Del 28 al 30 de junio de 2022 se celebró en Madrid la XXX Conferencia en la Cumbre de la OTAN. La reunión, que ha estado condicionada por la guerra de Rusia contra Ucrania, ha supuesto un auténtico revulsivo para la Alianza. A ella, asistieron los jefes de Estado y de Gobierno de los 30 Estados miembros, sus homólogos de Australia, Corea del Sur, Japón y Nueva Zelanda, y los presidentes del Consejo y de la Comisión Europea. El presidente de Ucrania se ha dirigido a la Cumbre por teleconferencia.
La reunión ha adoptado un nuevo Concepto para la OTAN, el camino a seguir de la Alianza para los próximos 10 años. Además, del impulso a la entrada de Finlandia y Suecia a la Organización. Respecto a las peticiones de España, Madrid no ha podido avanzar en su estrategia de reforzar el Flanco Sur de la OTAN de la manera deseada, ni cambiar el artículo 6 del Tratado de Washington sobre la protección de Ceuta y Melilla.
Nuevo Concepto Estratégico de la OTAN
Tras la desintegración de la URSS y la disolución del Pacto de Varsovia, la OTAN había perdido su razón de ser. La firma en 1997 del Acta Fundacional sobre las Relaciones de Cooperación y Seguridad Mutuas produjo un cambio en la percepción de Rusia, que pasó a ser aliado. Pero tras la intervención de la OTAN en Kósovo, la extensión de la organización hacia el este y la intervención de Rusia en Georgia en 2007, parecía que todo cambiaría en la Cumbre de Lisboa.
En la Cumbre de Lisboa de 2010, Rusia firmó con la OTAN una Declaración Conjunta, que anunciaba el inicio de una nueva era de cooperación mediante la creación de un espacio común de paz, seguridad y estabilidad en la zona euroatlántica. Esta etapa duraría cuatro años, a raíz de la revuelta de la plaza de Maidán y la destitución de Víctor Yanukóvich. Putin lanzó su ofensiva contra Ucrania, que había solicitado el ingreso en la OTAN, mediante la anexión de Crimea y el apoyo ruso a los rebeldes de las autoproclamadas Repúblicas de Donetsk y Lugansk.
La cumbre de Madrid, «el renacimiento»
Del Concepto Estratégico de Lisboa, que calificaba a Rusia de aliado, se ha pasado al de Madrid, en el que se le considera como agresor y principal enemigo de la Alianza. La Cumbre de Madrid ha sido condicionada por la guerra de Rusia contra Ucrania, que ha hecho que la OTAN vuelva a considerar a Rusia como enemigo, de manera oficial. La decadencia de la URSS, sumado al esplendor chino, desplazó el foco de EEUU a la región Asia-Pacífico. Pero el reciente ataque a Ucrania, ha dado a la OTAN una nueva razón de ser y la posibilidad de demostrar que no está muerta. Claves de la cumbre de Madrid:
Octavo Concepto Estratégico adoptado en Madrid
El octavo concepto estratégico adoptado en Madrid considera que Rusia “es la amenaza más importante y directa para la seguridad de los aliados y para la paz y estabilidad en el área euroatlántica. Busca establecer esferas de influencia y control directo a través de la coerción, la subversión, la agresión y la anexión. Utiliza medios convencionales, cibernéticos e híbridos contra nosotros y nuestros socios. Su postura militar coercitiva, su retórica y su voluntad demostrada de utilizar la fuerza para perseguir sus objetivos políticos socavan el orden internacional basado en normas”.
Aumento de las capacidades de defensa, disuasión y subida del gasto
La Alianza ha subrayado la necesidad de “reforzar significativamente nuestra disuasión y defensa como columna vertebral de nuestro compromiso del artículo 5 de defendernos mutuamente”. Biden comunicó en la Cumbre de Madrid la decisión de duplicar la presencia de tropas norteamericanas en países de la Europa Oriental cercanos a las fronteras con Rusia y apoyado la decisión de la Alianza de elevar hasta 300.000 soldados los efectivos de la fuerza de despliegue inmediato.
Para que la OTAN pueda hacer frente a sus múltiples retos, la Cumbre de Madrid ha presionado a sus socios para que cumplan el compromiso asumido en Gales 2014 de dedicar, a partir de 2024, un mínimo del 2% de su PIB al presupuesto de Defensa. Solamente 8 Estados miembros lo han cumplido, otros 9 están en vías de cumplirlo y el resto está aún muy lejos de lograrlo.
