Las tensiones geopolíticas entre Ucrania y Rusia se extienden. La semana pasada, representantes de la OTAN y del gobierno ruso, se reunían en Ginebra para buscar una salida al conflicto ruso-ucraniano. La reunión acabó sin acuerdo y las tensiones no han dejado de producirse. Rusia, a través de sus medios de comunicación, ha informado que no permitirá que Ucrania se una a la OTAN. El gobierno informó que no permitiría la implantación de bases militares de la organización dirigida por EE. UU. cerca de su frontera, o sea, en Ucrania.
Este comunicado nos daba una idea de cuáles son las intenciones de cada uno de los participantes en el conflicto. Los intereses anglosajones, dirigidos por EE. UU. y Reino Unido, buscan extender su modelo económico, social, político y militar sobre Ucrania. Su objetivo es extender modelo cultural-consumista anglosajón sobre Ucrania y crear una nueva base militar apuntando directamente a Moscú. Por otro lado, Rusia quiere extender su área de influencia sobre Ucrania y evitar que este país ingrese en la OTAN bajo la tutela anglosajona.
¿Cuáles son los intereses de Rusia en Ucrania? ¿Por qué hablamos de intereses anglosajones en Ucrania? ¿Qué es la Commonwealth?
Intereses de Rusia en Ucrania
Ucrania es un país que marca la geostrategia en Europa desde hace muchos años. Su situación en la frontera de Rusia la pone en el centro de los intereses de la «Nueva Guerra Fría» o la «Guerra Fría 2.0». La Guerra Fría fue un enfrentamiento total (económico, militar, político,…) divido en dos bandos: el bloque occidental-capitalista encabezado por EE. UU. y el bloque oriental-comunista dirigido por la URSS. La Unión Soviética y los EE. UU. comenzaron a competir por la influencia en Europa, América Latina, Oriente Próximo y los estados recién descolonizados de África y Asia. La geostrategia actual de EE. UU. y Rusia no difiere mucho la de aquellos años.
Parece que la historia se vuelve a repetir. El duelo geopolítico entre EE. UU. y Rusia ha rebrotado por todo el mundo. O se puede decir que nunca dejó de haberlo. En África la reciente firma de acuerdos entre Marruecos y EE. UU. frente a la alianza que tiene Rusia con Argelia. En Oriente Medio la firma de los Acuerdos de Abraham por parte de EE. UU. e Israel frente a la alianza de Rusia con Siria o Irán. En Asia, el acercamiento de Taiwán a EE. UU. frente a los acuerdos de Rusia con China. Y en Latinoamérica, los acuerdos de EE. UU. con el Brasil de Bolsonaro frente a la alianza de Cuba y Venezuela con Rusia. Y el último campo de batalla de este clásico enfrentamiento es Ucrania.
El gobierno ruso, por seguridad nacional, no puede permitir tener aliados de EE. UU. cerca de sus fronteras. En 2014 la incorporación a la OTAN de las ex repúblicas socialistas, Estonia, Letonia y Lituania supuse un duro golpe para Rusia, la cual no va a permitir que se haga lo mismo con Ucrania. Ucrania hace frontera con Rusia y si se alía con EE.UU. , la OTAN podrá poner una base militar con los misiles apuntando a Moscú. La propuesta de Rusia de despliegue militar en Cuba o Venezuela explica muy bien esta situación, tiene como objetivo mover el plano hacia América, llevando el miedo a los ciudadanos de EE. UU. con la posible instalación de misiles que lleguen a ciudades de EE. UU. La jugada es un acierto, Rusia avisa a EE. UU. de que si se acerca a sus fronteras añadiendo a Ucrania a la OTAN, Rusia se acercará a las fronteras de EE. UU. mediante Cuba y Venezuela.
¿Por qué hablamos de intereses anglosajones en Ucrania?
Hasta 2014 Víktor Yanukóvich gobernaba en Ucrania. Se presume que Vladímir Putin buscaba acercar a Ucrania a la órbita de sus aliados mediante negociaciones privadas con el presidente ucraniano. Yanukóvich, pro ruso, promulgo una serie de leyes que alejaban a Ucrania de la Unión Europea y la acercaban a Rusia. Esto provocó movilizaciones en gran parte de Ucrania, denominadas Euromaidan. Estas movilizaciones europeístas y nacionalistas consiguieron derrocar al presidente pro ruso, Yanukóvich.
Se cree que estas movilizaciones fueron instigadas y ayudadas por fuerzas extranjeras. Se presume que por EE. UU. y sus aliados, ya que a día de hoy seguimos viendo su interés en acercar a Ucrania a la OTAN. EE.UU. y Reino Unido son los principales interesados en que Ucrania no se acercara, para poder extender su modelo cultural-consumista y crear una nueva base de la OTAN. Las protestas de 2021 de Bielorrusia y las de Kazajistán de 2022 tienen circunstancias en común con las de Ucrania de 2014. Lo primero es que son países de la órbita de Rusia. Lo segundo, todas ellas que siguen un patrón.
