El pasado 23 de marzo de 2022, Rusia anunciaba que preparaba una ley que obligará al pago en rublos, por las compras de gas ruso, a todos los estados que han aprobado sanciones internacionales contra el país. Entre los países afectados estarían: EE. UU., Reino Unido o la mayoría de los países de la Unión Europea. Debemos tener en cuenta que EE. UU. y Reino Unido ya han aclarado que dejarán de consumir todo tipo de materia energética proveniente de la Federación Rusa. Por lo cual, los principales afectados son gran parte de los países europeos. EE. UU. o Reino Unido importa menos del 3% de sus recursos energéticos de Rusia, por lo cual deja de importar de este país, no les traerá consecuencias.
La Unión Europea rechazó ayer, 29 de marzo de 2022, la exigencia de Moscú de pagar en rublos por las compras de gas a proveedores rusos, una decisión consensuada con los líderes del G7. En este grupo se encuentran representadas siete de las principales economías del mundo: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. Además, la Unión Europea cuenta con representación política en las reuniones. Joe Biden, presidente de EE.UU. presiona para que los países europeos dejen de consumir materias energéticas de Rusia. Pero esta petición, para países dependientes del gas ruso como Alemania, se hace inviable a corto plazo.
La UE esgrime que los contratos de suministro de gas deben ser respetados y que en ellos especifica que el pago se efectuará en euros o en dólares, motivo por el cual los miembros del G7 y la UE pedirán a las empresas que operan en sus territorios, que no accedan a tales demandas.
Exigencia de pago en rublos
El Kremlin, Banco Central de Rusia y Gazprom, presentarán el jueves 31 de marzo de 2022, al presidente de Rusia, Vladimir Putin, un informe sobre la implementación de los cambios necesarios para introducir el cobro en rublos por exportar gas hacia los países que han sancionado a Rusia. Además, el presidente de la Duma, Vyacheslav Volodin dijo hoy: «Si queréis gas, buscad rublos», «sería correcto, donde sea beneficioso para Rusia, ampliar la lista de bienes exportados a cambio de rublos: fertilizantes, cereales, petróleo, petróleo, carbón, metales, madera, etc».
Ante esta situación, el ministro de Economía de Alemania ha activado el nivel de alerta temprana para el suministro de gas ante la exigencia de Rusia de cobrar en rublos. Es el primero de los tres niveles de alerta, supone la formación de un equipo de crisis que reforzará el monitoreo del estado de los suministros. La medida responde luego de que Moscú indicó que aprobará un proyecto de ley para exigir que los pagos se realicen en rublos. Los depósitos de gas alemanes están actualmente alrededor del 25% de su capacidad.
Otro ejemplo de la preocupación en Europa, respecto al consumo de gas, la conocimos en Francia. El Presidente del país, Emmanuel Macron, habló ayer martes con su homólogo, Vladímir Putin, sobre Ucrania. Se cree que la clave de la llamada fue pedir al Kremlin, que no exija el pago en rublos. Ya que en el día de ayer, Francia pidió a sus ciudadanos, reducir el consumo de gas.
¿Qué espera Rusia del pago en rublos por el gas?
Creemos que el Kremlin busca con esta medida los siguientes objetivos: detener la caída del rublo, dañar el dólar, promoción de un nuevo orden mundial y buscar la división entre los aliados de EE. UU.
Dañar el dólar
La importancia del dólar estadounidense, se determina por el hecho de que los precios y transacciones sobre la mayoría de commoditis (mercancías) a nivel mundial, se realizan con esta moneda. Entre ellos se encuentran el petróleo o el gas, donde el dólar representa más del 80% de los pagos. Esta situación provoca que muchos países demanden y guarden grandes cantidades de dólares, para comprar estas mercancías, sin la necesidad de conversión de divisas. La acumulación de dólares con este objetivo, lleva a la moneda de EE. UU. ha ser la referencia fiduciaria a nivel global. La hegemonía del dólar ha conferido cierta ventaja histórica a EEUU a la hora de imponer ciertas políticas monetarias sin generar una inflación excesiva en su propia economía. Al ser la moneda de referencia, siempre tiene una demanda en el mercado, lo que le permite a EE. UU. imprimir dinero, sin grandes costes inflacionistas.
