Ley de CHIPS y Ciencia, impulso de EEUU a los semiconductores para competir con China, mirando a Taiwán

El 9 de agosto de 2022, presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó la «Ley de CHIPS y Ciencia», un proyecto que desbloquea 52.000 millones de dólares en subvenciones para impulsar la producción de semiconductores en Estados Unidos y competir con China en la carrera tecnológica. «El futuro se va a fabricar en Estados Unidos», ha afirmado en el acto de firma, en el jardín de la Casa Blanca. El anuncio se produce en medio de la tensión entre China y Taiwán por la visita de Nancy Pelosi.

La legislación supone un gran empujón a la política industrial de Estados Unidos y pretende aliviar una escasez persistente de semiconductores desde la pandemia de coronavirus, que ha afectado a todas las industrias tecnológicas como coches, armas, electrodomésticos o videojuegos. Que aumenta su importancia por la situación en Taiwán, sede de parte de los mayores fabricantes del mundo.

Ley de Chips y Ciencia, impulso nacional, competencia con China

El mandatario demócrata ha asegurado que la inversión histórica en estas piezas en el corazón de la tecnología moderna ayudará a la industria estadounidense a ganar «competencia económica en el siglo XXI», en medio del pulso con el gigante asiático en Taiwán, donde se producen más de la mitad de los semiconductores de vanguardia que se usan en el mundo. 

La Ley fue aprobada por el Congreso de Estados Unidos para otorgar un rol subsidiario al Gobierno Federal en la fabricación de chips y en el desarrollo de investigaciones y nuevas tecnologías en la materia, la cual será firmada el próximo martes 9 de agosto por el presidente Biden. El proyecto sugiere la inversión de 52.000 millones de dólares en subsidios y créditos fiscales para todo tipo de fabricantes globales de chips que establezcan en suelo estadounidense operaciones productivas o busquen expandir las existentes. Además, destina más de 200.000 millones de dólares para la financiación de investigaciones científico-tecnológicas en los ámbitos de robótica, computación cuántica e inteligencia artificial.

En abierta oposición al desarrollo tecnológico chino, el proyecto de ley prohíbe a las empresas beneficiadas por el subsidio expandir sus operaciones a territorio chino durante al menos una década, a menos que se trate de chips de menor tecnología que los destinados al mercado local.

Taiwán, entre EEUU y China.

Colaboración BIGTECH

La aprobación de la ley ya estaba estimulando las inversiones en microchips estadounidenses. Así, por ejemplo, Qualcomm acordó el lunes adquirir semiconductores por valor de otros 4.200 millones de dólares a la fábrica de GlobalFoundries en Nueva York, lo que eleva su compromiso total a 7.400 millones de dólares en compras hasta 2028.Mientras tanto, Micron ha anunciado una inversión de 40.000 millones de dólares en la fabricación de chips de memoria, lo que aumentaría la cuota de mercado de Estados Unidos del 2% al 10%. Dicho desembolso, dicen, se ha planificado con «subvenciones anticipadas» por la ley.

La importancia geopolítica de los chips, China y taiwán

Los chips se utilizan en todo tipo de productos, desde coches y consolas de juegos hasta lavadoras y cepillos de dientes. Forman parte de la sangre vital de la economía global y son vitales para muchas de las mayores industrias del mundo. Pero también escasean, y la escasez podría durar hasta 2023. Debido al aumento de la demanda de varios dispositivos finales, los fabricantes han aumentado sus actividades de adquisición de componentes, y en consecuencia, las capacidades de las fábricas han sido escasas desde 2020.

Taiwán

Los principales fabricantes de chips y semiconductores del mundo tienen su origen en Taiwán, el destino del polémico viaje de la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi. Es que Washington ve como una amenaza la posibilidad de que China absorba la industria taiwanesa, principal proveedor de EEUU en la materia.

Detener el crecimiento de China, inseguridad en EEUU

La escasez global de chips y semiconductores no solo ha llevado al cierre de empresas tecnológicas y ha fomentado la inflación, sino que incluso se ha convertido en una amenaza de seguridad tecnológica insostenible para Washington, que vio con alarma que la tecnológica estadounidense Intel propusiera al Departamento de Comercio de EEUU expandir su capacidad de fabricación de chips al hacerse cargo de una fábrica abandonada en Chengdu, China, informó The New York Times. La intención de la empresa de continuar su expansión en el mercado chino del chip fue el origen del proyecto de ley que pretende volver a posicionar en suelo estadounidense a la industria estratégica del chip, que abarca desde la computación cuántica, pasando por automóviles hasta cafeteras.

Banderas de EEUU y EEUU sobre una imagen de Chips.

Prioridad industria nacional, 37% en 1990, 12% 2020

El Departamento de Comercio de EEUU ya ha dicho que dará preferencia a las empresas que invierten en investigación, nuevas instalaciones y capacitación de la fuerza laboral, en lugar de aquellas que participan en el tipo de recompra de acciones que ha prevalecido en los últimos años. Las disposiciones previstas en la ley evidencian la alarma que existe en EEUU sobre el rol preponderante que ha conseguido China en la industria tecnológica global y muestran la intención de dotar a Washington de un rol más relevante en las industrias de vanguardia a nivel global.

En efecto, mientras EEUU manejaba cerca del 37% de la fabricación mundial de chips y semiconductores en 1990, ese guarismo bajó a 12% hacia 2020, de acuerdo a datos de la Asociación de la Industria de Semiconductores. En forma paralela, en el mismo período, la participación de China en la fabricación aumentó un 15%. Es una adopción de la política industrial que no se ha visto en Washington durante décadas, es la inversión más importante en política industrial que había hecho Estados Unidos en al menos 50 año.

Creciente dominio de China en cadenas de suministro globales clave,

Pero el creciente dominio de China en cadenas de suministro globales clave, como las de metales de tierras raras, paneles solares y ciertos productos farmacéuticos durante la pandemia, se ha sumado a la sensación de urgencia de detener el flujo de fabricación estadounidense al extranjero. China avanza en su plan para desafiar a EEUU como líder global, y la estrategia de la Ruta de La Seda, sigue acumulando poder.

1 comentario en «Ley de CHIPS y Ciencia, impulso de EEUU a los semiconductores para competir con China, mirando a Taiwán»

  1. Estados Unidos es consciente de la necesidad de competir con China en el ámbito científico y tecnológico y esta Ley supone un gran paso. Hay que pensar que si se cierran las exportaciones debido a un conflicto, actualmente EEUU no dispone de los recursos necesarios debido a la escasez de los últimos años

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