El pasado 10 de enero de 2022, Gustavo Petro, presentó en Madrid su candidatura a la jefatura del estado colombiano. No es casual la elección de la capital de España para su presentación. Madrid es la capital iberoamericana de la guerra cultural. La presentación el 26 de octubre de 2020 de La Carta de Madrid, pondría a España y en particular a Vox, en el centro de la guerra cultural iberoamericana.
Gustavo Petro, senador y exguerrillero de ideología Bolivariana, estuvo arropado en el acto por el PSOE, Unidas Podemos, UGT, CCOO entre otros partidos y sindicatos de ideología afín. La presentación tenía como claro objetivo recabar el apoyo de la izquierda y extrema izquierda española en su batalla cultural por devolver a Colombia al eje Bolivariano.
¿De qué hablamos cuándo nos referimos a guerra cultural?
Nos referimos a guerra cultural o batalla cultural cuándo hablamos de un conflicto ideológico entre dos partes. Este echo se da a nivel global en países dónde existen dos posturas generalmente enfrentadas en los principales temas de debate.
Entre los principales temas de debate de la batalla cultural iberoamericana encontramos los siguientes grupos. Sobre cuestiones de la vida: Eutanasia y aborto. En tanto al género y sexualidad: feminismo, movimiento LGTB y legalización prostitución. Respecto a la educación y formación: valores familiares o educación sexual. Sobre Drogas: Legalización, uso recreativo, política de reducción de daños o guerra total contra las drogas. En tanto a la energía y medio ambiente: cambio climático. Respecto a la cultura y sociedad: derechos de los animales, sesgo de los medios de comunicación, multiculturalismo, relativismo moral o corrección política. Y por último, ley y gobernanza: Derecho a poseer armas y oposición a la inmigración.
La guerra cultural tiene dos bandos principales que definiremos de una manera amplia. La izquierda, bien organizada y con una gran experiencia en la gestión de operaciones políticas. Este movimiento también denominado progresista está articulado a través del Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla. Y la derecha, una organización en ciernes y sin experiencia. Este movimiento denominado conservador o neoconservador está en proceso de articularse a través de la Carta de Madrid.
Foro de Sao Paulo y Grupo de Puebla
En 1990 se crea el Foro de Sao Paulo con el objetivo de extender el régimen del partido Comunista Cubano por toda Latinoamérica y el caribe. Fundado en ese año por el Partido de los Trabajadores de Brasil, pero dirigido por Fidel y Raúl Castro. El Foro de Sao Paulo funciona como un encuentro de partidos, organizaciones y grupos políticos de izquierda. Su objetivo en estas reuniones es preparar las estrategias comunes a seguir, para llegar al poder en Latinoamérica y el Caribe. A estos foros han sido invitados grupos considerados terroristas como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia(FARC) o miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN). En el 2019 se forma el Grupo de Puebla como nueva cara del Foro de Sao Paulo. Misma ideología y los mismos miembros.
En 1990 el foro de Sao Paulo sólo gobernaba en Cuba, veinte años después, llegarían a dirigir la mayoría de países de Latinoamérica. El inicio de la ofensiva del Foro de Sao Paulo comienza con la llegada al poder de Hugo Chávez en 1998 en Venezuela. Con la llegada al poder de Chávez se forma el Eje Castro-Chavista, que pondrían a disposición de los dirigentes izquierdistas latinoamericanos una gran cantidad de recursos y estrategias para llegar al poder. Chávez en su llegada al poder, y con la tutorización y apoyo de los Castro, puso en marcha la «Revolución Bolivariana». Una mezcla de marxismo y socialismo que liquidó las bases de la democracia en Venezuela. Este modelo sería el ejemplo a exportar a otros países latinoamericanos, con el objetivo de llegar al poder.
