La Guerra de Ucrania debemos entenderla, sin ningún tipo de dudas, como un conflicto internacional de primer nivel. EEUU, Reino Unido, Unión Europea y demás aliados occidentales, están colaborando militarme con Kiev, hasta el punto que han conseguido ralentizar la ofensiva en rusa en el Dombás. A la colaboración armamentística hay que sumar la continúa llegada de voluntarios, mercenarios y paramilitares, por ambos bandos. La Legión Extranjera Ucraniana alberga tropas de más de 60 países y Rusia ha recibido tropas de decenas de países, entre ellos de Armenia, Libia o Siria. De igual manera, Rusia está recibiendo apoyo económico frente a las sanciones de Irán, China o India, entre otros. La internacionalización del conflicto es inevitable.
El pasado martes 26 de abril de 2022, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, dijo en una audiencia en el Congreso el martes que la administración de Joe Biden está decidida a asegurarse de que «Taiwán tenga todos los medios necesarios para defenderse de cualquier posible agresión». La respuesta de China no se hizo esperar. El 27 de abril de 2022, «Deploramos y rechazamos la declaración del secretario Blinken», indicó el portavoz Wang Wenbin, advirtiendo que armas a la isla empujará a la región de Taiwán a una situación de alto riesgo y generará un costo insoportable para Washington. A esta situación de tensión se suma el acuerdo en materia de defensa entre las Islas Salomón y China, señalado por los anglosajones, como un peligro para la estabilidad en el área Asia Pacífico.
La importancia de la región de Asia-Pacífico
Asia-Pacífico es la parte del mundo que se encuentra dentro o cerca del océano Pacífico occidental. Por lo general, incluye gran parte de Asia Oriental, el Sudeste Asiático y Oceanía. El incremento de su población y la incorporación de millones de personas a su actividad productiva, al consumo y a las redes de la economía global constituyen, probablemente, el caso más llamativo de traslación de poder del mundo occidental a los países emergentes que se haya producido desde finales del siglo XIX. En la actualidad, la región engloba más de la mitad de la población mundial y produce un tercio de la riqueza de nuestro planeta. Se prevé que, en el año 2050, más de la mitad de la producción global provendrá de ese continente. Además, Asia es centro de primer orden de ciencia, de tecnología y de innovación, con un peso global que crecerá cuantitativamente en los próximos años.
Por su propia dimensión y por su dinamismo, Asia es un continente del que no puede estar ausente ningún país del mundo que pretenda tener protagonismo en las dinámicas globales contemporáneas. La región Asia-Pacífico se encuentra en el centro de la reordenación geopolítica que anticipa el mundo que viene. China se consolidan como polo de influencia en la comunidad internacional que emerge y se perfilan como elemento clave en el nuevo panorama estratégico. La geopolítica puesta en marcha por los países asiáticos, destacando a China, ha impulsado su poder por todo el mundo. Lo que provoca que la concentración de poder y mando en esta zona. Esta circunstancia hace temer a EEUU y sus aliados, su posicionamiento en el orden mundial.
El apoyo de China a Rusia
Debemos entender que China tiene unas necesidades acuciantes de materias primas, para poder seguir manteniendo el crecimiento. China es uno de los principales importadores de petróleo, gas, hierro o cobre y en la situación actual de Rusia, espera aprovecharse, Putin necesita toda la «ayuda» que pueda recibir. El Kremlin depende cada vez más de las exportaciones de materias primas a China, su mayor socio comercial, como salvavidas económico. Debemos tener en cuenta que desde el Covid, las materias primas energéticas han disparado sus precios, y para una economía consumidora intensiva de energía, puede ocasionarle un grave problema. La Guerra de Ucrania da la oportunidad a China de incrementar las importaciones de materias primas energéticas rusas a un mejor precio. Y Beijing está dispuesta a seguir colaborando a pesar de las sanciones.
Además, la situación internacional de inestabilidad, puede ser la oportunidad de China de lograr el posicionamiento como primera potencia global. Beijing ha apostado en los últimos años por el multilateralismo, para disolver parte de la influencia que dotaba a EEUU de su unilateralismo, con el objetivo de ocupar su puesto. La recomposición de la economía global, el poder militar o la aparición de nuevas superpotencias han puesto en evidencia el reequilibrio de las relaciones internacionales. La Guerra de Ucrania ha mostrado al mundo esta reconfiguración de intereses y poderes, y los movimientos solo acaban de comenzar. La reunión entre presidente iraní, Ebrahim Raisi, y el ministro de Defensa chino, Wei Fenghe, del pasado 27 de abril, muestra que ambos países, se preparan para dar un paso al frente respecto al equilibrio del poder global.
Taiwán, la respuesta de EEUU a la colaboración de China con Rusia
Ante el apoyo de China a Rusia, EE. UU. ha movido ficha para devolver el golpe al país asiático. EE. UU. ha anunciado públicamente la venta de material militar a Taiwán. El material está formado por un sistema de defensa aérea de lanzamiento de misiles de interceptación, el sistema Patriot. Además, Joe Biden está decidido a asegurarse de que «Taiwán tenga todos los medios necesarios para defenderse de cualquier posible agresión» . Es cierto que la colaboración ha sido llevada a cabo durante los últimos años, pero desde el conflicto de Ucrania, se ha disparado.
