El 10 de mayo de 2022, la Unión Europea condenaba el ciberataque perpetrado por Rusia contra la red satélite KA-SAT que usa Ucrania en sus comunicaciones, un suceso que tuvo lugar horas antes del inicio de la invasión militar el 24 de febrero. En una declaración en nombre de los Veintisiete, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, vinculó este ciberataque a la agresión iniciada tan solo horas después. «El ciberataque tuvo parte una hora antes de la invasión de Rusia a Ucrania el 24 de febrero de 2022, lo que facilitó la agresión militar.
Este ciberataque tuvo un impacto significativo que provocó interrupciones indiscriminadas en las comunicaciones entre varias autoridades públicas, empresas y usuarios en Ucrania, además de afectar a varios Estados miembros de la UE», ha recogido la declaración. Además, aseguró que junto a sus socios internacionales «está considerando medidas adicionales para prevenir, desalentar, disuadir y responder» ante ello.
La guerra cibernética en torno a Ucrania
El 14 de marzo de 2022, EEUU y la Unión Europea acordaron crear un registro común de ciberataques. La Guerra de Ucrania ha descubierto, para mucha gente, el conflicto abierto que se sucede en las redes. Desde la generalización del uso de internet a nivel global, parte de las acciones de guerra entre países, se produce a través de ciberataques. Según IDC Research, cada día se producen en el mundo 350.000 ataques de malware. Debemos recordar que EE.UU. declaró el estado de emergencia tras un ciberataque a la mayor red de oleoductos del país en 2021.
La guerra cibernética hace referencia al desplazamiento de un conflicto, que toma el ciberespacio y las tecnologías de comunicación e información como campo de operaciones. Tiene como actores principales los estados, para penetrar en los ordenadores o en las redes de otro país, con la finalidad de causar perjuicio o alteración. Busca dañar el acceso a la información y los sistemas del enemigo, a la vez que se protege la información contra los sistemas del atacante. La guerra cibernética está formada por un conjunto de ataques contra sistemas conectados a internet.
Actualmente, los ciberataques son la acción de guerra híbrida más empleada. Recordamos que la guerra híbrida es una estrategia militar en el que se utilizan toda clase de medios o procedimientos con el objetivo de hacer un daño a un rival. Una ventaja de esta estrategia es que el agresor puede evitar que le atribuyan el ataque, sumado a que los ciberataques se desarrollan a distancia, provoca que los hackers unos soldados fundamentales en la guerra moderna. Un ejemplo de ello es la actual Guerra de Ucrania, dónde los bandos luchan en todos los ámbitos del ciberespacio, como ataques informáticos a infraestructuras básicas o el empleo de noticias falsas y desinformación.
La importancia de los hackers para los estados
Los estados invierten una parte de sus recursos de inteligencia, en reclutar hackers de élite que integrar a sus equipos de operaciones. A través de acciones de guerra híbrida los países dañan a sus rivales en todo campo en el que encuentran fallas. Desde ataques a los organismos públicos o empresas, acciones sobre infraestructuras básicas, desinformación o campañas de fake news… La lista abarca todo aquello conectado a la red. Cada país cuenta con grupos de hackers que no dejan de llevar a cabo operaciones para dañar a sus rivales, formando una especie de guerra mundial en internet.
A esa guerra mundial en las redes, se le suma el conflicto de Ucrania, que ha movilizado a toda la escena Hacker global. Docenas de grupos de hackers, tanto nuevos como ya existentes, se han visto impulsados por la invasión rusa de Ucrania y han declarado públicamente su lealtad a uno u otro bando. Por ejemplo, el caso de los mencionados Anonymous, que han atacado instituciones y empresas rusas, posicionándose del lado ucraniano. Debemos estar atentos a la participación de estos grupos en la guerra de guerrillas digitales dada por la invasión de Ucrania, y si provocan una escalada digital del conflicto.
«Ejército Tecnológico de Ucrania»
Mientras Ucrania y Rusia siguen en guerra en el campo de batalla, los hackers de ambos países también han trasladado el conflicto al mundo digital. El propio Gobierno ucraniano incentivó a los expertos a ayudarles en la ciberguerra y, desde entonces, han recibido apoyo desde los países occidentales. Mykhailo Fedorov, ministro de Transición Digital en Ucrania, realizó un llamamiento el pasado 26 de febrero para la creación de un “ejército IT”, para luchar en el frente cibernético de la guerra, centralizado en un canal de Telegram. Dos semanas después acumula más de 300.000 “soldados” y se reparten diariamente objetivos contra Rusia, en este momento el Ejército Tecnológico de Ucrania, ya sobrepasa los 400.000 miembros.
Esta organización creada para colaborar con Ucrania ante los ataques de hackers rusos y aliados, ha llevado multitud de ciberataques contra intereses rusos. La forma más habitual de llevar a cabo estas acciones son los ataques DDoS o de denegación de servicio, consistentes en sobrepasar las capacidades del servidor que aloja una determinada web o servicio realizando miles de peticiones de acceso de forma simultánea. Es una manera relativamente sencilla de tumbar una web y que ni siquiera necesita que haya miles de “hackers” delante de sus ordenadores accediendo al objetivo, dado que se llevan a cabo con redes zombis de ordenadores infectados por “malware” que participan en el ataque sin que el legítimo propietario, tenga conocimiento de ello.
Pero también han llevado a cabo con éxito ataques más complejos, contra la propia web del Kremlin, contra medios de comunicación cercanos a Moscú, frente al servicio penitenciario de San Petersburgo o contra bancos e instituciones financieras a través de las cuales el Kremlin, se saltaría las sanciones.
El ciberataque a la red satélite KA-SAT de Ucrania
El ciberataque ruso contra la red satélite KA-SAT, que usa Ucrania en sus comunicaciones, supuso una ventaja para el Kremlin en las primeras horas de la invasión. Los defensores tuvieron dificultades añadidas de coordinación para coordinar la respuesta, lo que permitió a Moscú sorprender con su incursión inicial. Los ciberataques son armas fundamentales en la guerra actual y todo ejército cuenta con sus unidades, y las tropas rusas estám a la vanguardia de est tipo de guerra híbrida.
Fancy Bear
Este grupo de hackers, presuntamente, trabajan a sueldo del Kremlin. Debemos mencionar, que Rusia fue uno de los primeros países en generalizar las unidades de hackers en sus ejércitos, dedicados exclusivamente a la batalla digital. La utilización de estos grupos, por parte de Putin, es básica en todos sus ataques. Su eficacia la conocimos en la guerra ruso-georgiana de 2008. Fue un conflicto armado entre Georgia, de un lado, y Rusia, con el apoyo de las autoproclamadas repúblicas prorrusas de Osetia del Sur y Abjasia. Se le atribuye a Fancy Bear, el pirateo del Gobierno de Georgia poco antes del ataque, dificultando la organización de la resistencia.
Los expertos hablan que también han dejado su huella en Ucrania desde el 2014. Fancy Bear, habría deshabilitado una parte de la artillería de Ucrania a través del pirateo de una aplicación que usaban determinados carros de combate. En la Unión Europea también son conocidos, son los señalados de interferir mediante desinformación y fake news en las elecciones de múltiples países de la UE. También se cree que son utilizados por el Kremlin para monitorizar, amenazar y perseguir a manifestantes y periodistas contrarios al régimen.
Aquí occidente lo tiene difícil ante los hackers que pueden aportarle a Rusia China e India. Además de tener a los Coreanos e Iranís que llevan años en guerra con EEUU.