Un ejemplo de estrategia utilizada para llevar a la izquierda al poder en Latinoamérica, de la mano del eje Castro-Chavista, es la denominada «Brisa Bolivariana». Ante la llegada de elecciones a los países latinoamericanos, el eje Castro-Chavista, mandaba comandos paramilitares para crear revueltas y generar crispación. Cuándo la crispación se mostraba en manifestaciones, los comandos mataban a 5 o 6 personas con el objetivo de echar la culpa al gobierno por su «represión» de las protestas. Una vez que el ambiente ya estaba al rojo vivo, los partidos afines al Foro de San Paulo sacaban la bandera de defensores de las protestas y se hacían con el voto ante la desinformación de los sucesos.
El éxito de las estrategias del Foro de Sao Paulo las numeramos a continuación. Lula da Silva en 2002 en Brasil. Tabaré Vázquez en Uruguay en 2004. Evo Morales en 2005 en Bolivia. Michelle Bachelet en 2006 y 2014 en Chile. Rafael Correa en Ecuador en 2006. Daniel Ortega en Nicaragua en 2006. Fernando Lugo en Paraguay en 2008, José Mujica en Uruguay en 2009. Mauricio Funes en 2009 y Salvador Sánchez en 2014 en El Salvador. Dilma Rousseff en Brasil en 2010. Ollanta Humala en Perú en 2011. Nicolás Maduro en Venezuela en 2013. En México, López Obrador para el periodo 2018-2024.
Carta de Madrid
La Carta de Madrid nace para ser el contrapeso ideológico del Foro de Sao Paulo. La falta de una organización conservadora organizada ha sido un lastre para dar la batalla cultural desde el conservadurismo. Esto cambia con la presentación el 26 de octubre de 2020 de la Carta de Madrid. Creada por la Fundación Disenso, laboratorio de ideas conservadoras afín a Vox. Su objetivo es generar una «internacional anticomunista» y ser la base del futuro Foro de Madrid.
Entre los firmantes de la Carta de Madrid destacan: el político y conferenciante internacional argentino, Javier Milei; el diputado más votado de la historia de Brasil, Eduardo Bolsonaro; el líder del Partido Republicano de Chile, Javier Kast; la persona más joven de la historia de Francia en ser elegida al parlamento, Marion Maréchal; la presidenta del Partido de los Conservadores y Reformistas Europeos, Giorgia Meloni; la fundadora del movimiento político Vente Venezuela, María Corina Machado; el diplomático estadounidense, Roger Noriega o el presidente del partido político portugués Chega, André Ventura.
La batalla cultural está servida
La izquierda latinoamericana ha dado un ejemplo al mundo del poder de las organizaciones políticas supranacionales y de como defender sus intereses en la guerra cultural. Vox ha sabido leer los tiempos y ha dado el paso de crear un organismo conservador que pueda competir con el Foro de Sao Paulo. Este organismo ha sido demandado por multitud de figuras de la derecha para poder organizar un grupo de apoyo mutuo contra el «avance del comunismo». El conservadurismo internacional, mucho más tarde que la izquierda, comienza su organización para dar la batalla cultural. Las bases del futuro Foro de Madrid ya están cimentadas.
Los gobiernos populares tuvieron la oportunidad geopolítica de crear un foro conservador. Pero Rajoy aparcó la batalla cultural y dejó la oportunidad a VOX, que la aprovechó. Ahora VOX es el faro para muchos conservadores y puede ser el principio del fin del PP. El Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla entienden muy bien la geopolítica y lo han demostrado. La Carta de Madrid y el Foro de Madrid tendrán que trabajar duro para emparejar las fuerzas de la batalla cultural. Los apoyos de Javier Milei, Giorgina Meloni o Eduardo Bolsonaro son declaraciones de primer nivel de lo que usca crear Vox. El faro conservador.
Un acierto la visión geopolítica de VOX respecto a la guerra cultural. Asociar el lado conservador y la batalla cultural con el partido Vox le va a dar muchos réditos futuros. España es una referencia para Latinoamerica y Latinoamerica es quién más ha sufrido al Foro de Sao Paulo y al Grupo de Puebla. La conciencia conservadora que resurge con fuerza con Jair y Eduardo Bolsonaro o Javier Milei ven en Vox la referencia española. La duda que tengo es el éxito a medio plazo de la Carta de Madrid y el Foro de Madrid. La experiencia del Foro de Sao Paulo y el Grupo Puebla es innegable.