Estas protestas, que se presumen organizadas desde EE. UU. y Reino Unido, tiene una operativa que explicaremos. Comienzan protestas «esporádicas» que las redes comparten en masa. Luego se habla de violencia policial, sea verdad o no, para poner a la gente en tensión y buscar que explote la violencia. Luego los comandos encargados de aplicar la estrategia híbrida mata a un grupo reducido de manifestantes y mediante un aluvión de noticias falsas se culpa al gobierno y a las fuerzas armadas. Y el tercer paso, es la búsqueda de un conflicto abierto en el país, dónde se acusaría a al gobierno pro-ruso de «crímenes contra la humanidad» y similares buscando legitimar una intervención extranjera. Los países anglosajones, dirigidos por EE.UU. y Reino Unido, están intentando reforzar la Commonwealth .
¿Qué es la Commonwealth?
La Commonwealth es una organización compuesta por 54 países que originariamente comparten lazos históricos con el Reino Unido. Aunque se tiende a pensar que es una institución del pasado, su importancia para los objetivos expansionistas es clave. Muestra de ello es el ingreso de países sin relaciones históricas como Mozambique o Ruanda. O su actualización del nombre como «Mancomunidad de Naciones», con un claro objetivo internacionalista, dejando atrás el origen inglés de la misma.
La manera que tienen actualmente los principales países de la Commonwealth para ejercer su influencia sobre los países menos desarrollados es mediante el idioma, religión, comercio y tecnología. Esto se puede ver en la Declaración de Harare de 1991, dónde junto a otros aspectos destacan: «Aceptar el idioma inglés como medio de comunicación del Commonwealth» o «Reconocer la importancia y la urgencia del desarrollo económico o tecnológico…»
El idioma, la religión, las relaciones económicas y la tecnología son pilares fundamentales en la geopolítica. La Commonwealth fue y es un proyecto dirigido principalmente por Reino Unido y EEUU para mantener el «control» sobre lo que en su momento fue el Imperio Británico. Conseguir que otro país hable tu idioma, siga tu religión, compre tu producto, compre tu tecnología o compre tu armamento es la mejor manera de extender tu poder. Que Australia cancelara los acuerdos con Francia para llevarlos a cabo con EEUU y Reino Unido sólo es una muestra más de la importancia de esta organización. Otro movimiento geoestratégico por parte de EEUU que debilita a Francia, son los recientes acuerdos con Marruecos y otros países africanos.
¿La Francofonía se está quedando atrás?
La Francofonía fue fundada en África en 1970 por excolonias francesas. Conocida como la Organización Internacional de la Francofonía (OIF) fue un objetivo del gobierno francés para ser el contrapeso de la Commonwealth. Esto se adivina al ver que en muchos de los estados que la forman, el Francés no es ni el idioma materno ni siquiera principal. Está formada por 49 estados, cuatro miembros asociados y diez observadores.
Pero sus objetivos no se quedan en los que reconoce la organización, sino que van mucho más allá. Al igual que la Commonwealth, la Francofonía sigue teniendo una importancia destacable. Francia aprovecha esta organización para la creación de relaciones comerciales, políticas, tecnológicas y de todo tipo. Muestra de ello, es que el país galo es la nación europea con más tropas desplegadas en África.
Que novecientos millones de personas hablen la lengua gala, es una riqueza incalculable para Francia. Ya que a la hora de hacer negocios, por ejemplo los países africanos que comparten lengua con el país europeo, usen a Francia de mercado de entrada de sus productos a Europa. O la intervención de Francia en los conflictos africanos, es un escaparate para la venta de material militar a estos países. Francia, a igual que EEUU o Reino Unido, saben la importancia geopolítica actual de mantener estas organizaciones supranacionales activas.
¿Qué es la Iberosfera?
El pasado 21 de diciembre de 2021 la diputada de Vox, Georgina Trías, defendió en el congreso una proposición para fortalecer la unidad y colaboración de los países iberoamericanos. La diputada del partido verde defendió el «desarrollo de un espacio de países de lenguas española y portuguesa de todos los continentes» y argumentó que «más de 800 millones de personas y 30 países comparten las dos principales lenguas ibéricas, hermanas, y configurar este espacio de cooperación es un mandato constitucional».
Actualmente, existen una serie de organismos que buscan estrechar lazos entre la Iberofonía destacando la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). Que aparte de buscar relaciones en la educación, ciencia o cultura también busca estrechar todo tipo de lazos de colaboración en desarrollo, economía o integración. Pero la realidad es que esta organización no consigue llevar a cabo una verdadera organización supranacional. Lo que planteaba la diputada de Vox es buscar una nueva organización denominada «Iberosfera» dónde se siga el ejemplo de la Commonwealth o la Francofonía.
Esta nueva organización, desde el plano geopolítico, sería un coloso a la altura de las organizaciones anteriormente descritas. Crearía una organización que velaría por los intereses de casi 800 millones de personas. Generaría sinergias económicas, militares o sociales y pondría a los posibles países firmantes en una posición de respeto internacional. Provocaciones como la de Marruecos a España serían mucho más difíciles de producirse por la propia integridad de Marruecos.
Os conocí por un enlace que me mandaron a wasap. Me gusta que tratéis temas concretos de actualidad como geopolítica, guerra híbrida y guerra cultural. También muy interesante lo de los anglosajones y sus intereses. Y no conocía lo de la Iberosfera, pero me lo apunto. Me encantaría que el periódico de la geopolítica tratara más puntos de guerra híbrida. Gracias.