tomaría.

Estas unidades presuntamente se dedicaban a cazar rusos en el Dombás, y Putin utilizó este hecho para ayudar a los rebeldes contra las Fuerzas Armadas de Ucrania.

Unidad territorial: clave en la conexión de Crimea con Rusia al norte del mar Azov

Rusia podrá unir Crimea con Moscú, por acceso terrestre, pasando por Kherson, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk. Actualmente existe un puente de conexión entre el sur de Crimea y Rusia, desde la ciudad portuaria de Kerch hasta la ciudad de Tamán. Pero las anexiones permiten unir Crimea con Rusia, por el norte del mar Azov. El ejército ruso controla el óblast de Jersón, la zona sur del óblast de Zaporiyia, parte del óblast de Donetsk y la mayor parte del óblast de Lugansk.  Lo que implicaría asegurarse la comunicación entre sus territorios y el control del sureste de Ucrania.

Control del Mar de Azov

Rusia domina desde Kherson todos los accesos terrestres a esta masa de agua, lo que implica el control total del noreste del mar Negro. Debemos tener en cuenta que Turquía, Georgia, Abjasia (territorio prorruso no reconocido internacionalmente) Rumanía, Ucrania y Rusia se reparten los accesos a este mar. Putin controla el mar Azov, lo que le un poder sobre el Mar Negro, casi comparable al de Turquía, que controla el paso del Bósforo.

Acceso a materias primas e industria del acero

La cuenca minera de Donbass abarca cerca de 23,000 km². Es una región rica en carbón y en hierro que se convirtió en vital para Rusia. En 1913 esta cuenca producía el 87% del carbón de toda Rusia y el 74% de toda la producción de mineral de hierro. Hoy en día, la región(que debe su nombre al acrónimo Donétsk y yacimientos de carbón) es la principal productora de hierro y acero de toda Ucrania y unode los principales complejos de industria pesada del mundo.

El suelo ucraniano también esconde otro ‘tesoro’: el litio, fundamental para todas las baterías de las que dependerá un mundo renovable. Precisamente, el pasado verano, Europa cerró una alianza con Kiev para el abastecimiento de litio y otras materias primas, como cobalto y grafito natural para baterías. Y es que la región oriental de Ucrania, donde ahora está avanzando el ejército ruso, podría tener hasta 500.000 toneladas de litio, lo que la convertiría en una de las mayores reservas del mundo.

El ejemplo del acero en Mariúpol

En Mariúpol destacan dos fábricas de Acero, la de Ilyich y la de Azovstal, que representan el 7 % de las exportaciones de Ucrania. Esta ciudad acoge parte de la industria metalúrgica del país, situada en un puerto que le facilita la exportación. Se calcula que estas empresas dan empleo a unas 50.000 personas y aportan cerca del 50% del presupuesto de la ciudad. Además, estas industrias están controladas por oligarcas afines a Zelesnki, los cuales colaboran con la financiación de la defensa de Ucrania. Justificar la invasión, controlar el mar de Azov o acceder al control de parte de la industria del acero de Ucrania, hace de esta una ciudad un objetivo clave para Rusia.