El 10 de noviembre de 202, el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció que finaliza oficialmente la operación anti yihadista Barkhane lanzada en 2014 en el Sahel. “En los próximos días habrá consultas con los socios africanos, aliados y organizaciones regionales para reformar el formato y las misiones actuales de las bases militares francesas en el Sahel y en África del Oeste”, dijo el presidente francés que se da seis meses para finalizar esta nueva estrategia militar.
Macron anunció en 2021 una «transformación profunda» de la presencia militar gala en la región, que pasaba por el fin de la operación ‘Barkhane’, lanzada en 2014 y pilar básico de la estrategia francesa en una región marcada en los últimos años por la creciente inseguridad. «Nuestro apoyo a nuestros socios continuará, pero de acuerdo con los nuevos principios definidos con ellos», ha indicado el mandatario francés.
Situación del Sahel
El Sahel y sus zonas aledañas, se han convertido en el centro mundial del terrorismo islámico. El Sahel se sitúa en el norte de África, comprende una franja que va desde el océano Atlántico hasta el mar Rojo. Atraviesa: Mauritania, Senegal, Mali, Burkina Faso, Níger, Nigeria, Chad, Sudán, Eritrea y Etiopía. A la preocupación del terrorismo se suma el gran aumento de la población y el miedo a que parte de ella se radicalice. Estamos hablando que sólo en Nigeria viven más de 200 millones de personas. Además, las condiciones climáticas extremas y los problemas humanitarios hacen de esta zona un punto crítico internacional. Esta situación preocupa especialmente a Europa por su cercanía, y los problemas que se pueden derivar del avance yihadista.
Mali, el núcleo del Sahel que Rusia ha «quitado» a Francia, sumido en el terrorismo
En el año 2012 el Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad(MNLA) se rebeló contra el gobierno de Malí y declaró la independencia unilateral de Azawad. Esta región corresponde al norte de Mali. El MNLA contó con la ayuda de movimientos yihadistas: Ansar Diner, Boko Haram o Al Qaeda para enfrentarse al ejército. El éxito del avance de esta coalición fue tal, que no tardaron en dominar las principales ciudades del norte de Mali, como Tombuctú. Pero tras la toma de esta ciudad comenzó una guerra abierta entre el MNLA y los yihadistas. Se presume que los Yihadistas aprovecharon la rebelión de MNLA para llevar a cabo su estrategia. Los Yihadistas derrotaron al MNLA y instauraron un califato en el norte de Mali.
Tras la conquista de los islamistas, Mali, solicitó ayuda a la ONU y esta fue concedida. En 2013, el gobierno de Mali, junto a Francia y a una coalición internacional amparada por la ONU, pusieron en marcha la Operación Serval. La operación consistió en recuperar de manos de los islamistas las principales ciudades, del norte de Mali. El apoyo internacional y la intensa intervención francesa consiguieron recuperar las principales ciudades de manos de los islamistas. Tras lograr los objetivos, la operación finalizó en 2014, pero los problemas llegan hasta hoy. La declaración del Gobierno militar de Malí, que derrocó al expresidente Ibrahim Boubacar Keita y tomó el poder en un golpe de Estado en 2020, debilitó, de nuevo, las estructuras de seguridad del país, y fue aprovechado para el refuerzo del yihadismo.
Geopolítica del trigo en el Sahel, el arma definitiva de Rusia con Mali
El trigo, el maíz y el arroz siguen siendo la base de la dieta en todo el mundo. El uso de los alimentos como arma geopolítica nace con el desarrollado de los imperios. Un ejemplo de ello, lo vimos en la Guerra Fría, con EEUU como potencia líder en producción. Esto le permitió acercar a diferentes países a sus intereses a cambio del suministro de trigo. Rusia y Ucrania se encuentran entre los mayores productores de trigo del mundo. Destaca el puesto de Moscú como principal exportador, junto a una Kiev que se encuentra en el sexto lugar. En conjunto, ambos países representan el 27 % del comercio mundial de cereal. La guerra ha agravado la incertidumbre, ha desestabilizado el mercado agroalimentario y ha aumentado aún más los precios globales de los alimentos, lo que pone entre la espada y la pared a gran parte de los gobiernos de África.
Una de las razones que está llevando a aumentar la influencia de Rusia en África, es la capacidad de ofrecer trigo en las negociaciones, arma que no pueden emplear para las negociaciones, otros países. En las últimas semanas, conocimos que Alemania y Francia se retiraban de misiones antiterroristas en Mali. Uno de los motivos es la negativa del gobierno de la junta militar de celebrar elecciones, como le pedían los países europeos desplegados en el país. Pero la otra se debe a presencia de Wagner, grupo paramilitar a sueldo del Kremlin. Se cree que el gobierno del país, habría accedido a la presencia de Rusia frente a la de los países de la UE, por la falta de resultados contra el terrorismo. Además, se ha difundido una corriente ideológica antioccidental y en apoyo a Moscú, que busca convencer a la sociedad maliense del futuro con Rusia.