En respuesta a esto, Rusia busca cambiar la denominación de los precios de las mercancías a otra divisa que no sea el dólar o el euro. Esto provocará, que muchos países procederán a comprar menos dólares o euros, o incluso a venderlos, causando un desplazamiento de las reservas a otra moneda, en este caso, al rublo. De acuerdo con la ley de oferta y demanda, esto debilitaría al dólar y al euro, en beneficio de la moneda rusa.
Detener la caída del rublo
Si los países se ven obligados a pagar en rublos el gas, la demanda de la moneda rusa crecerá, lo que llevará a una apreciación de esta. Rusia busca detener la caída del rublo mediante el sistema de oferta y demanda. Esta medida puede provocar que Rusia no pueda comprar productos en otras monedas. Pero debemos tener en cuenta una situación, en 2014, cuándo Rusia anexionó Crimea, los países occidentales ya le impusieron sanciones. Se presume que desde ese año, Rusia, ha estado preparando su economía para no depender de estos países y poder «sobrevivir» comerciando con una serie de aliados. Por lo tanto, se cree que esta medida no tendrá un daño excesivo para el Kremlin, ya que se supone que cuenta con una serie de aliados que le permitirán pagar en materias primas, mediante trueque o con otras divisas no occidentales.
Buscar la división entre los aliados de EE. UU.
Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, el pasado 24 de febrero, se estima que los países de la UE han transferido a Rusia más de 18.000 millones de euros como pago por las importaciones de gas (11.500 millones), petróleo (6.300) y carbón (500). En 2021, el 40% del gas en Europa procedía de Rusia. Y más de una cuarta parte del petróleo importado por la UE, provenía del mismo país. Lo que supuso, (junto a una cantidad de carbón), que la UE importó de Rusia materias energéticas por valor de 108.000 millones de dólares (99.000 millones de euros). La dependencia del gas de la UE respecto a Rusia, difiere por países: República Checa (100%), Letonia (100%), Hungría (95%), Alemania (55,19%), Polonia (55%), Italia (38,78%), España(15%) o Malta (0%).
A diferencia de los EEUU, determinados países de la UE, no pueden cortar las importaciones de materias energéticas rusas. EE. UU. o Reino Unido importa menos del 3% de sus recursos energéticos de Rusia, por lo cual deja de importar de este país, no les traerá consecuencias. Además, EEUU busca aumentar un 66 % las exportaciones de gas natural licuado (GNL) a la UE, para desprenderse de los hidrocarburos rusos. El GLP, de media, es un 40% más caro. La presión de EEUU y la exportación de GLP, que dispara el precio del gas, puede ser visto como una oportunidad para el Kremlin. Ya que los costes energéticos europeos se dispararán, mientras EEUU dispara beneficios. No descartemos que algún país de la UE, decida eliminar sanciones o acercarse a Rusia, para evitar la «quiebra» de su sistema energético.
Promoción nuevo orden mundial
China y Rusia llevan años buscando usar menos dólares en sus transacciones. El año pasado las transacciones entre estos países, con sus monedas, marcó el récord del 24%. El Euro supuso el 30% y el Dólar un 46%. Tras los últimos acontecimientos han acordado avanzar para eliminar el dólar de sus transacciones y se han marcado una norma. Todas las transacciones deberán hacerse en rublos o yuanes. Quieren eliminar el poder que le da a EE. UU. el uso del dólar. Su objetivo no sería solamente usarlo China y Rusia, si no, extenderlo como sistema paralelo al dominado por EE. UU. Sería la base económica de un nuevo orden mundial, que busca desplazar al dólar, y, por tanto, eliminar la hegemonía de EEUU, en los mercados.
Desdolarización. Esa palabra es clave para hacerle daño a EEUU. Parece lejana pero si de repente comienza a bajar la demanda, y cada vez más criptos… A ver que pasa… Porque China necesita petróleo e cada vez ten máis forzá para presionar a Arabia Saudí.