El comienzo o retomar algún conflicto siempre da posibilidad a los países de probar nuevas armas o diferentes estrategias de hacer la guerra. La geopolítica internacional está centrada en Ucrania, lo que será aprovechado por los mandatarios para presentar nuevas armas y nuevas formas de combate.
El término guerra híbrida ha pasado de ser un desconocido en los últimos años, a ser la base de la guerra para muchos países actualmente. Además, la penetración de los drones de combate en los principales ejércitos ha trasformado la operativa bélica.
¿Qué es la guerra híbrida?
Una estrategia híbrida o la guerra híbrida es un conjunto de operaciones en el que se utiliza todo tipo de medios y actividades con el objetivo de desestabilizar un territorio y provocar la polarización de su sociedad. Los ataques híbridos más habituales son el terrorismo, ataques informáticos, noticias falsas o el uso de migrantes. Las estrategias híbridas pueden ser llevadas a cabo por ciudadanos, organizaciones o países. Este tipo de estrategias tienen la particularidad de que el agresor se camufle y pueda evitar que le atribuyan el ataque.
La guerra híbrida suele a aplicarse a través de grupos criminales subcontratados por los gobiernos. Los grupos que hacen guerra híbrida en el terreno suelen ser mercenarios, paramilitares, ejércitos privados o ex militares. Aunque hay otros perfiles como: grupos de «hackers», para los ataques informáticos; agencias periodísticas, para la elaboración de estrategias de noticias falsas o traficantes de inmigrantes, para llevar a miles de migrantes a un punto concreto dónde se ejerce presión.
¿Por la guerra híbrida está substituyendo a la guerra tradicional?
Debemos explicar que la guerra híbrida no aparece de repente. La guerra híbrida siempre se ha empleado, lo que pasa que en los últimos años se ha generalizado y se ha creado un concepto que la define. Esto ha provocado el uso habitual de esta palabra y su utilización, cada vez más, en los medios de comunicación. Un ejemplo de utilización lo encontramos en la «Brisa Bolivariana» como ejemplo de guerra híbrida, mediante ataques de falsa bandera. El eje Castro-Chavista ha usado las estrategias híbridas para llegar al poder, desde hace decenas de años.
Esta situación en latinoamericana nos explica la generalización de uso. La guerra híbrida permite hacer daño a un rival militar, económico, ideológico sin mostrar la identidad del atacante. Además, se puede ejecutar operaciones para culpar a un tercero, lo que hace de la guerra híbrida, la nueva guerra tradicional.
Ejemplos de guerra híbrida de EE.UU aplicada en Ucrania, Bielorrusia y Kazajistán
Hasta 2014 Víktor Yanukóvich gobernaba en Ucrania. Se presume que Vladímir Putin buscaba acercar a Ucrania a la órbita de sus aliados mediante negociaciones privadas con el presidente ucraniano. Yanukóvich, pro ruso, promulgo una serie de leyes que alejaban a Ucrania de la Unión Europea y la acercaban a Rusia. Esto provocó movilizaciones en gran parte de Ucrania, denominadas Euromaidan. Estas movilizaciones europeístas y nacionalistas consiguieron derrocar al presidente pro ruso, Yanukóvich. Se presume que estas movilizaciones fueron instigadas y ayudadas por fuerzas extranjeras. Se presume que por EE. UU. y sus aliados, ya que a día de hoy seguimos viendo su interés en acercar a Ucrania a la OTAN.
Las protestas de 2021 de Bielorrusia y las de Kazajistán de 2022 tienen circunstancias en común con las de Ucrania de 2014. Lo primero es que son países de la órbita de Rusia. Lo segundo, todas ellas que siguen un patrón. Comienzan protestas «esporádicas» que las redes comparten en masa. Luego se habla de violencia policial, sea verdad o no, para poner a la gente en tensión y buscar que explote la violencia. Luego los comandos encargados de aplicar la estrategia híbrida mata a un grupo reducido de manifestantes y mediante un aluvión de noticias falsas se culpa al gobierno y a las fuerzas armadas. Y el tercer paso, es la búsqueda de un conflicto abierto en el país, dónde se acusaría a al gobierno pro-ruso de «crímenes contra la humanidad» y similares buscando legitimar una intervención extranjera.