China, novedad en el Concepto Estratégico
Una de las novedades del Concepto es la referencia a China, no citado en la Cumbre de Lisboa, añadida por la presión de EEUU, por su creciente influencia en Asia-Pacífico. “Las ambiciones declaradas y las políticas coercitivas de la República Popular China desafían nuestros intereses, seguridad y valores, China emplea una amplia gama de herramientas políticas, económicas y militares, parta aumentar su presencia global y proyectar su poder, mientras permanece opaca sobre su estrategia, intenciones y desarrollo militar de operaciones híbridas y cibernéticas maliciosas y su retórica de confrontación y desinformación tienen como objetivo a los aliados y dañan la seguridad de la Alianza”.
Además, la OTAN advierte que Pekín “busca controlar sectores tecnológicos e industriales clave, infraestructuras críticas, y materiales estratégicos y cadenas de suministro. Utiliza su influencia económica para crear dependencias estratégicas y aumentar su influencia. Se esfuerza por subvertir el orden internacional basado en reglas, incluso en los dominios espacial, cibernético y marítimo. La asociación estratégica cada vez más profunda establecida entre la República Popular China y la Federación de Rusia, y sus intentos de reforzarse mutuamente con el objetivo de socavar el orden internacional basado en normas, van en contra de nuestros valores e intereses”.
Pekín respondió acusando a la Alianza y a EEUU de querer crear una especie de OTAN en la región de Asia-Pacífico en contra de China, construyendo una red defensiva con democracias como las de Australia, Corea del Sur, Japón y Nueva Zelanda, como muestran la presencia en Madrid de los respectivos presidentes de Gobierno de estos Estados.
Suecia y Finlandia
En la Cumbre se ha iniciado el proceso de ingreso de Finlandia y de Suecia en la OTAN. La invasión de Ucrania ha provocado un súbito cambio de opinión en los Gobiernos y la opinión pública de estos dos países de arraigada vocación neutralista y les ha llevado a solicitar, por motivos de seguridad y supervivencia, su incorporación a la Alianza, pese a las amenazas de Rusia.
Sus peticiones fueron bloqueadas por Turquía inicialmente. Recep Tayyip Erdogan les exigió para levantar su veto una serie de concesiones, que los interesados se han visto forzados a dar mediante un Acuerdo trilateral: consideración como terrorista del PKK kurdo, retirada de apoyo al YPG kurdo en Siria, compromiso de luchar contra el terrorismo y el crimen organizado transnacional y levantamiento del embargo de suministro de armas, establecido tras la adquisición por Turquía de sistemas antimisiles rusos incompatibles con los de la OTAN. Estados Unidos, a su vez, ha accedido a suministrar a Turquía aviones de última generación que hasta ahora le había negado.
Cumbre de la OTAN en Madrid. España no consigue sus objetivos
España no ha conseguido sus dos objetivos fundamentales en la Cumbre: la potenciación del flanco Sur y la cobertura de Ceuta y Melilla por el paraguas de la Alianza mediante el artículo 6 del Tratado de Washington. A ello se ha debido en buena medida a la debilidad diplomática del Gobierno de Sánchez y la inexistencia de una agenda geopolítica internacional. Sumado a la división interna entre los miembros del gobierno, parte de ellos, han prodigado declaraciones y manifestaciones en contra de la OTAN.
Flanco Sur
España lleva años insistiendo sin éxito en que la OTAN preste atención a los riesgos generados en el Flanco Sur de la Alianza y potencie su presencia en ella. El nuevo Concepto Estratégico se ha limitado a hacer una declaración genérica, al afirmar que “los conflictos, la fragilidad y la inestabilidad en Oriente Medio, Norte de África y el Sahel se enfrenta a retos de seguridad, económicos y políticos que están interconectados”. Se trata de una afirmación, pero sin efectos reales. Mientras el yihadismo no deja de avanzar en el Sahel, y los gobiernos son disputados entre Rusia y Occidente.
Ceuta y Melilla
Otra de las legítimas reclamaciones de España era que la Alianza reconociera que las españolas ciudades de Ceuta y Melilla quedaban resguardas bajo el paraguas de la OTAN. Pero no ha sido el caso, ya que el artículo 6 del Tratado de Washington, no ha sido modificado: «se encuentran bajo el ámbito territorial de la Alianza los territorios de los Estados Partes situados en Norteamérica y en Europa, así como en las islas pertenecientes a dichos Estados situadas en la región del Atlántico al norte del Trópico de Cáncer», incluye a Canarias, pero excluye a las ciudades geográficamente africanas de Ceuta y Melilla.
En cuanto a protocolo la Cumbre ha sido un éxito, ahora si nos centramos en los objetivos… Fracaso total