El jueves 31 de marzo de 2022 se producía un hecho histórico, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunciaba la emisión al mercado de petróleo, de un millón de barriles al día durante seis meses. Esta medida forma parte de un paquete de iniciativas, por parte del gobierno de EE. UU., para bajar el precio del crudo, que estaría cerca de un 70% más caro que hace un año. La magnitud de la iniciativa, la liberación de 180 millones de barriles de las reservas estratégicas petrolíferas, no tiene precedentes en esas cantidades. Además, hizo un llamamiento a la industria petrolífera del país, para que comience a explotar los 9.000 permisos para perforar ya aprobados. Y por último, un plan para impulsar las energías renovables y la eficiencia energética.
El 16 de julio de 2022 conocimos gracias a Reuters que Arabia Saudí había disparado sus compras de petróleo a Rusia. La publicación coincide con la visita del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al país. Desde la llegada de Biden a la presidencia de USA, el país americano cambió las relaciones con el reino por el asesinato de Jamal Khashoggi. El distanciamiento entre ambos países fue aprovechado por Moscú para mejorar las ya buenas relaciones entre Rusia y Arabia Saudí, pilar de la OPEP+. Y esta organización se ha mostrado clave para elevar los precios del petróleo a Occidente, mientras China e India tienen acceso a precios especiales.
Los destinos del petróleo ruso
Una de las maneras que tienen los países para saltarse las sanciones, es buscar la colaboración de sus aliados. Rusia ha encontrado en China e India, dos países a los que venderles parte del petróleo y gas que intenta evitar consumir Occidente. Estas naciones se benefician de descuentos respecto al precio del mercado, lo que compensa la enemistad que pueden generar las compras a Moscú respecto a EEUU.
China
China ha encontrado en Rusia un fiel aliado frente a EEUU. Debemos tener en cuenta, que en estos momentos, hay dos grandes potencias que destacan sobre el resto, China y EEUU. Los dos países se disputan la hegemonía global, y la Guerra de Ucrania puede ser una oportunidad para el gigante asiático. EEUU sabe que su rival directo es China, y la situación en Europa le está provocando que «descentre su objetivo sobre el gigante asiático». Xi Jinping ha encontrado la oportunidad de beneficiarse del conflicto, a la vez que ayuda a Rusia y debilita las sanciones occidentales sobre su aliado.
China tiene unas necesidades acuciantes de materias primas, para poder seguir manteniendo el crecimiento. Beijing es uno de los principales importadores de petróleo, gas, hierro o cobre y en la situación actual de Rusia, espera aprovecharse, Putin necesita toda la «ayuda» que pueda recibir. El Kremlin depende cada vez más de las exportaciones de materias primas a China, su mayor socio comercial, como salvavidas económico. Debemos tener en cuenta que desde el Covid, las materias primas energéticas han disparado sus precios, y para una economía consumidora intensiva de energía, puede ocasionarle un grave problema. La Guerra de Ucrania da la oportunidad a China de incrementar las importaciones de materias primas energéticas rusas a un mejor precio. En estos momentos, Beijing ya sería el principal comprador de petróleo ruso por delante de la UE.
Rusia se ha convertido en el mayor proveedor de petróleo a China en junio de 2022, representando el 15 por ciento de todas las importaciones y superando a Arabia Saudita», confirmaron los analistas de la entidad energética.
India
Si a las buenas relaciones diplomáticas, añadimos la necesidad de Rusia de buscar nuevos compradores para sus exportaciones de materias energéticas por las sanciones y la búsqueda de India de importar grandes cantidades de energía. Nirmala Sitharaman, Ministra de Estado para Asuntos de Finanzas, Comercio e Industria, ha reconocido que han estado adquiriendo petróleo ruso a través de licitaciones al contado desde que estalló la guerra el 24 de febrero, aprovechando grandes descuentos a medida que otros compradores retroceden. India ha comprado al menos 13 millones de barriles de petróleo ruso desde el 24 de febrero, en comparación con casi 16 millones de barriles en todo 2021. Además, no descartemos que se extiendan estas compras a madera, oro, alimentos y todo tipo de materias primas con capacidad de exportación por parte de Rusia.
Para finales de julio de 2022, Rusia podría convertirse en el mayor proveedor de petróleo de Nueva Delhi, superando a Irak (1,02 millones de barriles diarios en junio) y proporcionando más del 20 por ciento de las importaciones de petróleo del país.
La OPEP+, el arma más eficaz de la guerra económica contra Occidente
La OPEP es una organización que busca regular la producción y el precio del petróleo al coordinar los esfuerzos que hacen sus países miembros, por ejemplo, mediante el establecimiento de cuotas de producción. Los miembros de la OPEP participan en las negociaciones y se ponen de acuerdo respecto a la cantidad de petróleo exportado, lo que tiene una incidencia directa en el precio del barril. Sus miembros son: Argelia, Angola, Guinea Ecuatorial, Gabón, Irán, Irak, Kuwait, Libia, Nigeria, República del Congo, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Venezuela. Estos países controlan el 43% de la producción mundial de petróleo y el 81% de las reservas mundiales.
