El 12 de septiembre de 2022, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, confirmó que Rusia se estaba retirando de sus posiciones en Kharkiv. El 6 de septiembre de 2022, Ucrania lanzaba una ofensiva a gran escala entre el norte de Donetsk y el sur de Járkov. La operación se ponía justo en marcha, luego de lanzar una operación señuelo en Kherson. Tres días después del inicio de la ofensiva, el 9 de septiembre, las fuerzas ucranianas habían tomado ya más de 1.000 kilómetros cuadrados de territorio dominado por Rusia.
El «gancho» de la operación en Kherson
El 29 de agosto, el comando sur de las Fuerzas ucranianas anunció que la ofensiva en la región de Jersón había comenzado. Pero los soldados desplegados en el frente de Kherson dijeron en ese momento que no veían pruebas de que se estuviera produciendo dicho ataque o excesiva actividad. Pero durante los primeros días de la ofensiva, Kiev tomó varias pequeñas poblaciones, pero la clave era su repercusión. Los logros de las tropas de Zelenski no diferían mucho de los limitados avances que habían conseguido en la región de Kherson durante los meses de julio y agosto, pero, en cambio, aparecieron multitud de noticias de una «gran ofensiva» en la zona.
La estrategia de Kiev: desinformación y medios internacionales
De repente, las conquistas de pequeños pueblos de la región de Kherson, donde apenas residen unos pocos miles de habitantes, empezaron a tener un gran eco en la prensa internacional. La estrategia comenzó prohibiendo a los periodistas internacionales acercarse a la zona las semanas antes al ataque «cebo». Y el día del inicio de la ofensiva, facilitarle en masa todo tipo de información magnificando los avances. El revuelo de los medios en torno a la ofensiva que se estaba desarrollando en el sur fue una campaña de desinformación coordinada por Ucrania y dirigida contra el ejército ruso. Una operación que se había estado preparando cuidadosamente durante meses.
Kiev consiguió que el Kremlin desplazara tropas y equipo al frente sur, incluyendo aparte de las que se encontraban desplegadas en la región de Járkov. Y aquí empezaba la segunda parte del plan.
Mientras se engañaba a Rusia en Kherson, Kiev acumulaba tropas en Kkarkiv con las mejores armas internacionales
Mientras la desinformación fluía a raudales, y la prensa occidental magnificaba la ofensiva, Kiev llevaba semanas acumulando tropas en Kkarkiv, armados con los mejores medios internacionales.
Rusia confirma la retirada de sus tropas de Kharkiv
El ministerio de Defensa ruso ha confirmado la retirada de sus tropas, pero habla de un «reagrupamiento». Y sostiene que se han retirado de Izium y de la ciudad de Balakliia para «volcar sus esfuerzos» en el frente de Donetsk. El portavoz del Ministerio de Defensa del Kremlin, Igor Konashenkov, ha indicado que «se ha llevado a cabo una operación de tres días perfectamente organizada de retirada y traslado del grupo de tropas desplegadas en Izium y Balakliia al territorio de la República Popular de Donetsk». Y defiende incluso que se ha hecho «con la intención de prevenir cualquier daño contra las tropas rusas, que han infligido un poderoso ataque armado contra el enemigo».
Moscú valora enviar su élite militar a Ucrania
Tras estos acontecimientos, algunos analistas creen que Rusia ha puesto en marcha el envío de algunas de sus tropas más experimentadas para volver a defender estas ciudades.
A Ucrania esta ofensiva no sólo le ha permitido recuperar territorio, sino que ha sido clave para mantener la confianza de los países aliados.
Le ha salido bien la jugada, aunque todavía es muy pronto para bajar la guardia, y más cuando se habla de un posible contraataque de Rusia.