La reina Isabel II murió a los 96 años en su residencia de verano de Balmoral en Escocia, Reino Unido, tras una larga trayectoria como monarca activando el protocolo de sucesión denominado Operación Puente de Londres. Se trata del adiós de una reina querida y admirada por el pueblo británico que ha cubierto con su reinado 70 años de la historia nacional. Mostró un gran sentido del deber y desempeñó su labor con una profesionalidad y geopolítica incuestionable, lo que le otorgó una importante autoridad moral sobre el resto de la Familia Real y sobre el propio pueblo británico. Su reinado fue incuestionable y reforzó el papel de la Monarquía británica como garantía de estabilidad política y social en Reino Unido.
Subida al poder de Isabel II
La reina Isabel II sucedió a su padre Jorge VI en 1952 y desde entonces ha nombrado a todos los primeros ministros durante 70 años desde Winston Churchill hasta Liz Truss. Su acceso al trono llegó tras un proceso que comenzó con la inesperada abdicación de Eduardo VIII en 1936 y la llegada al trono de su padre, justo en un momento muy delicado como el marcado por la Segunda Guerra Mundial.
La princesa Isabel, un faro para Reino Unido
La joven princesa tuvo que afrontar también esta situación y mostró su férreo carácter, incluso ofreciendo su apoyo durante la contienda bélica como mecánica de coches en el Servicio Territorial Auxiliar. En 1947 se casó con Philip Mountbatten, que pasaría a ser el duque de Edimburgo, y la noticia de su enlace fue una pequeña alegría para el pueblo en aquellos duros tiempos de posguerra marcados por el racionamiento y la austeridad tras una Segunda Guerra Mundial en la que se combatió contra el régimen de la Alemania de Adolf Hitler, una lucha que era básicamente por algo tan importante como la libertad mundial ante la amenaza nazi, y en la que Reino Unido, como otros muchos países, sufrió los estragos de la guerra y de los bombardeos.
Estabilización y afianzamiento del reinado de Isabel II
Isabel II fue afianzando su reinado y otorgando estabilidad a un país durante los años de incertidumbres e inestabilidad que siguieron a la Segunda Guerra Mundial y que marcaron la etapa de la Guerra Fría, una etapa caracterizada por el enfrentamiento internacional entre el Occidente capitalista y democrático liderado por Estados Unidos y con Reino Unido como gran referente, y el Este comunista y sometido a férreos sistemas de partido único que comandaba la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Recuperación del prestigio de la Corona Británica gracias a Isabel II
Isabel II heredó una Monarquía británica que había visto durante siglos perder su potencia internacional, el imperio británico decaía, pero logró mantener el prestigio de la Corona británica. El papel político de todos los reyes y reinas de las monarquías en la época moderna ha ido perdiendo peso, pero en el caso de Isabel II la influencia social popular y también moral sobre las diversas capas políticas se ha mantenido gracias a su sentido del deber y su “profesionalidad” a la hora de desempeñar su tarea como reina de Inglaterra. Siempre mostró una gran entereza, a pesar de ciertos momentos difíciles familiares como en el año 1992, el “Annus Horribilis” de la Monarquía británica.
Isabel II: maestra en geopolítica
Isabel II siempre se encargó de mostrar un firme compromiso con la Commonwealth y sus miembros, además de su firme apoyo a los mismos y a la propia organización que viene a ser una mancomunidad de naciones, antiguamente denominada Mancomunidad Británica de Naciones, compuesta por más de 50 países soberanos independientes y semiindependientes que comparten lazos históricos con el Reino Unido. Incluso cuando sus propios primeros ministros habían perdido la fe en la propia Commonwealth, Isabel II, como jefa de Estado británica y cabeza visible de la propia Commonwealth, ejerció de mediadora entre los propios Estados miembros y proporcionó soporte y ofreció diálogo incluso a miembros de la Commonwealth enfrentados al Gobierno británico.
Además de tratarse del reinado más largo de Reino Unido y de todos los importantes hechos históricos vividos por Isabel II, la reina reforzó la monarquía británica y se ganó el respeto de todo su país. Su muerte cambiará la geopolítica…