El 24 de febrero de 2022 se iniciaba la invasión rusa sobre Ucrania. Los primeros días, asistimos a una especie de «operación relámpago», parecía que Rusia tomaría Kiev junto a las principales ciudades. Se presume que el objetivo del Kremlin, era tomar la capital y las ciudades de referencia en el este y sur, para rendir al país y poder crear las nuevas fronteras. Esto lo pudimos ver en los primeros días, como el ejército ruso se abalanzaba sobre Chernigov, Sumy, Járkov, Kiev, Mariúpol, Jersón o Mariúpol. Parecía que Rusia buscaba la creación de una «Ucrania del Este». Pero con el paso de los días, se demostró, que la resistencia ucraniana vendería caro el control de esas ciudades. A día de hoy, entre las principales poblaciones, solo Jersón, está bajo control.
El Kremlin, ante la falta de logros, tomo dos decisiones clave. El pasado viernes, 25 de marzo de 2022, el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Rusia, el coronel general Serguéi Rudskói, daba por concluida la llamada primera fase de su intervención en Ucrania. Aseguró, que a partir de ahora, se concentrarán en lo que calificó de «liberación» del Dombás, las autoproclamadas Repúblicas de Donetsk y Lugansk. El viernes día 9 de abril de 2022, Vladímir Putin designó al general Alexander Dvornikov, como máximo comandante de las fuerzas rusas en Ucrania. Este cambio supone una reorganización de la cúpula militar y un aviso claro, Rusia espera tomar a «sangre y fuego» lo que le resta de Dombás.
¿Qué supone el Dombás en este momento para Rusia?
El 9 de mayo, se celebra la victoria rusa sobre la Alemania nazi de 1945, con un tradicional desfile encabezado por Putin, quien buscaría presentar a su pueblo, para entonces, algún resultado tangible. En ediciones anteriores de esta celebración, Putin ofreció al pueblo ruso la «recuperación» del estado satélite de Abjasia o el control sobre Chechenia. Putin le prometió al pueblo ruso la «liberación»del Dombás», de no hacerlo, podría suponer la pérdida de apoyo popular a la ofensiva. El Kremlin, presuntamente, solo ha informado a su pueblo del ataque en el Dombás, pero no en el resto de Ucrania. El Kremlin prometió que «liberarían el Dombás», y a día de hoy no lo han conseguido.
Esto es importante, ya que Rusia uso de argumento para tomar estos territorios a los actos contra población prorrusa. Las fuerzas armadas de Ucrania, para intentar recuperar los territorios prorrusos «rebeldes», cuentan desde 2014 con la colaboración de grupos paramilitares ultras de toda Europa. Destaca el Regimiento Azov, unidad militar de extrema derecha formada por voluntarios neonazis de Ucrania o Croacia, entre otros. Pertenece a la Guardia nacional de Ucrania, unidad de reserva de las Fuerzas Armadas del país y bajo mando del Ministerio del Interior. Su sede está en Mariúpol, ciudad perteneciente al óblast de Donetsk, conocida en Rusia como la ciudad «nazificada» tras ser nombrada así por Putin, y prometer al pueblo ruso que la tomaría.
Batallón Azov
Rusia acusan a este batallón de ejecuciones sumarias contra población civil prorrusa en la ciudad. Además, miembros del Batallón Azov son fundadores de «Sector Derecho», grupo de ultraderecha acusado del asesinato de 40 civiles prorrusos en Odesa. El Kremlin ha prometido «ejecutar» a estos soldados por los supuestos crímenes contra población prorrusa en el Dombás y estos son los argumentos que ha esgrimido Putin a su pueblo para el ataque. Tras la retirada del norte de Ucrania, vista como una «derrota» internacional, aunque el pueblo ruso supuestamente no sabe de manera general del ataque ruso más allá del Dombás. Por estos motivos, la operación que está preparando Rusia en el Dombás, puede suponer un despliegue de medios «muy importante».
Las claves de Rusia para tomar el óblast de Donetsk
Hace casi dos semanas que el Ejército ruso anunció el repliegue de la región de Kiev, del norte del país y también de la zona de exclusión nuclear de Chernóbil. Esto implica que el Kremlin lleva concentrando en el Dombás parte de las tropas que ha sacado de esas zonas, además de las retiradas de Sumy. Estaríamos hablando de que Rusia contaría con el doble o triple de soldados, pero debemos tener en cuenta. Además, estábamos hablando de un ejército que tiene el control del aire y más medios. Debemos tener en cuenta que Rusia llevará a cabo una operación envolvente sobre el óblast de Donetsk. Desde Járkov al norte, la ciudad portuaria de Mariúpol al sur y la región de Lugansk al este del Dombás.
Un líder «sin escrúpulos» con una estrategia clara
El viernes día 9 de abril de 2022, Vladímir Putin designó al general Alexander Dvornikov, como máximo comandante de las fuerzas rusas en Ucrania. Antes de su nombramiento, no había un líder militar único para todas las fuerzas rusas desplegadas en la invasión. Este cambio supone una reorganización de la cúpula militar, con el supuesto objetivo de mejorar los resultados en el campo de batalla, aumento de coordinación y el mensaje de que Rusia tomará a cualquier precio este territorio.
