Parte I: El 15 de mayo de 2022, Finlandia anunció oficialmente su intención de entrar en la OTAN. Mientras, en Suecia, el Partido Socialdemócrata, que encabeza el Gobierno de Estocolmo, también comunicó que apoyará el ingreso del país nórdico en la OTAN. La ampliación de la Organización Atlántica, requiere del consenso de los 30 estados socios
El 13 de mayo de 2022, ante los rumores de entrada de ambos países en el proceso de membresía de la OTAN, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, dijo que su país no vía de forma favorable la entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN. Aludiendo el supuesto respaldo a «terroristas»(refiriéndose al PKK) de esas naciones nórdicas. «Seguimos atentamente los acontecimientos relacionados con Suecia y Finlandia, pero no tenemos una opinión favorable», añadió Erdoğan.
OTAN
La Organización del Tratado del Atlántico Norte es una alianza militar intergubernamental que se rige por el Tratado de Washington, firmado el 4 de abril de 1949. La organización constituye un sistema de defensa colectiva. Los Estados integrantes acordaron defender a cualquiera de sus miembros que sea atacado por una potencia externa. En 1949, en plena posguerra de la Segunda Guerra Mundial, en Occidente se veía con preocupación la política expansionista que estaba siguiendo la Unión Soviética. Era evidente que la Organización de las Naciones Unidas no podría ser capaz por sí sola de mantener la estabilidad en el mundo, ya que las propuestas de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad eran rechazadas por los numerosos vetos soviéticos.
La aparición de gobiernos comunistas en Europa Central y Oriental por influencia soviética aumentaba la presión en Europa Occidental. Entre 1947 y 1949, tras la marcha de las tropas estadounidenses y canadienses que aún se encontraban en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, marcaron el punto más alto en la tensión que se estaba experimentando. Estos sucesos fueron amenazas a la soberanía de Noruega, Grecia, Turquía y Checoslovaquia, entre otros. Donde el golpe de Praga de febrero de 1948, fue interpretado como un ataque directo a los intereses europeos. Además, el bloqueo de Berlín, entre junio de 1948 y mayo de 1949, empeoró la situación para los países antes mencionados.
La Unión Europea Occidental
La necesidad de una asociación de países cada vez era más manifiesta, de forma que en marzo de 1948, Francia, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo y el Reino Unido firmaron el Tratado de Bruselas, con el que creaban una alianza militar, la Unión Europea Occidental. Ante la creciente expansión socialista, se decidió generar una alianza defensiva más amplia que la Unión Europea Occidental. Por lo que se llevaron a cabo negociaciones entre EEUU, Canadá y los países de la Unión Europea Occidental, a las que se decidió invitar a Dinamarca, Islandia, Italia, Noruega y Portugal. Tuvieron como resultado la firma del Tratado de Washington, el 4 de abril de 1949, por la que se establecían las bases de la creación de la OTAN.
Miembros
La OTAN está actualmente integrada por 30 Aliados: los doce países fundadores (Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Dinamarca, Francia, Holanda, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, el Reino Unido y Portugal), Grecia, Turquía (que se incorporaron en 1952), la República Federal de Alemania (1955), España (1982), Hungría, Polonia, República Checa (1999), Rumanía, Bulgaria, Eslovenia, Eslovaquia, Estonia, Letonia y Lituania (2004), Albania y Croacia (2009), Montenegro (2017) y Macedonia del Norte (2020).
De acuerdo con el artículo 10 del Tratado de Washington, “cualquier otro Estado europeo que esté en condiciones de favorecer el desarrollo de los principios del presente Tratado y de contribuir a la seguridad de la región del Atlántico Norte” podrá ingresar en la organización (artículo 10 del Tratado de Washington). Además, con su adhesión, los países se garantizan la ayuda mutua según el artículo 5 de la Organización.
Artículo 5 de la OTAN
«Las partes acuerdan que un ataque armado contra una o más de ellas, que tenga lugar en Europa o en América del Norte, será considerado como un ataque dirigido contra todas ellas, y. en consecuencia, acuerdan que si tal ataque se produce, cada una de ellas, en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva reconocido por el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, ayudará a la parte o partes atacadas, adoptando seguidamente, de forma individual y de acuerdo con las otras partes, las medidas que juzgue necesarias, incluso el empleo de la fuerza armada, para restablecer la seguridad en la zona del Atlántico Norte».