Rusia y la guerra híbrida en Crimea
La operación llevada en Crimea es de mención geopolítica. Rusia puso en marcha una estrategia híbrida o una guerra híbrida para conquistar este territorio. Días antes, durante y en los días posteriores a la entrada de soldados rusos en Crimea, Rusia puso en marcha una campaña de emisión en masa de noticias contradictorias, ataques informáticos, ataques terroristas de falsa bandera y cortes de suministros básicos. El cúmulo de todas estrategias híbridas dañaron la organización de la defensa ucraniana y facilitó la conquista rusa de Crimea. Rusia mostró a la geopolítica global la utilidad de la guerra híbrida como centro de la nueva guerra. La clave del ataque fue la guerra híbrida, la invasión posterior fue a recoger los frutos de una estrategia híbrida aplicada de manera ejemplar.
Drones de combate, el arma fundamental en el siglo XXI
Los drones son vehículos aéreos no tripulados. Cuándo se usan para la guerra se denominan dron de combate o vehículo aéreo no tripulado de combate. El uso de estos aparatos se ha generalizado hasta el punto que todo ejército que se precie tiene drones en todas sus áreas. Entre sus principales beneficios está la substitución de los militares in situ, por su control a distancia. Además, su coste respecto a un caza y su dificultad de ser detectado hace que cada día sea más utilizado. Otro beneficio es su capacidad de adaptación a todas las áreas tanto civiles como militares. Estamos hablando que todas las áreas militares lo están empleando para todo tipo de actividades. Desde reconocimiento, pasando por logística hasta ejecución de ataques.
Debemos conocer que su proliferación es reciente, pero el primer ataque con vehículo aéreo no tripulado de combate se dio en 1980 por Irán. Debemos saber que Irán es un experto en el uso de drones para ataques terroristas, y no duda en difundir su uso entre sus aliados. En 1990 Israel ya los usó para luchar, de manera precisa, contra altos cargos de Hamás y de Hezbolá. Y su popularización llegó con EE. UU. con el empleo de drones para luchar contra el Estado Islámico. Irán, Israel y EE.UU. son los principales desarrolladores de drones en el mundo.
Drones que realizan ataques informáticos
Los conflictos son las situaciones idóneas para probar los nuevos desarrollos de armas de combate. Esto es lo que está pasando en Ucrania. Entre las operativas que han sorprendido a las tropas de la OTAN desplegadas en Letonia, son unos drones capaces de generar en un espacio ataques informáticos múltiples paralelos a todos los dispositivos que se encuentran en esa zona. El avance del dron y de sus utilidades aún no lo alcanzamos a ver.
Marruecos y la compra de drones de combate
En los últimos años, Marruecos se ha lanzado a una carrera armamentística dónde EE.UU. e Israel son sus principales valedores. En el 2020 el gasto militar marroquí se situó en 4.8000 millones de dólares y se espera que para 2022 llegue a 5.600 millones de dólares. Estamos hablando que de 2011 a 2020 Marruecos ha aumentado un 54% las inversiones en material militar. La gran renovación militar marroquí junto al apoyo de EE. UU. está provocando que Marruecos aumente sus pretensiones frente a España.
Entre el material adquirido por Marruecos figuran los drones IAI Heron fabricados por la empresa israelita, Israel Aerospace Industries. Medios Saharauis han publicado que estos drones ya podían haber sido usados contra objetivos del Frente Polisario. Estaríamos hablando, en sus últimas versiones, de vehículos capaces de volar 52 horas sin repostar y pudiendo llegar a los diez mil metros de altitud. Los drones «suicidas» más avanzados en la actualidad.
La implementación de los drones de combate es impresionante para la geopolítica. Como Irán enseña a sus aliado a a hacer ataques con ellos es impresionante, la geopolítica de Irán y los drones van de la mano. Además hacer ataques informáticos con drones de combate es impresionante, periódico geopolítica.