Marruecos sigue presionando a España mediante acciones de guerra híbrida a través de los migrantes mientras la geopolítica global se centra en Ucrania. El Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí, a los mandos de Nasser Bourita, no deja de buscar aliados militares y apoyos políticos para sus aspiraciones. Sus movimientos para buscar el reconocimiento sobre el Sáhara no cesan y siguen encontrando nuevos aliados. Mientras España no deja de mostrar su debilidad el país Africano avanza decidido hacia sus objetivos.
La gestión de la geopolítica por parte de Marruecos
El país Alauita está demostrando un manejo profesional de las relaciones internacionales. Ha sabido buscar acuerdos con todo tipo de países que le ayudan a avanzar en sus objetivos. Esto es gracias a que el gobierno marroquí ha diseñado un plan para conseguir todas sus aspiraciones.
El plan consiste en la supervivencia del sistema de gobierno de Marruecos y en la expansión del territorio bajo su dominio. La estrategia está creada y dirigida por la Casa Real de Marruecos. Desde la Casa Real marroquí han generado una cúpula dónde integran: terratenientes, dirigentes de empresas estratégicas, líderes tribales y altos mandos militares. Estas personas son las que escriben las bases sobre las que se rige el país y todas sus políticas. Y tienen claro que la geoestrategia es fundamental a la hora de tomar sus decisiones.
Entre sus múltiples objetivos han priorizado los siguientes. Creación de alianzas. Reconocimiento del Sahara Occidental como parte de su territorio. Conquista de zonas en disputa con Argelia, Ceuta, Melilla y posiciones españolas en el Norte de África. Ampliación de sus aguas territoriales, principalmente a costa de España y el Sáhara. Cuándo un país tiene un plan y lo intenta ejecutar sin miramientos ofrece una imagen de fortaleza, y esa imagen es la que Marruecos está exportando al mundo.
La búsqueda del reconocimiento del Sáhara
Desde la ocupación del Sáhara, Marruecos, busca el apoyo internacional sobre la propiedad del territorio. Los dictámenes del TIJ o las reclamaciones a la ONU por pate de los saharauis sobre la ocupación de su tierra, pasan aún segundo lugar cuando tienen aliados importantes que te respaldan. El Reino de Marruecos ha sabido tejer una amplia telaraña de acuerdos para buscar apoyos internacionales sobre su dominio del Sáhara. Ha conseguido el apoyo de más 80 países sobre su ocupación en este territorio, destacando los últimos movimientos. EE.UU se comprometió en 2020 a considerar el Sáhara Occidental como marroquí, a cambio de que Marruecos reconociera el Estado de Israel. Marruecos consiguió el relevante apoyo sobre su reivindicación sobre el Sáhara con los Acuerdos de Abraham, a la vez, que mejoraba las relaciones con Israel.
Otro apoyo recibido por Marruecos en los últimos días sobre su ocupación del Sáhara, vino por parte de Alemania. El país magrebí mantenía rencillas desde abril de 2020 con el país germano, por el apoyo alemán al pueblo saharaui sobre su reivindicación de independencia de Marruecos. El cambio en el estado de las relaciones ha sido anunciado el 22 de diciembre de 2021. Ese día el gobierno africano comunicó «Marruecos pasa página sobre la disputa con Alemania, y el embajador de Rabat regresa a Berlín». El comunicado se debe al reciente acercamiento por parte del nuevo gobierno alemán hacia los intereses de Marruecos en el Sáhara.
Otro apoyo que ha recibido y expuesto por Marruecos en sus redes el 22 de dicembre de 2021 ha sido «Los dos países del Golfo expresan su apoyo explícito y absoluto a la integridad territorial de Marruecos, el Jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan, Príncipe Heredero de UAE y el Jeque Hamad_bin_Issa Al Khalifa rey de Bahrein, en su reciente visita a Marruecos».
El uso de la guerra híbrida por parte de Marruecos contra España
Desde hace años Marruecos usa a los migrantes como estrategia híbrida frente a España y la UE. Cada vez que Marruecos busca renegociar un acuerdo comercial, especialmente pesqueros, moviliza a los migrantes que esperan en su territorio la oportunidad de cruzar. El país Alauí presiona mediante la emisión de pateras o con asaltos a las fronteras de Ceuta y Melilla. Saben que los caladeros marroquís son importantes para las flotas de la UE y que muchas familias dependen de ellos. Si la Unión Europea no renovara estos acuerdos habría relevantes movilizaciones por parte de los pescadores. Otro uso que le da a la emisión de pateras, es la presión al gobierno español para que acepte el Sáhara como marroquí.
Marruecos no solo hace uso de noticias falsas como estrategia híbrida, sino que también es un habitual de la desinformación. En el país africano es usual la aparición en los medios de noticias contradictorias con un claro carácter desinformativo. Por ejemplo cuándo saltan escándalos en la prensa internacional sobre casos de corrupción que afectan al gobierno. Primero crean una serie de noticias que desacreditan las informaciones publicadas con el objetivo de taparlas. A continuación generan una campaña informativa que culpan a sus países vecinos de querer originar malestar en el país con esas informaciones. Por último llevan a cabo un ataque de falsa bandera, habitualmente culpan al Frente Polisario, y movilizan al ejército llevándose la atención de la ciudadanía. En este punto ya nadie presta atención a las noticias iniciales sobre la corrupción del gobierno y aprovechan para generar odio contra sus rivales.
El gobierno marroquí ha permitido a una empresa de su país la instalación de una piscifactoría en aguas españolas de las islas Chafarinas. También ha vendido licencias para la instalación de diez piscifactorías en aguas en disputa frente a islas Canarias. Si esto fuera poco, el país vecino ha sacado a concurso la exploración de yacimientos de hidrocarburos frente a las costas canarias. Una estrategia híbrida más que Marruecos aplica con éxito contra España.
España debe centrarse en defender sus posiciones en Áfeoca y centrarse en la mejora de la geopolítica. Marruecos avanza y España queda estancada en su geopolítica atrasada. Esperemos que el conflicto de auctania fuerce a actuar a nuestros gobernantes.