EEUU se lanza a por las industrias europeas, ya no pueden pagar los costes energéticos

El 3 de noviembre de 2022, el histórico y mayor fabricante de vidrio de Francia, Duralex, anunció la suspensión de la actividad durante un mínimo de 5 meses. Su director ejecutivo lo deja claro, » no podemos seguir en Europa con facturas de gas y electricidad que aumentan un 300% en un año», «no se puede producir así y nos obligan a irnos». BASF, el gran fabricante alemán de productos químicos, anunció el 27 de octubre de 2022 que planeaba reducir su tamaño «permanentemente» en Europa al abrir una nueva planta en China. Los grupos de embalaje Smurfit Kappa y DS Smith están importando papel de América del Norte y anuncian medidas similares.

Mientras tanto, EEUU está desplegando en los mercados industriales toda una ofensiva para atraer a las empresas europeas. A las compras públicas, subsidios, ayudas y energía barata, se suma las inversiones en un modelo verde de producción. Washington no solo se está llevando a la industria pesada europea, está preparando una estrategia con el hidrógeno, para que nunca vuelva a Europa.

La decadencia de la industria pesada en Europa ante la crisis energética

Los altos precios de la energía y la escasez de combustible provocada por la invasión rusa a Ucrania han dañado a la industria pesada europea, la cual es una devorada de recursos energéticos. Las primeras medidas buscaron mejorar la eficiencia energética industrial, y una segunda ola intentó subvencionarlas, pero ni así, los costes energéticos son desorbitados en Europa para la producción industrial.

Industria del papel, aluminio, fertilizantes…

La larga lista de plantas industriales paradas o cerradas, afecta especialmente a aquellos sectores intensivos en el consumo de energía. Por ejemplo, la industria de aluminio primario está al 50% de su producción, al igual que el sector de los fertilizantes. Pero los problemas se extienden a las empresas químicas, papeleras y etc.

A medida que las empresas decidan qué plantas modernizar y cuándo tiene sentido comenzar con una nueva en otro lugar, los costos de energía claramente desempeñarán un papel. Y aquí, aparece EE. UU. Tiene una ventaja crucial sobre Europa: los suministros de gas natural son locales, confiables y consistentemente más baratos, mientras que la brecha de precios ha fluctuado enormemente.

Crisis energética: EEUU corteja a las grandes empresas europeas

EEUU tiene ahora la oportunidad de seducir a las multinacionales europeas, en un momento en que las cadenas de suministro están cambiando. La escasez relacionada con la pandemia combinada con los esfuerzos para reducir las emisiones de carbono, está llevando a los ejecutivos corporativos a reconsiderar los proveedores remotos en jurisdicciones de bajo coste, e invertir en Europa no está en sus planes. La creciente tensión entre China y Occidente también está cambiando y Washington también espera beneficiarse.

EEUU busca corregir la salida de empresas de 1970 y 1980

En las décadas de 1970 y 1980, el aumento de los costes de la energía ayudó a impulsar la caída de la producción de la industria estadounidense. Y muchas de estas empresas buscaron en Europa y Asia un nuevo lugar donde invertir. Pero la revolución del esquisto cambió la dinámica, y la invasión rusa de Ucrania ha sido una llamada de atención sobre la fiabilidad de los suministros. Las tornas están cambiando y EEUU no dudará en buscar el beneficio de sus ciudadanos y empresas, aunque perjudique a sus aliados europeos.

El ejemplo de Shell

Shell, que tomó la decisión en 2016 de construir una planta petroquímica de 6.000 millones de dólares cerca de Pittsburgh, Pensilvania, cerca de una planta de gas natural. El grupo energético con sede en Reino Unido acaba de finalizar la construcción y espera comenzar a fabricar allí plásticos para finales de año, con la intención de cerrar las plantas no rentables en Europa.

EEUU no solo es fracking: energías renovables, hidrógeno verde…

EEUU busca ampliar su ventaja energética con la recientemente aprobada Ley de Reducción de la Inflación. Los entusiastas creen que la energía eólica y solar en EE. UU., así como el hidrógeno verde, que se genera con energía renovable, va camino de convertirse en uno de los más baratos del mundo. “El IRA magnifica las ventajas estratégicas que tiene Estados Unidos. . . y permite que la industria se convierta en un proveedor de energía dominante en la economía baja en carbono”, escriben los analistas de Credit Suisse.

EEUU se está llevando a las empresas por sus reducidos costes energéticos, y las mantendrá alejadas de Europa gracias a una energía verde y barata. Mientras la Unión Europea, dará subsidios a los europeos, mientras su capacidad económica y calidad de vida se hunden.

1 comentario en «EEUU se lanza a por las industrias europeas, ya no pueden pagar los costes energéticos»

  1. Con la crisis energética a las empresas europeas no les compensa quedarse en Europa, su solución pasa por cerrar o continuar fuera, que es lo que busca EEUU con su estrategia. Además, la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación beneficia todavía más a Washington y en Europa ya lo consideran competencia desleal.

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