Los pasados 2, 3 y 4 de marzo, asistimos al histórico intento de salto de la valla de Melilla. Más de 2000 personas procuraron entrar a España durante tres días seguidos. Centenares de migrantes consiguieron entrar «atacando» a las fuerzas de seguridad españolas, encargadas de controlar la frontera sur de Europa en África. La clave de esta nueva acción de Marruecos contra España, radica en tres claves geopolíticas.
¿Qué busca Marruecos usando a los migrantes para presionar a España?
Marruecos busca presiona a España, usando a las personas migrantes, para alcanzar tres objetivos principales: reconocimiento del Sáhara, que España le mande gas argelino y «acostumbrar» a la sociedad española de que tarde o temprano esperan dominar las posiciones españolas en el norte de África.
Reconocimiento del Sáhara.
El Reino de Marruecos ha sabido tejer una amplia telaraña de acuerdos para buscar apoyos internacionales sobre su dominio del Sáhara. Ha conseguido el respaldo de más 80 países sobre su ocupación en este territorio, destacando los últimos movimientos. EE.UU. se comprometió en 2020 a considerar el Sáhara Occidental como marroquí, a cambio de que Marruecos reconociera el Estado de Israel. Marruecos consiguió el importante apoyo sobre su reivindicación sobre el Sáhara con los Acuerdos de Abraham, a la vez, que mejoraba las relaciones con Israel.
En abril del 2021 España ayudó a Brahin Ghali, líder del Frente Polisario, movimiento político-militar saharaui que está en guerra con Marruecos. El país alauita consideró esto como un ataque y puso en marcha un conjunto de estrategias híbridas y provocaciones contra España. No contento con esto, Marruecos consiguió la dimisión de la exministra de exteriores española, González Laya, cuándo llevaba 15 meses en su puesto. La posición de debilidad de España en geopolítica es tal, que Marruecos no deja de provocar a España y el gobierno nacional no toma medidas. Marruecos ha aprovechado esta situación para exigirle a España, el reconocimiento del Sáhara como marroquí, si quiere retomar las relaciones con normalidad.
España en el medio de la «guerra del gas» entre Argelia y Marruecos.
Argelia y Marruecos están enfrentadas desde la guerra entre ambos países en 1963. Esta rivalidad llegó a un punto clave el 31 de octubre 2021. Este día, Argelia dejó de enviar gas a España a través del gaseoducto, Magreb-Europa que pasa por Marruecos. Para poder seguir suministrando a España, pero dejar de pagar a Marruecos, puso en marcha un nuevo gaseoducto. Esta infraestructura gasista va di rectamente desde Argelia a España, evitando los costes de pasar por Marruecos. Además, la jugada de Argelia sobre Marruecos es doble. Por un lado, deja de enviarle gas en concepto de pago por ocupar su territorio. Y por otro provoca una crisis energética en Marruecos, ya que parte de la electricidad en este país, se genera a partir de este gas.
Argelia, tras el cierre del gaseoducto Magreb-Europa, prohibió a España venderle su gas a Marruecos. ¿Cómo piensa saltarse el bloqueo Marruecos? Pues gracias a su aliado EE. UU. EE. UU. no tiene pensado abandonar a unos de sus principales amigos. EE. UU. es un exportador mundial de gas licuado. España tiene importantes infraestructuras regasificadoras para transformar el gas licuado que vienen en los barcos e inyectarlo en la red gasista española. Y la tercera clave, es el gaseoducto Magreb-Europa, que se cerró por motivos políticos pero está en perfecto estado. La idea de Marruecos es comprar gas a EE. UU. para que llegue a una regasificadora española y desde esta, mandarlo a través del gaseoducto Magreb-Europa a Marruecos. Esta «jugada» demuestra la importancia de la geopolítica, se presume que EE. UU. presionó a España para que aceptara enviar gas a su aliado Marruecos. Marruecos, gracias a que entiende la geopolítica, espera poder tener de nuevo acceso a gas.
La situación pone «entre la espada y la pared» a España. Si el gobierno español acepta mandar gas a Marruecos, Argelia puede tomar medidas contra el país. El gobierno argelino ha dejado bien claro que «ni una gota de nuestro gas a Marruecos». Pero aunque España no envíe gas argelino y sí gas de EEUU también puede «enfadar» a Argelia, ya que estaría colaborando con su enemigo. Si esto sucediera, Argelia podría cerrar el grifo de gas a España, provocando «aún» mayores costes energéticos en el país peninsular. Creemos que por el momento España no ha enviado gas A Marruecos y de ahí el asalto dirigido, para presionar, de la semana pasada.
Posiciones españolas en el norte de África
El Ejército de Tierra informó el pasado año que se está estudiando la modernización de enclaves militares españoles en el norte de Marruecos. Estos territorios son: el peñón Vélez de la Gomera, las islas Alhucemas y las islas Chafarinas. Habría que sumarla las Ciudades de Ceuta y Melilla. En el caso del peñón Vélez de la Gomera es el único de las plazas menores que tiene frontera terrestre con Marruecos. Está considerada la frontera más pequeña del mundo con 85 metros. Se encuentra prácticamente en el centro de la distancia que separa Ceuta y Melilla. Por estas dos razones es la plaza de soberanía con más riesgo ante un posible ataque. En el año 2002 este territorio sufrió una incursión por parte del Comité de Coordinación para la Liberación de Ceuta y Melilla, que duró escasas horas. Según han informado los efectivos del Ejército de Tierra, las actuaciones supondrán una mejora de la calidad de vida de los militares. Este proyecto se suma a uno anterior de mejora de las comunicaciones, con especial significado para el territorio mencionado, ya que es el más aislado en la costa norte de Marruecos.
Estos proyectos de mejora de instalaciones militares se presume que responden a las continuas provocaciones por parte de Marruecos. Se debe tener en cuenta que Marruecos considera estos territorios parte de su país. Si tomamos como referencia el reciente informe «Las pretensiones de Marruecos sobre Ceuta y Melilla desde la perspectiva de la zona gris» elaborado por los profesores, Josep Baqués, profesor de ciencia política en la Universidad de Barcelona, Javier Jordán, profesor de Ciencia Política en la universidad de Granada, Manuel Torres y Guillem Colom, catedrático y profesor respectivamente de Ciencia Política en la Universidad Pablo Olavide de Sevilla vemos que lo que se espera es que Marruecos no haga una incursión militar directa, sino una operación a medio largo plazo de conquista. Una campaña de acciones de guerra híbrida continuadas en el tiempo, con el objetivo de tomarlas.
Felicidades por contar estos temas complicados sin crimininalizar a los migrantes. Lo que hace Marruecos con ellos es salvaje y debe ser tratado por toda la Unión Europea. La geopolítica internacional debe de dejar de mirar para otro lado.