Parte I. El 23 de mayo de 2022, el presidente de EEUU, Joe Biden, ha presentado el Marco Económico del Indopacífico(IPEF) en su visita a Tokio. Biden, tras visitar Corea del Sur, llegó al país del sol naciente, en su segunda y última etapa de su primera gira por Asia como gobernante. Su objetivo se centra en la amenaza nuclear norcoreana, las ambiciones geopolíticas de China y la guerra en Ucrania. Además, anunció públicamente que EEUU intervendría militarmente si China invadiera Taiwán». Añadió, «el compromiso de proteger la isla, es aún más fuerte después de la invasión rusa de Ucrania».
El 17 de junio, Vladímir Putin expuso en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, el denominado ‘Davos ruso’, el final del “mundo unipolar” encabezado por EEUU. El presidente ruso habló en el Foro Económico Internacional y afirmó que la era donde Washington tuvo un dominio global “ha terminado”. “Creen que la hegemonía mundial y económica de Occidente es eterna, pero no, nada lo es”, enfatizó Putin. Además, arremetió contra la Unión Europea, a quien acusó de “bailar al son de otros” y perder su autonomía. En tanto que achacó las crisis actuales a malas políticas occidentales y aseguró que Moscú cumplirá su objetivo en Ucrania.
El Imperio de EEUU, la clave tecnológica
La Primera Revolución Industrial supuso el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales de la historia de la humanidad desde el Neolítico. Avanzar desde una economía rural basada fundamentalmente en la agricultura y el comercio a una economía de carácter urbano, industrializada y mecanizada. Su desarrollo en Reino Unido, destacando la superioridad tecnológica, brindó la base de la futura hegemonía anglosajona.
La Segunda Revolución Industrial supuso el despegue final de EEUU en todos los ámbitos. Destacamos los cambios interrelacionados que se produjeron aproximadamente entre 1870 hasta 1914, cuando se inicia la Primera Guerra Mundial. Este proceso se produjo en el marco de la denominada primera globalización, que supuso una progresiva internacionalización de la economía, y que funcionaba de forma creciente a escala mundial por la revolución de los transportes. Ello condujo a su extensión a más territorios que la primera revolución, limitada a Gran Bretaña, y que llegaría a alcanzar a casi toda Europa occidental, Estados Unidos y Japón.
EEUU imperial
La gran acumulación de capital que obtuvo EEUU supuso su posicionamiento como una de las potencias internacionales, al desarrollar una gran industria militar y el comienzo de las intervenciones en el extranjero. Tras el periodo de entre guerras, destacaban dos potencias hegemónicas a nivel mundial: EEUU y la URSS. La Guerra Fría supuso el enfrentamiento entre ambas a lo largo del mundo, la URSS era el contrapeso global al incipiente poder imperial de EEUU. El desmoronamiento de la URSS, culminado con la independencia de las quince Repúblicas de la Unión Soviética entre el 11 de marzo de 1990 y el 26 de diciembre de 1991, cambió todo.
La potencia que «limitaba» a EEUU estaba fuera de juego, y Washington se transformaba en el Imperio más poderoso de la historia. Y la clave de ese poder residía en el control del comercio global. Una vez más, el desarrollo tecnológico y el poder económico de EEUU superó al de sus rivales.
La clave de un Imperio global: el control del mar, el poder sobre el comercio
EEUU comenzó, en 1880, un plan de modernización y desarrollo naval, gracias a la tecnología que permitía construir barcos con cascos de acero. Esta flota consiguió una fácil victoria sobre la española en la guerra hispano-estadounidense de 1898. La construcción rápida de pre-dreadnoughts y luego dreadnoughts en los años siguientes puso a la Armada norteamericana al nivel de las poderosas armadas británicas y alemanas. De esta manera, EEUU comenzó a posicionarse en los principales nodos de transporte marítimo del mundo, asegurando su control del comercio.
La armada creció enormemente al operar en un inicio en dos océanos, destacando en el Pacífico. Al final de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos había incorporado cientos de barcos, incluyendo más de 60 portaaviones de combate y de escolta y 10 acorazados, siendo ya la 1.ª flota del mundo de modo indiscutido. De la mano del desarrollo de su armada, elaboró una estrategia para posicionar bases militares en las principales rutas de comercio. Ejemplo de ello, la apertura, en 1953 en Rota, que le garantiza el control marítimo de las rutas que atraviesan el Estrecho de Gibraltar. Durante el conflicto con la Unión Soviética en la Guerra Fría, la armada siguió avanzando tecnológicamente al desarrollar nuevos sistemas de armamento, barcos y aviones. La estrategia naval de los Estados Unidos cambió y se centró en extender su poder y control a todos los mares del mundo.
Desde el fin de la Guerra Fría, EEUU cambió la atención de una gran guerra con la Unión Soviética a pequeñas operaciones en regiones conflictivas, como en Afganistán desde 2001 hasta 2021, en la Guerra de Irak desde 2003, y en la Guerra contra el terrorismo.
Petrodólar y las «Siete Hermanas»
La tercera clave del desarrollo imperial de EEUU, tras el control de las rutas marítimas y el comercio, es el petrodólar. Durante buena parte del siglo xx, el monopolio petrolero anglo estadounidense fue rebautizado como «The Seven Sisters» (Las Siete Hermanas). La familia Rockefeller controla los conglomerados petrolíferos de ExxonMobil, Chevron, Gulf y Texaco, así como la Amoco, y la corporación mixta entre el reino unido y EE. UU., British Petroleum. También controla parte de Repsol, este dato se debe destacar, ya que la empresa de origen español tenía derechos en la importante faja del Orinoco en Venezuela. Al control sobre parte de las empresas petroleras, se suma la moneda de referencia global.
En 1975, todos los miembros de la OPEP acordaron vender su petróleo sólo en dólares estadounidenses. Cada nación importadora de petróleo en el mundo comenzó a ahorrar sus excedentes en dólares estadounidenses con el fin de poder comprar petróleo.
La importancia del dólar estadounidense, se determina por el hecho de que los precios y transacciones sobre la mayoría de commoditis (mercancías) a nivel mundial, se realizan con esta moneda. Entre ellos se encuentran el petróleo o el gas, donde el dólar representa la mayoría de los pagos. La hegemonía del dólar ha conferido cierta ventaja histórica a EEUU. Al ser la moneda de referencia, siempre tiene una demanda en el mercado y los países tienden a crear grandes reservas de esta moneda para pagar mercancías, lo que le permite a EE. UU. imprimir dinero, sin grandes costes inflacionistas. Además, el uso del dólar en el mercado permite a EEUU sancionar a aquellos países que lo usan en alguna de sus compras o ventas.
El error del Imperio
Pero EEUU cometió un grave error, tras la caída de la URSS, minusvaloró la amenaza de China. En el año 2000, EEUU la consideraba una pseudo potencia regional. En el año 2022, Beijing desafía la hegemonía de Washington públicamente. Y a este suceso hay que sumar otra fecha clave en el año 2000,Vladímir Vladímirovich Putin, accede al poder en Rusia.
Parte II: Vladímir Putin, «el fin del mundo unipolar, liderado por EEUU, ha llegado».
Bueno pero el despertar chino no era esperable, o se podía adivinar. Aunque con esa población se va a. Comer el mundo muy rápido. La pregunta es sí Europa debería abandonar a eeuu y mirar a Beijing