El conflicto de Ucrania provoca el miedo de la eliminación o limitación del gas ruso que llega a la Unión Europea. Esta situación ha movilizado al gobierno de EE. UU. y sus aliados, y la llegada de GLP a los puertos de la UE están aumentando. ¿Podría Europa importar el suficiente gas para no depender de Rusia? ¿Problemas de aumentar la importación de GLP?
La manera de vender el gas que no se puede en enviar por gaseoducto, es a través de barcos, en forma de gas licuado(GLP). El GLP puede cambiar el gas que llega a Europa.
Europa y su dependencia del gas
Europa gasta más energía primaría de la que puede producir, por eso tiene que comprar entre otras materias primas, gas en el extranjero. La situación de dependencia energética de Europa se debe principalmente a la situación geográfica, sumado al nivel de vida y a las decisiones políticas que nos ha llevado a esta situación Debemos hacer una aclaración la dependencia energética de los países europeos no es la misma y las fuentes de llegada de materias primas energéticas también es diferente. Mientras encontramos países con dependencia de gas ruso como Lituania(71%) o Estonia(90%) encontramos otros como España, dónde el gas ruso solamente supone el 10% del total del gas importado.
La situación geográfica permite a Europa tener escasos yacimientos, o yacimientos no rentables de gas. Los yacimientos europeos de gas en producción se centran principalmente en el Mar del Norte y en Noruega. Esta situación se añade al nivel de vida europeo, intensivo en consumo de materias primas, lo que hace más acuciante la necesidad de importar materias primas energéticas. Las decisiones políticas también representan un papel fundamental en la situación actual del gas en Europa. En el continente europeo, aún siendo deficitarios en gas, además de aumentar el uso de gas en las ciudades y empresas se promovió la construcción de centrales que usan este combustible para producir electricidad. Todas estas circunstancias explican la necesidad de Europa de importar gas.
Europa en medio de la guerra del gas entre Rusia y EE. UU.
Cuándo hablamos de dependencia energética de gas, Europa aparece en rojo. Pero cuándo hablamos de dependencia económica del gas, es Rusia la que aparece en rojo. Rusia vende el 87% de su gas a Europa. Pero el gas ruso equivale al 37% del que se consumen Europa. Esta situación indica que a Europa llegan otros proveedores de gas y esto es lo que quiere promover EE. UU. para dañar a Rusia mediante una guerra económica. La manera de llevar el gas que no se puede en enviar por gaseoducto, es a través de barcos, en forma de gas licuado. Casualmente EE. UU. es un exportador de gas licuado y cuenta con una serie de navieras especializadas en ello. EE. UU. ha ofrecido sus barcos, y ha solicitado a sus aliados de Oriente Medio, para que traigan GLP a Europa para garantizar el aislamiento del gas ruso.
La Unión Europea cuenta con una infraestructura gasista de primer nivel interconectada. El objetivo de EE. UU. es promover la llegada de gas Europa mediante barcos con gas natural licuado(GLP) Y a través de la infraestructura gasista existente, repartir los nuevos flujos de entrada de gas por toda Europa, evitando consumir gas ruso. Las estadísticas muestran una reducción del gas que llega de Rusia en los últimos meses, a la vez que asciende el consumo de GLP que llega en barco. Por ejemplo, los datos del Sistema Ibérico de Gas, muestran que EE. UU. ya es el segundo proveedor de gas para España y Portugal y su tendencia sigue siendo ascendente.
¿Puede la Unión Europea depender sólo del GLP? ¿Es viable?
La respuesta es sí. Europa tienes las dos claves para no depender exclusivamente del gas ruso. Primero, la geopolítica, la UE tiene una serie de aliados que se han comprometido a llevar GLP a Europa. ¿Es creíble el compromiso? Sí, ya lo están haciendo y se espera la llegada de más barcos de más países. Además, dentro de la estrategia de EE. UU. de guerra económica por el gas contra Rusia, ha solicitado los gaseros de sus aliados. Países del Golfo, Japón o Australia han mostrado su compromiso. También debemos tener en cuenta que estos países son exportadores y sacan grandes beneficios económicos. El beneficio económico, garantiza el acuerdo.
La segunda clave que puede permitir a Europa dejar de depender del gas rusos es la infraestructura. La infraestructura gasista de la UE está interconectada, tiene capacidad de reservas y dispone de una gran cantidad de regasificadoras. Plantas a dónde llegan los barcos con GLP. Las plantas devuelven el GLP a su estado base y se inyecta en la red. Un ejemplo de regasificadora es la que tiene su sede en Mugardos(A Coruña). Esta instalación se ha especializado en barcos gaseros estadounidenses y el año pasado dobló sus inyecciones de gas a la red a partir de GLP.
¿Es viable para la UE no depender del gas ruso?
La UE puede funcionar sin gas ruso, pero el coste podría ser excesivo. Estamos hablando que los costes del GLP son un 40% más elevados que los del gas que recibimos por gaseoductos. Esta diferencia de precio puede hacer inviable, por lo menos actualmente, no importar gas ruso. Pero en los próximos años la situación puede cambiar. La decidida, pero arriesgada apuesta de la UE por las renovables va a reducir la dependencia energética. Además, se espera la puesta en marcha de un nuevo gaseoducto en el sur. Este gaseoducto aumentaría la actual conexión que tiene Argelia con España y reduciría, en menor medida, la importación de gas ruso. Ya que desde España se podría redistribuir por los países de la UE.
Supondría un cambio para el orden mundial. Ya que los flujos de capital alterarían el mapa actual. Pero el camino para Europa debe ser las renovables y el ahorro. Aunque será difícil. Otra manera sería jugar bien las cartas de la geopolítica y cambias GLP por apoyo internacional.