A cambio, Moscú tiene acceso a reservas estratégicas de metales que se encuentran en el país. Los acuerdos militares son importantes, pero para los países con carencias en el autoabastecimiento alimenticio, la presencia de trigo en las negociaciones, puede decantar la balanza.
Wagner en Mali y la expulsión de las misiones internacionales
En 2019, Rusia, a través de sus paramilitares afines de Wagner, comienza a posicionarse en el país. Para 2020 se produce un Golpe de Estado en Mali y con ello la paralización temporal de la misión extranjera. En 2021, otro golpe de Estado mantiene la paralización de la operativa. Para febrero de 2022, tras constatar la relación del gobierno con Wagner y poner impedimentos para llevar a cabo elecciones, Francia y sus aliados toman la decisión de retirarse de Mali en verano de 2022 y continuar su operación en otros países del Sahel. Rusia ha presionado a Bamaco para que expulse y finalice las misiones internacionales en el país y lo ha conseguido en las siguientes:
Operación Barkhane
La operación Barkhane es una operación militar que comenzó en 2014 para luchar contra el terrorismo en el Sahel y se extiende hasta el día de hoy. Esta operación se puso en marcha tras finalizar la operación Serval, con el objetivo de eliminar a los yihadistas que se mantenían ocultos en la región. Debido al aumento del yihadismo en el Sahel en el 2018, la operación se extendió también a Mauritania, Burkina Faso, Níger y Benín.
La operación es dirigida por Francia y los países vecinos de la región: Mauritania, Burkina Faso, Níger y Mali. Además, cuenta con el apoyo internacional de: ONU, EE. UU. Reino Unido, Alemania, España, Canadá, Estonia, República Checa, Suecia, Dinamarca y la UE. En febrero de 2022, Francia y sus aliados toman, la decisión de retirarse de Mali en verano de 2022 y continuar su operación en otros países del Sahel.
MINUSMA
MINUSMA(Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí) es la única misión de Naciones Unidas que despliega en un escenario donde el terrorismo yihadista es la principal amenaza. Establecida en abril de 2013, MINUSMA tiene el mandato de apoyar la aplicación del Acuerdo de Paz de Argel (2015), proteger a los civiles y apoyar la labor de las autoridades de Mali para estabilizar el país. Con más de 15 610 efectivos civiles y militares, la MINUSMA es esencial para la presencia internacional en Malí, especialmente en el norte y el centro del país. En diciembre de 2017, Naciones Unidas autorizó la coordinación de esta misión con la Fuerza Conjunta G5 Sahel, ya que la MINUSMA le proporciona apoyo operacional y logístico.
El 10 de julio de 2022, el Gobierno de Malí suspendió la rotación de los contingentes militares y policiales de la (MINUSMA) con el objetivo de presionas sobre su marcha.
EUTM
Desde 2013, EUTM Mali asesora y adiestra a las fuerzas armadas del paíspara aumentar su capacidad operativa y que, en un futuro a medio plazo, puedan afrontar los numerosos desafíos —especialmente la amenaza yihadista— que ahogan a su población, además de restablecer la integridad territorial del país y mejorar el control de las fronteras en cooperación con sus socios del G5 en el Sahel. Actualmente, esta misión militar está liderada por Portugal. España despliega 187 militares en la misión, y ha asumido la jefatura de la misión en dos ocasiones (en 2015 y 2018).
La Unión Europea acordó suspender el 12 de mayo de 2022 su misión de entrenamiento militar en Mali, ante el recrudecimiento de las condiciones de seguridad en el país. Además, según las autoridades militares, no hay garantías suficientes, por parte de las autoridades de transición de Mali, sobre la no interferencia del grupo Wagner, la compañía de mercenarios rusos.
Argelia, el fiel aliado de Rusia con conexión directa con Mali
Una vez que Rusia se ha posicionado en Mali y que ha conseguido que el coronel Assimi Goita expulse a las misiones internacionales, comienza el desembarco de Moscú en el país. Bamako habría firmado con el Kremlin, que Wagner se ocupe de eliminar a los terroristas a cambio del acceso a los recursos del país y apoyar a Goita como líder legítimo del país. Pero Rusia, para el posicionamiento efectivo en Mali, necesitó y necesita de su aliado argelino.
