El 16 de mayo de 2022, Zelenski anunciaba la salida de 265 militares ucranianos atrincherados en la acería Azovstal, el último reducto de importantísima resistencia en la ciudad portuaria de Mariúpol. Mientras, la viceprimera ministra ucraniana, Irina Vereshuk, anunciaba que la «operación humanitaria para salvar a los defensores de Azovstal estaba en marcha». Las primeras horas al conocerse la noticia, mostraban la incredulidad de los expertos, ya que Kiev había anunciado que no rendiría la planta, dada la importancia estratégica de Mariúpol.
Ese mismo día, el 16 de mayo de 2022, el Ministerio de Defensa de Moscú aseveró que se entregaron. «En las últimas 24 horas, 265 militares nacionalistas depusieron sus armas y se rindieron». Una vez conocido el anuncio del Kremlin, las informaciones eran enfrentadas, uno de los dos países había perdido la batalla informativa de Azovstal. El 19 de mayo de 2022, pasados tres días, Ucrania reconocía la rendición de más 700 soldados y Rusia hablaba de 1.600. El 20 de mayo, más de 1.700 soldados ucranianos se han rendido.
Se cree que el número total de tropas en la acería supera los 2500, los que salieron hasta ahora son mayoritariamente soldados, que pueden ser intercambiados. Pero se duda de la situación de miembros del Batallón Azov, ultras, mercenarios, paramilitares y voluntarios de numerosos países. El comandante de Azov, Denos Prokopenkolo, confirmaba el 20 de mayo, que ha ordenado «dejar de defender» la ciudad de Mariúpol, pero su futuro se ve difícil.
¿Qué pasó realmente en la negociación sobre los defensores de la planta?
La rendición de la planta fue retrasada por el gobierno de Ucrania, ya que a Moscú le beneficiaba que los soldados abandonaran pacíficamente la planta. Zelenski, y su equipo, estaban dispuestos a sacrificar a las tropas en la planta con el objetivo de ganar tiempo en el resto de frentes. Y ciertamente lo consiguieron, las tropas ucranianas aguantaron más de 80 días en la planta, lo que supone ejercer un gran retraso a los planes de conquista de Rusia. Además, supieron «engañar» con las conversaciones al Kremlin y estirarlas en el tiempo. Esto ha ayudado a ralentizar la operación Dombás y a mantener a miles de soldados rusos y vehículos blindados en la ciudad, lejos del frente principal del Dombás, donde Moscú, necesita cada soldado.
¿A qué se debe la aceptación de la rendición de los defensores de Azovstal?
Los familiares de los defensores de Mariúpol han llevado a cabo una campaña de presión a nivel global para exigir a Zelenski que acceda a la rendición. Este grupo de personas se ha reunido en el Vaticano con el Papa Francisco, han hablado de cara a cara con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, y consiguieron lanzar su mensaje al mundo en Eurovisión. Olenh Psinkha, líder del sexteto Kalush Orchestra(representante de Ucrania en Eurovisión), aprovechó el certamen para realizar un alegato por los defensores de la planta, «por favor, ayudad a Azovstal de forma inmediata».
Además, el mensaje de Yevhen Sukharnikov, el padre de uno de los combatientes, dio la vuelta al mundo: “mi hijo está ahora allí, en Azovstal, en este infierno, justo ahora, en este momento, mantienen la defensa allí… Lo que está sucediendo allí ahora no es una guerra, es una masacre, es una violación de todas las convenciones, es solo el aniquilamiento de personas sitiadas… Y exigimos la extracción. Exigimos la extracción de nuestra gente, los combatientes de la guarnición, de Azovstal junto con los heridos y los cuerpos de los compañeros caídos».
Los propios soldados de la acería negociaron la rendición con Moscú
Tras las rendiciones se piensa que fueron los propios soldados de la planta los que negociaron con Moscú. Según los medios rusos, el acuerdo entre las tropas y el Kremlin estaba formado por tres cláusulas principales. El trasladado al hospital de Novoazovsk, Donetsk, de los soldados con heridas graves. El resto de los soldados serían enviados a la cárcel de Olenivka, mientras son preparados para ser intercambiados por soldados rusos en manos de Kiev. Y la tercera condición es que fueran miembros de la Cruz Roja a la cárcel, a garantizar el proceso.