«Cualquier ataque armado de esta naturaleza y todas las medidas adoptadas en consecuencia serán inmediatamente puestas en conocimiento del Consejo de Seguridad. Estas medidas cesarán cuando el Consejo de Seguridad haya tomado las disposiciones necesarias para restablecer y mantener la paz y la seguridad internacionales».
Neutralidad de Suecia
Antes de lanzar su invasión, Putin concentró miles de soldados cerca de la frontera con Ucrania como un elemento de presión para intentar renegociar la arquitectura de seguridad del continente e impedir la ampliación de la OTAN hacia el este. No funcionó y ha terminado de enterrar la neutralidad histórica que hasta ahora habían intentado mantener Suecia y Finlandia, haciendo muy posible su ingreso en la organización defensiva y ampliándola directamente hasta su frontera. Además, ambos países intentarán sincronizar sus solicitudes para enviarlas juntos.
La neutralidad de Suecia se remonta a hace casi 200 años, cuando la proclamó el rey Gustavo XIV en 1834. Suecia permaneció neutral en las dos guerras mundiales. En 1941 permitió a las fuerzas alemanas pasar por su territorio para llegar al frente en Finlandia y al mismo tiempo protegía a los refugiados del nazismo. La clave de la adhesión de Suecia va de la mano de Finlandia. Tras la decisión de Helsinki, Estocolmo, se ve obligada a seguir su camino, ya que de no hacerlo sería el único país nórdico sin adherirse a la OTAN. Suecia se expondría a una gran vulnerabilidad, ante la presencia de la flota rusa del mar Báltico.
Neutralidad de Finlandia
La política de neutralidad de Finlandia nace tras la Segunda Guerra Mundial. En 1948 firmó con la URSS el Tratado de Amistad, Cooperación y Asistencia Mutua, que prohibía a Finlandia ingresar en la OTAN y ceder su territorio para atacar a la URSS y reconocía su deseo de permanecer al margen de los conflictos entre las grandes potencias. La neutralidad del país responde a la doctrina Paasikivi–Kekkonen (presidentes del país en el periodo 1946-1982). Dicha doctrina pretendía lograr la supervivencia del país como un Estado soberano, democrático y capitalista en la frontera con la URSS.
Para entender esta política, hay que recordar que Finlandia declaró su independencia de Rusia en 1917 después de más de un siglo bajo el dominio de Moscú, cruentas batallas y que ambos comparten 1.300 kilómetros de frontera. Helsinki buscaba la neutralidad entre las potencias dominantes. Tras la disolución de la URSS, Finlandia y Rusia reemplazaron el tratado por un nuevo acuerdo de amistad en el que simplemente se comprometían a resolver pacíficamente posibles disputas.
Aportación de ambos países a la OTAN
Ambas naciones nórdicas son miembros de la Unión Europea, lo que facilita las relaciones con el resto de países miembros de la UE y la OTAN. Sus fuerzas participan regularmente en los ejercicios militares de la organización y son hábiles en la guerra del Ártico. Este punto es fundamental, ya que el deshielo en esa zona del planeta, se espera que provoque una carrera militar por el control de las nuevas rutas marítimas. Además, sus tropas están entrenadas para luchar y sobrevivir en los bosques helados de Escandinavia. Aumentarían significativamente las capacidades de la alianza en el Báltico y el norte de Europa, donde Rusia mantiene una importante presencia militar.
Finlandia cuenta con el servicio militar obligatorio y posee el cuarto mayor ejército del mundo en reserva, con 900.000 tropas. También posee aviones de combate F35, mientras Suecia tiene baterías de misiles Patriot y ha disparado la compra de material militar en los últimos meses. Además, controla el estratégico enclave de la isla de Gotland, en medio del mar Báltico, lo que dará a la OTAN una mayor capacidad en esta masa de agua. La entrada de Suecia y especialmente Finlandia, dará a la OTAN un preparado y profesional ejército ártico.
El miedo colectivo cala lo suficientemente hondo como para que dos naciones, históricamente neutrales, se muestren favorables a la adhesión.
Habrá que ver como se lo toman los rusos en cuanto a su seguridad nacional se refiere.