¿Por qué Rusia exige el pago en rublos por el gas? Polonia y Bulgaria ante el fin de la dependencia energética de Rusia

El pasado 23 de marzo de 2022, Rusia anunciaba que preparaba una ley que obligaría al pago en rublos, por los nuevos acuerdos de compra de gas ruso, a los estados que han aprobado sanciones internacionales contra el país por la guerra de Ucrania. La Unión Europea rechazó, el 29 de marzo de 2022, la exigencia de Moscú de pagar en rublos por las compras de gas a proveedores rusos, ya que tendría una afectación en gran parte de los países de la UE. La UE esgrimió que los contratos de suministro de gas debían ser respetados y que en ellos especifica que el pago se efectuará en euros o en dólares, motivo por el cual los miembros del G7 y la UE pidieron a las empresas que operan en sus territorios, que no accedan a tales demandas.

El 27 de abril de 2022, Gazprom, la mayor compañía de Rusia controlada por el estado, anunció que interrumpirá el suministro de gas a Polonia y Bulgaria. El motivo esgrimido por la empresa para el corte sería que ambos países no han pagado en rublos como les exigía el Kremlin. Gazprom dijo en un comunicado que notificó a las empresas gasistas: Bulgargaz, de Bulgaria, y PGNiG, de Polonia, sobre la «suspensión del abastecimiento de gas desde el 27 de abril hasta que el pago se haga» en rublos.

¿Por qué Rusia exige el pago en rublos por el gas?

El Kremlin, Banco Central de Rusia y Gazprom, presentaron el jueves 31 de marzo de 2022, al presidente de Rusia, Vladímir Putin, el proceso para la implementación de los cambios necesarios para introducir el cobro en rublos por exportar gas hacia los países que han sancionado a Rusia. El anuncio fue acompañado, además, por las declaraciones del presidente de la Duma, Vyacheslav Volodin, «Si queréis gas, buscad rublos, sería correcto, donde sea beneficioso para Rusia, ampliar la lista de bienes exportados a cambio de rublos: fertilizantes, cereales, petróleo, petróleo, carbón, metales, madera, etc».

El 27 de abril, Rusia hacia efectiva la amenaza, y suspendía los nuevos contratos sobre exportaciones de gas a Polonia y Bulgaria por no pagar en rublos. Se presume que el Kremlin tiene tres objetivos con estas medidas.

Imagen de un letrero en Moscú que muestra la cotización del rublo respecto al dólar y al euro.

Detener la caída del rublo

EEUU, los países de la UE y el G7, tras el ataque de Rusia a Ucrania, pusieron en marcha una serie de sanciones económicas para dañar las finanzas del Kremlin. Moscú sufrió una brusca depreciación del rublo mediante el aumento e incremento de las sanciones. Ante esta situación, Rusia puso en marcha la obligación de pagar en esta moneda. Si los países se ven obligados a pagar en rublos el gas, la demanda de la moneda rusa crecerá, lo que llevará a una apreciación de esta. Rusia busca detener la caída del rublo mediante el sistema de oferta y demanda.

Es cierto que esta medida puede provocar que Rusia no pueda comprar productos en otras monedas, al perder llegada de divisas extranjeras. Pero debemos tener en cuenta una situación, en 2014, cuándo Rusia anexionó Crimea, los países occidentales ya le impusieron sanciones. Se presume que desde ese año, Rusia, ha estado preparando su economía para no depender de estos países y poder «sobrevivir» comerciando con una serie de aliados. Por lo tanto, se cree que esta medida no tendrá un daño excesivo para el Kremlin, ya que se supone que cuenta con una serie de aliados que le permitirán pagar en materias primas, mediante trueque o con otras divisas no occidentales.

Dañar el dólar

La importancia del dólar estadounidense, se determina por el hecho de que los precios y transacciones sobre la mayoría de commoditis (mercancías) a nivel mundial, se realizan con esta moneda. Entre ellos se encuentran el petróleo o el gas, donde el dólar representa más del 80% de los pagos. Esta situación provoca que muchos países demanden y guarden grandes cantidades de dólares, para comprar estas mercancías, sin la necesidad de conversión de divisas. La acumulación de dólares con este objetivo, lleva a la moneda de EE. UU. ha ser la referencia fiduciaria a nivel global. La hegemonía del dólar ha conferido cierta ventaja histórica a EEUU a la hora de imponer ciertas políticas monetarias sin generar una inflación excesiva en su propia economía. Al ser la moneda de referencia, siempre tiene una demanda en el mercado, lo que le permite a EE. UU. imprimir dinero, sin grandes costes inflacionistas.

En respuesta a esto, Rusia busca cambiar la denominación de los precios de las mercancías, desdolarizacióna otra divisa que no sea el dólar o el euro. Esto provocará, que muchos países procederán a comprar menos dólares o euros, o incluso a venderlos, causando un desplazamiento de las reservas a otra moneda, en este caso, al rublo. De acuerdo con la ley de oferta y demanda, esto debilitaría al dólar y al euro, en beneficio de la moneda rusa.

