En la primera parte de este artículo explicamos qué busca Marruecos usando a los migrantes para presionar a España. Reconocimiento del Sáhara, chantajear a España para que le venda gas y presionar sobre las posiciones españolas en el norte de África de cara a un futuro control. En esta segunda parte nos centramos en cómo Marruecos espera conseguir esos objetivos: guerra económica y guerra híbrida contra España.
Guerra económica
Marruecos aplica acciones de guerra económica contra España. Con el pretexto de la pandemia, Marruecos, decidió cerrar los accesos a Ceuta y Melilla desde su territorio el 30 de junio de 2020. Desde esa fecha no se han vuelto a abrir y el gobierno marroquí aclaró el 26 de febrero de 2022, que ampliaría la medida hasta el 31 de marzo de 2022. Y es probable que el cierre se mantenga en el tiempo tras esa fecha. Cortar las entadas a Ceuta y Melilla ha causado un grave daño económico a estas dos poblaciones, al interrumpir el comercio. Solo en tasas por las importaciones que entran por estas ciudades, se cree que se han dejado de recaudar más de 60 millones de euros. El IPSI es un impuesto indirecto (similar al IVA) que se aplica a la prestación de servicios y a la elaboración de bienes e importación en las ciudades de Ceuta y Melilla. Además, se deben sumar los costes directos e indirectos de todas las personas que accedían a Ceuta y Melilla y consumían allí.
Otra de las acciones de guerra económica que aplica Marruecos contra España se da en el transporte de sus ciudadanos. En Europa viven millones de marroquís que tradicionalmente usaron España como acceso para volver a su país. Todos los años Marruecos organiza la vuelta, visitas o vacaciones de sus compatriotas de Europa que vuelven a casa. En el año 2021, Marruecos negó las licencias a España, para la vuelta de los ciudadanos marroquís a su país por los puertos españoles. Esto supuso un importante golpe a la economía española, ya que hasta ese año los centenares de miles de marroquís que cruzaban España, dejaban grandes ingresos a su paso por el país. El 6 de febrero, el gobierno marroquí, confirmaría que en el año 2022 los ciudadanos marroquís tampoco pasarían por los puertos españoles. Marruecos ha dado licencia a los puertos franceses e italianos frente a los españoles. Marruecos ha aplicado y espera repetir el daño generado con su guerra económica contra España.
Guerra Híbrida
Una estrategia híbrida o guerra híbrida, es un conjunto de operaciones en el que se utiliza todo tipo de medios y actividades con el objetivo de desestabilizar un territorio y provocar la polarización de su sociedad. Las estrategias híbridas pueden ser llevadas a cabo por ciudadanos, organizaciones o países. Este tipo de estrategias tienen la particularidad de que el agresor se camufle y pueda evitar que le atribuyan el ataque. Si hay una acción de guerra híbrida que marruecos domine y no deja de usar, es el uso de los migrantes. La semana pasa asistimos a un nuevo asalto a la valla de Melilla, con la característica que nunca antes se había dado, tres días seguidos de asalto.
Debemos recordar que en el mes de mayo de 2021 asistimos como miles de personas entraban en Ceuta de manera ilegal. Marruecos es un habitual de la guerra híbrida contra las fronteras españolas empleando civiles. A muchos nos vino a la cabeza la Marcha Verde de 1975 dirigida por Hassan II, padre del actual rey de Marruecos. La marcha movilizó a más de 300.000 personas y 10.000 militares con la idea de invadir el Sáhara Occidental y acceder a sus recursos. Marruecos no dudó en usar a su población como arma híbrida y no ha dejado de hacerlo desde aquella.
Desinformación y recursos naturales
Otra de las maneras en que Marruecos usa acciones de guerra híbrida es a través de la información. Marruecos no solo utiliza de noticias falsas, sino que también es un habitual de la desinformación. Suele crear campañas de «fake news» cuándo surgen protestas internas en el país. Estas campañas culpan a España o Argelia de los males que afectan a la región, con el objetivo de crispar a la población contra sus vecinos y así distraer del descontento interno.
Marruecos utiliza la presión de la guerra híbrida aplicándola hasta en los recursos naturales españoles. El gobierno marroquí ha permitido a una empresa de su país la instalación de una piscifactoría en aguas españolas de las islas Chafarinas. También ha vendido licencias para la instalación de diez piscifactorías en aguas en disputa frente a islas Canarias. Además, el país vecino ha sacado a concurso la exploración de yacimientos de hidrocarburos frente a las costas canarias. Una estrategia híbrida más que Marruecos aplica con éxito contra España. Marruecos ha conseguido con estas acciones crispar a los pescadores españoles afectados, generar divisiones en el parlamento. Partidos como Vox o PSOE discrepan y se enfrentan, por ver como se hace frente a estas provocaciones.
España debe mostrar mando en su geopolítica no puede ser que Marruecos haga lo que quiera sin consecuencias. Que use a probes personas contra España, y no se haga nada…