Las relaciones ruso-argelinas se establecieron durante la Guerra de Independencia de Argelia y llegan hasta el día de hoy. Rusia colaboró con el envío de armas, medicinas y financiación para ayudar a los movimientos independentistas contra el régimen francés que la controlaba. Argelia tiene una importancia clave en el norte de África. A Rusia le interesa tener a este país como aliado en la región, frente al Marruecos, apoyado por EEUU, en una zona tan relevante para el tráfico de mercancías como es el Mediterráneo. Rusia es el principal proveedor de armas de Argelia. Respecto a las relaciones económicas entre Argelia y Rusia, destaca las inversiones de empresas rusas en los hidrocarburos del país. El kremlin exporta principalmente armas al país africano, Argelia exporta a Rusia todo tipo de minerales.
Se cree que las tropas de Wagner entraron en Mali desde Argelia y desde este país reciben todos los recursos que necesitan. Además, se usará a Argelia para exportar a Rusia los minerales extraídos en Mali.
El Sahel, el Afganistán de Francia
La entrada de Rusia en Mali, es el ejemplo de las políticas incipientes de Moscú en África, destacando ofensiva diplomática en el Sahel. Tras el avance ruso sobre sus excolonias, Francia intenta reinventar su estrategia en el exterior. Descrito de forma habitual como ‘El Afganistán de Francia’, el Sahel ha resultado ser un terreno poco fértil para sus estrategias, criticadas por quedar reducidas a una visión excesivamente militarista.
¿Por qué Francia ha perdido Mali, y se espera que pierda parte del Sahel en manos rusas?
El gran número de misiones antiterroristas a nivel europeo y regional impulsadas desde el Elíseo no han funcionado. En primer lugar, deberían haberse ganado la confianza de la población, especialmente en las zonas rurales, mediante acciones de acercamiento. Segundo punto, asegurar a las personas y sus bienes, disciplinando a los soldados en el respeto del Derecho Internacional Humanitario y los derechos humanos durante las operaciones. En tercer lugar, revisar los acuerdos militares con los distintos socios, especialmente Francia, para corregir y enmendar las deficiencias y promover acuerdos económicos de futuro.
Y el cuarto punto, falta de avances reales contra el yihadismo, que Rusia ha prometido enmendar a Bamako usando a Wagner. Las misiones internacionales tienen límites morales en Occidente, mientras que las operativas de Wagner, no. Si Moscú ordena al grupo paramilitar acabar con el terrorismo, desarrollarán todo un conjunto de técnicas brutales, para conseguirlo. Rusia ha sabido explotar estas deficiencias alcanzando acuerdos con la junta militar de Bamako frente a Francia.
¿Y el resto del Sahel?
La redefinición estratégica gala, puesta en marcha tras la pérdida de Mali, cuenta con otros enclaves para hacer frente a la proliferación yihadista: el entorno del lago Chad y el golfo de Guinea, los dos nuevos puntos calientes de la región más allá de la triple frontera compartida por Burkina Faso, Mali y Níger. Con ese plan en mente emprendió Macron hace dos semanas su gira regional por África Occidental, que le llevó por Camerún, Benín y Guinea-Bisáu. Pero la radicalización yihadista ya no es la única amenaza, también lo es la presencia de Rusia en el Sahel, un actor que no solo interviene de forma directa, sino que lo hace además a través de herramientas ajenas a la legalidad internacional como es Wagner.
El entorno del lago Chad
Chad ha sido un socio histórico “privilegiado” durante las últimas tres décadas bajo la presidencia del difunto Idriss Déby, abatido hace un año en el campo de batalla, según la versión oficial del suceso. Su hijo, heredero del trono chadiano a través de un semigolpe de Estado, representa una continuación de su legado. Con Yamena no hay problemas.
El golfo de Guinea
La estrategia de Níger se ha convertido en un modelo de éxito teniendo en cuenta las graves problemáticas regionales. “Níger tiene la suerte de estar gobernado por autoridades legítimas y, por lo tanto, no está atravesando una crisis política, lo cual es algo favorable para el contexto del país”, indica a este medio Haïdara. La retirada de la fuerza Barkhane de Malí y su llegada a Níger beneficiará a este último país, siempre que las autoridades nigerinas aprovechen las lecciones aprendidas de la presencia francesa en Malí para evitar que se repitan los mismos hechos en este país”.
La operación Barkhane ha sido un fracaso para Francia, tanto la junta militar como la población de Malí han rechazado el apoyo francés después de ocho años en la región. Sin embargo, los ciudadanos malienses sí confían en la ayuda rusa, que tiene cada vez más influencia, y en China en el ámbito económico. Esta situación no ayuda a frenar el creciente sentimiento antioccidental en el Sahel.