La OPEP, para aumentar su control sobre los precios del petróleo, estableció en el 2016 un acuerdo con otros 10 países productores: Rusia, México, Kazajstán, Azerbaiyán, Baréin, Brunéi, Malasia, Omán, Sudán y Sudán del Sur. La OPEP+, está controlada por Rusia y Arabia Saudí. Ante la petición de subir la producción de petróleo por aparte de EE. UU., estos se han negado. Debemos tener en cuenta que importantes miembros de la OPEP como Venezuela, Argelia, Libia o Irán son aliados de Rusia y saben que aumentar la producción beneficiaría a EE. UU. y sus aliados. Por este motivo han acordado, en su última reunión, mantener la producción estable.
El desafío de la OPEP+ a la AIE
Casualmente el anuncio de Biden, del 31 de marzo, se produjo antes de la reunión de la OPEP+. EEUU sabía que la OPEP+ no aumentaría destacablemente la producción. Mientras la AIE(agencia defensora de los intereses estratégicos de 31 naciones industrializadas) alerta de «un riesgo real» de que se produzca «la mayor crisis de oferta (petrolera) en décadas», la OPEP+ negó hoy cualquier escasez, y achacó el encarecimiento y la volatilidad de los precios exclusivamente a causas ajenas a su oferta. La OPEP+, no solo habían dejado claro que iban a hacer oídos sordos a las presiones para un aumento más sustancial de la producción de petróleo, sino que también defendieron la alianza con Rusia, que la OPEP forjó en 2016.
Se repite la presión de la OPEP+ a Occidente
Lejos de aumentar su oferta de crudo, la OPEP+ redujo en mayo de 2022 su bombeo hasta 28,51 millones de barriles diarios (mb). 176.000 barriles diarios menos que el volumen de crudo extraído en abril, según los datos publicados este viernes por el grupo de 13 países con sede en Viena. La producción de crudo «declinó en Libia, Nigeria, Irak, Gabón e Irán», admite la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Aunque la OPEP y sus aliados, entre ellos Rusia, acordaron incrementar sus suministros en mayo, de forma moderada, el documento revela que los aumentos de Arabia Saudí (en 60.000 barriles diarios), Emiratos Árabes Unidos (31.000 bd) y Kuwait (27.000 bd) no pudieron compensar la caída de los demás.
Debemos entender que Arabia Saudí basa su riqueza y poder en el petróleo, unos precios altos impulsados por la inestabilidad de la guerra en Ucrania, le llenan las arcas.
La jugada maestra de Arabia Saudí para elevar los precios
Una de las razones de la visita de Biden a Arabia saudí, es aumentar el suministro de petróleo «en las próximas semanas». Pero por el momento la realidad es que los saudíes están sacando un interesante provecho a la situación geopolítica en lo que a la energía se refiere. Riad ha doblado sus importaciones de petróleo de Rusia en el segundo trimestre, según ha informado la agencia Reuters. De esta forma, pretenden emplear el crudo para alimentar las centrales eléctricas que proporcionan la energía necesaria para encender los aparatos de climatización en el país de clima desértico.
De esta forma, los saudíes están aprovechando el importante descuento con el que Moscú vende su petróleo al estar vetado por buena parte del mercado mundial como consecuencia de la invasión de Ucrania. El crudo ruso se vende con un descuento cercano al 30% con respecto al barril de Brent o el Texas Intermediate. Así, entre abril y junio, Arabia Saudí importó 48.000 barriles diarios procedentes de Rusia, el doble que en el mismo periodo del año anterior. En el trimestre, han recibido 647.000 toneladas, cuando en el conjunto de 2021 importaron 1,05 millones de toneladas de petróleo ruso, según datos de Reuters.
La ayuda de Egipto o Qatar a Rusia
Arabia Saudí también importa petróleo desde Egipto quien, a su vez, también ha incrementado los barriles procedentes del país liderado por Moscú. Hay que añadir además otras importaciones desde Rusia a través de Emiratos Árabes, cuyas cifras se desconocen. Así, mientras Arabia Saudí compra a precio rebajado buena parte de los 600.000 barriles diarios que necesita para su producción eléctrica durante el verano, produce más de 10 millones de barriles diarios que puede vender a un precio de mercado mucho más elevado. Esta situación puede obligar de nuevo a Biden, a usar las Reservas Estratégicas de EEUU.
¿Qué son las reservas estratégicas?
El Fondo de Reserva Estratégico de Estados Unidos fue creado en 1975, después de que el boicot de países productores árabes desencadenase la primera crisis energética global. En sus instalaciones almacena casi 600 millones de barriles de petróleo en lugares secretos de Luisiana y Texas. Los presidentes del país pueden recurrir al fondo para calmar a los mercados en caso de guerra o cuando catástrofes naturales golpean infraestructuras energéticas. El pasado anuncio de liberar tanta cantidad de crudo, nos da una imagen de la gravedad y problemas que puede suponer para occidente los altos precios del petróleo.
Es llamativa la estrategia de Arabia Saudí y lo bien que le está funcionando teniendo en cuenta lo grave que se puede poner la situación