Imagen de un barco gasero en una plata de regasificación al norte de Rusia. El GLP es una las soluciones aportadas por la UE para reducir la dependencia de gas ruso. Aunque el precio del GLP es un 40% más elevado de media.

Buscar la división entre los aliados de EE. UU.

Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, el pasado 24 de febrero, se estima que los países de la UE han transferido a Rusia más de 29.000 millones de euros como pago por las importaciones energéticas de Rusia, principalmente de gas. En 2021, el 40% del gas en Europa procedía de Rusia. La dependencia del gas de la UE respecto a Rusia, difiere por países: República Checa (100%), Letonia (100%), Hungría (95%), Alemania (55,19%), España(15%) o Malta (0%). Determinadas naciones de la UE, no pueden cortar por el momento, las importaciones de materias energéticas rusas. 

La presión de EEUU para que Europa abandone el gas ruso y la exportación de GLP, que dispara el precio del gas, puede ser visto como una oportunidad para el Kremlin. Ya que los costes energéticos europeos se dispararán, mientras EEUU dispara beneficios. No descartemos que algún país de la UE, decida eliminar sanciones o acercarse a Rusia, para evitar la «quiebra» de su sistema energético. Y este podría ser el caso de Austria, país que le tocaba renovar los acuerdos sobre el gas ruso, al igual que Polonia o Bulgaria, pero a diferencia de estos, no se lo han cortado.

La afectación real a Polonia del anuncio de Gazprom

«Todo indica que el 1 de octubre de 2022 se transmitirá gas a Polonia a través del gasoducto Baltic Pipe», señaló Piotr Naimski, secretario de Estado de Polonia. Añadía, «el nuevo gasoducto permitirá traer la cantidad necesaria de gas para la economía polaca de fuentes distintas a Rusia». Con esta infraestructura, el Gobierno polaco dejará de depender de del gas ruso y de los posibles chantajes por su dependencia energética. El gobierno del Partido Ley y Justicia, liderado por el primer ministro Mateusz Morawiecki, anunció el 13 de septiembre de 2021 que el contrato con el gigante ruso Gazprom, que suministraba gas por el gaseoducto Yamal, no sería renovado. Polonia importará gas directamente de Noruega desde octubre de este mismo año, a través del nuevo gasoducto Baltic Pipe.

El gobierno polaco dijo el 27 de abril de 2022 que estaba preparado para afrontar cualquier interrupción de suministro desde Rusia.»No habrá escasez de gas en los hogares polacos», apuntó en Twitter la ministra del Clima, Anna Moskwa. «Desde el primer día de la guerra, declaramos que estamos preparados para la plena independencia de las materias primas rusas», recordó.»Polonia tiene las reservas de gas y las fuentes de suministro necesarias”, sostuvo.

Imagen del proyecto Baltic Pipe.

El gaseoducto Baltic Pipe

El Baltic Pipe es un gaseoducto en construcción desde 2019, que busca crear una nueva ruta de suministro de gas desde Noruega a los mercados polaco y danés. Este proyecto conjunto entre la polaca Gaz-System (empresa pública) y su contraparte danesa Energinet, tiene un coste total estimado de 2.100 millones de euros. Asimismo, el proyecto cuenta con el apoyo de Bruselas, calificándolo «de interés común» y «esencial para la integración de las redes energéticas europeas».

Tendrá una capacidad de unos 10.000 millones de metros cúbicos al año, aproximadamente el equivalente a la cantidad de gas que Polonia importa de Rusia. Además, el gaseoducto está proyectado para abastecer a Suecia, los países bálticos y las regiones de Europa Central y Oriental. Buscando la desconexión respecto al gas de Rusia. Polonia es una de las partes clave del proyecto, ya que hará de central gasista respecto a los países bálticos y las regiones de Europa Central y Oriental. El Gaseoducto Baltic Pipe está llamado a ser una arteria del gas en el norte de Europa, desafiando a la dependencia energética del gas ruso.

Colaboración europea y Polonia como HUB gasista

APolonia aprovechará para ampliar y mejorar su red gasista. Uno de los componentes del Baltic Pipe es la expansión y modernización del sistema de transmisión de gas de Polonia, que implica una serie de actividades en territorio polaco. La importación de gas natural a través del gasoducto marino y su posterior transferencia a los usuarios finales requiere la implementación de una serie de proyectos de expansión en territorio polaco. Polonia lleva a cabo una serie de obras que le permitirán transformarse en un By-pass para el gas en la región. Podrá repartir el gas llegado desde Noruega, almacenarlo e incluso enviarlo a países como Bulgaria. Polonia espera crear una autovía del gas, que evite la dependencia energética de Rusia y garantice las reservas en el norte de Europa.

1 comentario en «¿Por qué Rusia exige el pago en rublos por el gas? Polonia y Bulgaria ante el fin de la dependencia energética de Rusia»

  1. Buen artículo porque hay bastante confusión en otros medios. Yo como vosotros me ciño a la información de la propia empresa Gazprom, y buena puntualiza ión lo de que Polonia había avisado de que no compraría más gas coincidiendo en que sería en rublos.

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