División entre los miembros del Batallón Azov
Respecto a los miembros del Batallón Azov, ultras, mercenarios, paramilitares y voluntarios de numerosos países, que se presume que siguen en la planta, la mayoría tendrán que decidir entre «Siberia» o la muerte. El 19 de mayo, Moscú publicó las imágenes de la detención de Denís Muryga, sub comandante de del Batallón de voluntarios Aidar, antes de ser absorbido por el Ejército de Ucrania. En 2014, Amnistía Internacional acusó a Aidar de violaciones de derechos humanos, detenciones arbitrarias, ejecuciones sumarias. Ya se ha confirmado que pasará toda la vida en la cárcel, aunque hay voces en la Duma Rusa que piden la vuelta de la pena de muerte temporalmente.
Este es el destino que puede esperar parte de los combatientes que siguen en la planta, muchos de ellos con nombres y apellidos publicados por Amnistía Internacional. El comandante de Azov, Denos Prokopenkolo, confirmaba, el 20 de mayo, que ha ordenado «dejar de defender» la ciudad de Mariúpol, pero no se sabe si será aceptado por los soldados y el resto de tropas que permanecen allí. Además, Vladímir Putin justificó parte de la invasión a Ucrania, con el objetivo de capturar y «eliminar» a estas personas. Por lo cual, si se entregan, lo mínimo que les espera es la cadena perpetua.
La importancia Azovstal, Mariúpol
El kremlin tenía claro desde el inicio de la guerra, el 24 de febrero, que Mariúpol debía tomarse a cualquier precio. Moscú esperaba que una rápida caída de Mariúpol, posibilitara la ayuda de las tropas rusas encargadas de la ciudad, sobre el Dombás. Esto implicaría rodear el territorio y acelerar la toma de Lugansk y Donetsk. Si conseguían esto rápido, podrían ir en la ayuda del sitio de Kiev, tomando todo el este de Ucrania a su paso, pero la resistencia en Mariúpol, se cree que cambió todo. Ucrania era igual de consciente de la importancia de la ciudad. La experiencia en batallas urbanas nos dicen que hacen falta un mínimo de 5 hombres por cada defensor.
Debemos entender que Mariúpol estaba fortificada debido a estar en medio de la guerra del Dombás, y punto fundamental entre las comuniaciones que aspira a controlar Rusia entre Crimea y la zona. desde la guerra que se inició en 2014, además de ser el centro de operaciones del Batallón Azov. Por esta situación, el Kremlin envío a la ciudad a miles de soldados rusos, tropas de la RPD y combatientes extranjeros. Pero los días pasaban y la ofensiva rusa se ralentizaba en los frentes y los daños comenzaban a ser numerosos en los medios rusos. El kremlin, no conseguía tomar Mariúpol, lo que le impedía rodear el Dombás e ir en ayuda de Kiev.
La operación Dombás
Tras un mes de invasión, Rusia anunciaba que se concentraba en el Dombás y ponía a los soldados chechenos al frente de la operación sobre la ciudad. Las graves bajas causadas al ejército ruso en Mariúpol, junto los otros frentes, y la falta de avances, se cree que obligó a Rusia a salir del norte reduciendo línea de ataque y poder concentrar las tropas en el sur.
Tras la preparación de las semanas anteriores, Rusia iniciaba el «ataque final» sobre el Dombás el día 18 de abril de 2022. Comenzó con múltiples bombardeos continuados hasta la madrugada del día 19 de abril a lo largo de 420 kilómetros de frente. Tras el «barrido inicial» con artillería, el Kremlin desplegó múltiples lenguas de ataque a lo largo del frente. Las lenguas de ataque de la ofensiva rusa desde Izyum(sur de Járkov) busca tres objetivos claros. Primero, avanzar sobre el sur de Járkov, para cortar los posibles contraataques ucranianos. En segundo lugar, avanzar hacia el este, dirección Zaporiyia, con el objetivo de rodear y cortar las comunicaciones del Dombás con el resto de Ucrania. La tercera se abalanza sobre la importante ciudad de Sloviansk, en el norte de Donetsk, esta población sirve de centro operativo de la defensa ucraniana junto a Kramatorsk.
Rusia avanzó en esas direcciones, pero no de la manera esperada, ya que la llegada de armas extranjeras en ayuda de Ucrania ralentizó la ofensiva rusa. Pero tras la rendición masiva en Mariúpol, todo puede cambiar.
Zelesnki hizo lo que muchos piensan que tenía que hacer, pero se agradece que se cuente y no nos tomen como tontos. El gobierno de Kiev sabía que como cayera la planta entre capturados y muertos sería una catástrofe.