Dvornikov, «el carnicero de Siria», será el encargado de aplicar la estrategia de Alepo en el Dombás, ante una esperada fuerte resistencia ucraniana. La toma de Alepo fue, por partes, las mismas que intenta aplicar en Mariúpol. Primero sitiaron Alepo. En segundo lugar, pusieron en marcha bombardeos continuos para amedrentar a la población, la estrategia del miedo. Supuestamente, bombardeaban un edificio de civiles por cada x calles(entendemos que en este caso será por pueblos y ciudades), con el objetivo de hacer ver a los vecinos que les podía pasar a ellos y aterrorizarlos para que escaparan.
Casa a casa
El tercer punto es consecuencia del anterior, la población civil comienza a escapar en masa por el miedo a los bombardeos. Una vez que parte de la población había salido, comenzó el punto cuatro, la limpieza «casa a casa», la parte «dura». Para realizar la operativa «casa a casa» lo que se hacía era dividir la ciudad en franjas, se bombardeaban los edificios sospechosos de albergar enemigos, y luego se procedía sobre el terreno a verificar sobre los escombros o sobre las construcciones que quedaban en pie, que no quedaban vivos. Esta operación se repitió hasta tomar toda la ciudad, excepto en una parte que se rindieron los defensores y se permitió escapar a sus familias. Esta es la operativa que está aplicando Kadýrov en Mariúpol y es la que se espera en el Dombás.
Acumulación de tropas rusas y aliadas
Si consideramos que una gran parte de los 150.000 soldados desplegados en las primeras semanas, 80.000 de ellos podrían estar en torno a la región del Dombás. Además, de despliegue de un gran número de tanques T-72B, T-72B1 y T-72A, camiones artilleros Tigrs y Ural con ZU-23-2. Adicionalmente, del control del espacio aéreo y el despliegue de apoyo de múltiples helicópteros Mi-8AMTSh. También, debemos tener en cuenta el uso de misiles de medio y corto alcance como el «Calibr» con una gran capacidad destructora. El día 16 de abril, el Kremlin, los ha usado por primera vez en Mariúpol, con el objetivo de eliminar definitivamente a la resistencia ucraniana y proceder al ataque total sobre el resto del Dombás.
Además, de la colaboración extranjera. El Kremlin ha aplicado, desde la Guerra Fría, un plan frente a los intereses de EE. UU. en el mundo, colaborando con una serie de países. Esto le permite a Putin, contar con la llegada de paramilitares de África y Oriente Medio, principalmente. Por un lado, el regreso de parte de las tropas rusas y paramilitares de Wagner, desplegados en países como Siria o Libia. En otro lado, el envío de tropas y mercenarios de sus aliados. Un ejemplo de ellos son los «Hijos de Kadýrov», soldados chechenos prorrusos, considerados la élite de las operaciones urbanas. Son los encargados de llevar a cabo y dirigir el asalto a Mariúpol.
La capacidad de la resistencia ucraniana
El este del país se fue «bunkerizando» desde el inicio de las hostilidades en el Dombás en 2014, lo que ha sido una de las claves de la resistencia ucraniana. También se debe apuntar la experiencia de los soldados ucranianos, como se ha visto en Mariúpol, que llevan resistiendo más de 40 días de bombardeos y ataques continuos. Muchas de estas tropas llevan en la guerra de baja intensidad en el Dombás desde 2015. Además, de la fundamental colaboración de los servicios de Inteligencia extranjeros, la llegada de armas y voluntarios, mercenarios y paramilitares. La guerra de guerrillas es una estrategia militar en la que pequeños grupos de combatientes, a menudo paramilitares, utilizan ataques móviles a pequeña escala contra un enemigo mayor, con el objetivo de debilitarlo o vencerlo mediante una guerra de desgaste.
En la cual, se evita confrontar directamente al enemigo, generalmente atacándolo de forma imprecisa a escondidas. Estas tácticas pueden incluir emboscadas, sabotajes, saqueos, incursiones, corte de las líneas de suministro, secuestro de enemigos importantes e interceptación de las comunicaciones. El conocimiento del terreno sumado a la experiencia es una de las claves de los soldados ucranianos para poder hacer bajas al enemigo sin exponerse ante un ejército superior. Esta sería la táctica ideal para intentar frenar un ataque causando los mayores daños, pero la aviación rusa diariamente ataca más de 100 posiciones ucranianas y se cree que lo tendrán difícil para soportar el ataque en el tiempo.
Y la futura supuesta conquista del Dombás por parte de Rusia, no creo que sacie al pueblo ruso. Es cierto que el Kremlin controla la información que llega al país, 0ero también llegan los muertos y otras informaciones. Si se confirman las bajas rusas anunciadas por Kiev el Dombás parace un fracaso.