En 1949 finaliza la Guerra Civil en China. La victoria por parte del Partido Comunista Chino(PCC) supuso la huida de sus rivales del Partido Nacionalista Chino(PNC) a la isla de Taiwán. El PCC, con su control total de China, considera a Taiwán una provincia rebelde su territorio. China considera objetivo prioritario extender el control sobre esta isla y las presiones militares son continuas. Pero Taiwán ha encontrado aliados en los intereses anglosajones, para que China no acabe controlando esta isla.
Ejercicios militares
Taiwán ha anunciado ejercicios militares con el apoyo de EEUU. Su objetivo es prepararse para una posible invasión de China. Taiwán ha desplegado en su territorio y en islas propias cercanas a China, sistemas balísticos. Destacar los misiles Tien-Kung de fabricación taiwanesa. Misiles Hsiung Feng con capacidad de atravesar los cascos de los buques de la Marina de China y las lanzaderas de misiles tipo crucero, Wan Chien. El riesgo de invasión es real y los taiwaneses temen que se aproveche la tensión del conflicto de Ucrania, para ejecutar la operación. China no ha tardado en responder y ha establecido sanciones internacionales a EEUU por facilitar armamento a Taiwán y anunciar colaboración en los ejercicios militares taiwaneses. Pero los movimientos de EEUU en Asia-Pacífico no se quedan ahí.
AUKUS, la «OTAN de Asia-Pacífico»
AUKUS, una asociación de seguridad trilateral centrada en el Indopacífico creada el 15 de septiembre de 2021. Formada por EEUU, Reino Unido y Australia, busca contrarrestar la influencia regional de China, especialmente en el disputado Mar de China Meridional. El acuerdo permitirá a los tres países compartir información en áreas que incluyen inteligencia artificial, cibernética y capacidades de ataque de largo alcance. Además, de colaborar con Australia en el desarrollo de una gama de submarinos nucleares. Se debe destacar que la alianza está abierta a más países y Japón, Corea del Sur y Filipinas podrían estar en la diana de Washington, para asegurarse su colaboración en la región, frente a Pekín.
Hasta ahora, la Casa Blanca solo compartía con Reino Unido su tecnología de propulsión nuclear, lo que permite a los submarinos estar más tiempo bajo el agua, llevar cargas más pesadas o viajar más rápido y sigilosamente. Ahora, Biden está siguiendo los pasos del expresidente, Barack Obama, centrando su atención y prioridad en la región del Indopacífico, lo que hace de Australia un socio fundamental y un aliado en contra de las posibles amenazas de su rival, China. Para Australia, la posesión de submarinos con alta tecnología nuclear, servirán para crear un efecto “disuasorio» en Beijing y fortalecerá su defensa en la conflictiva región del mar de China Meridional.
Aprovechando la estratégica posición geográfica de Australia, la Casa Blanca ve en Canberra la posibilidad de ampliar su influencia militar en la región, expandir así sus operaciones y poder respaldar cualquier conflicto chino sobre Taiwán o el mar de China Meridional, cuyas aguas son reclamadas casi en su totalidad por Beijing. Esta reclamación es un foco de tensión continuo en la zona. Asia-Pacífico es una parte importante de la economía mundial y ahí es donde están muchos de los intereses económicos de Estados Unidos. El 30% del comercio mundial circula por esa zona.
Acuerdo de defensa entre China e Islas Salomón
El gobierno chino ha declarado la colaboración de EEUU con Taiwán y la alianza AUKUS, una provocación contra Beijing y la búsqueda del aumento de tensiones en la región, con la creación de la llamada «OTAN de Asia-Pacífico». El pasado 20 de abril de 2022 se conocía la respuesta de Beijing a estos movimientos. Islas Salomón firmaba un acuerdo(parcialmente secreto) en materia de defensa con China. Los antecedentes del acuerdo se remontan a 2019. En aquel momento, las autoridades de las Islas Salomón, histórico socio estratégico histórico de Australia, viraron su política exterior, tras cambiar su alianza con Taiwán para reconocer a China. Aquello provocó tensiones tanto con sus socios tradicionales como dentro del país.
Se han filtrado algunos detalles del texto, como las medidas que contempla para permitir el envío de buques y equipos de seguridad chinos a estas islas del Pacífico. El pacto también permitiría a policías armados chinos ayudar a mantener el «orden social» en el país insular, a solicitud de sus autoridades. Las «fuerzas chinas» también podrán proteger «la seguridad del personal chino» y «grandes proyectos en las Islas Salomón». Se especula con la posibilidad de la construcción de una base China, lo que pondría en la diana a Australia. Washington y Camberra han expresado su temor de que China construya una base naval en el Pacífico Sur, permitiendo a su marina proyectar su poderío más allá de sus fronteras.
La pérdida de influencia anglosajona en el mundo es imparable, quiera o no eeuu, China le acabará quitando parte de los aliados que aún le quedan. En el momento que Europa se gire en torno a China en unos años, será el golpe final.
Eeuu está preparando la OTAN global como comentaste en otro artículo, o la OTAN del pacífico. Al final las tensiones existen y se van a cruzar por los apoyos a Rusia o Ucrania.