El modelo de la Rusia de Putin y el apoyo de la geopolítica China en el conflicto

Parte I:La geopolítica de las potencias globales ante la Guerra de Ucrania(I)

El modelo de la Rusia de Putin

Rusia muestra un modelo cultural y social basado en los valores tradicionales de familia, tierra y trabajo. Putin busca que Rusia sea el referente global para el neo-conservadurismo. Esto lo podemos ver en las relaciones del Kremlin con la Hungría de Orbán, o el Brasil de Bolsonaro. Gobernantes que comparten con Putin, un modelo conservador de la sociedad, basado en los «estados-nación» frente a supuestos gobiernos «mundiales». Rusia defiende estos valores como la base de su sociedad frente a los intereses occidentales que promueven EE. UU. y sus aliados. El Kremlin aplica una educación y cultura en su país, basada en los valores de familia, tierra y trabajo. Se busca que la sociedad asimile como propio el conservadurismo frente a lo que denomina Putin, la «decadencia occidental». Además, se complementa la «formación nacional», con una educación que hace ver a su población los intereses extranjeros detrás de los diferentes modelos culturales existentes.

Putin defiende que detrás de «las influencias globalistas» existen grandes fondos de inversión que controlan EE. UU. y países aliados. Estos fondos de inversión querrían crear un estado global, eliminando las fronteras y diferencias entre países. Su objetivo, según Putin, sería romper los lazos familiares, territoriales o sociales con el objetivo de individualizar a las personas y tenerlas «controladas y domesticadas» a través del consumismo. Putin defiende que una persona sin familia, sin una tierra y sin trabajo es una persona que vivirá en el medio y la ansiedad. Y ese miedo y esa ansiedad le llevaría a ser servil y a buscar en el consumismo su modo de escape. Estos grandes fondos de inversión retroalimentarían su poder e influencia, a costa de ir incorporando nuevos países a su modelo «globalista-consumista».

Rusia ante la Guerra de Ucrania

Rusia, junto con China, son los contrapesos de la influencia de EE. UU. en el mundo. Si Rusia saliera debilitada de la Guerra de Ucrania, podría suponer la pérdida de su influencia y posiblemente dejar de ser una potencia global. La población de este país y de los países aliados, podrían revelarse e implantar otro sistema si ven debilidad en la Rusia de Putin. Los ejemplos principales son Bielorrusia y Kazajistán. Los gobernantes, prorrusos, de estas dos naciones siguen en el poder gracias a la ayuda del ejército ruso. Debemos recordar que estos dos países han sufrido en 2021 y 2022 importantes manifestaciones contra los respectivos gobiernos. Sin la colaboración militar enviada por Putin, para deshabilitar las protestas, es probable que en Bielorrusia y Kazajistán tuvieran, en estos momentos, otro tipo de gobierno.

Otra clave de la estabilidad de la Federación Rusa es su ejército. Si el país saliera debilitado de la Guerra Ucrania, sus fuerzas armadas estarían en entredicho. Lo que implicaría que el Kremlin perdería una de sus principales armas para mantener la unidad, influencia e intereses tanto dentro del país como en el extranjero. Debemos tener en cuenta, que la dupla Putin-ejército, es inseparable y es su bastón de mando sobre Rusia. El Kremlin no se puede permitir una «derrota» sobre su ejército, es el mayor orgullo de su pueblo y supone el «control» efectivo de la población.

Las dudas se centran en la economía

Otra clave a la que se enfrenta Rusia, en la Guerra de Ucrania, es la capacidad de poder seguir manteniendo el país en funcionamiento sin caer en una brusca recesión. No debemos olvidar que si el Kremlin ha decidido iniciar una guerra, debe tener unas reservas estratégicas que le permita seguir haciendo frente a los gastos tras las sanciones. Además, tras la toma de Crimea en 2014, Rusia ya sufrió sanciones. Se presume que Putin ha preparado el país, tras la experiencia de 2014, para que su Rusia no vea tan afectada sus finanzas.

Todos los bancos rusos se desconectaron del Switf, excepto dos, el Sberbank o Gazprombank. Ya que a través de estas entidades Europa paga el gas y petróleo que consume de Rusia. Por lo cual, el Kremlin sigue recibiendo decenas de millones de euros por sus exportaciones. Pero es cierto que EEUU busca eliminar esta situación, y ya con el apoyo de Reino Unido, han prohibido la importación de materias energéticas de Rusia. Alemania ha anunciado que no puede dejar de comprarle, ya que de Rusia depende gran parte de las importaciones energéticas del país.

El apoyo de China

En el caso de que más países occidentales se sumaran al bloqueo energético, el éxito del mismo, dependerá de la decisión de China. El país asiático, en parte, tiene la Guerra de Ucrania en sus manos. Las sanciones internacionales impuestas a Rusia tendrán éxito o no, en la parte que toca al comercio y divisas, dependiendo de Xi-ping. Un ejemplo de ello es que tras la expulsión de Rusia del sistema Switf, el Kremlin anunció que usaría el sistema de pagos de China. El Sistema de Pagos Interbancario Internacional es un sistema de pago que ofrece servicios de compensación y liquidación para sus participantes en pagos y transferencias transfronterizas en moneda china en Yuan. Es una infraestructura básica para los mercados financieros en China.​

Otro ejemplo se ve en el compromiso de China de comprar gran parte de las materias primas que a Rusia le han bloqueado exportar. China importó de Rusia en 2020 un total de 10,8 bcm de gas, lo que supone tan solo el 7,8% de todas sus compras de ese tipo de energía. En cuanto al petróleo, fue su segundo mayor cliente, con 83,4 millones de toneladas (32%). La Guerra de Ucrania da la oportunidad a China de incrementar las importaciones de gas y petróleo ruso a un mejor precio. China necesita grandes cantidades de materias primas para poder mantener el ritmo de crecimiento del país, y si surge la oportunidad de comprar esas necesidades a un aliado que necesita vender… Esto muestra que en el momento que Rusia ha ya consumido sus reversas estratégicas preparadas para la guerra, dependerá en gran parte de las decisiones que tome China sobre sus compras.

India e Irán

No debemos olvidar también la posible colaboración de otros países, destacando India e Irán, por el tamaño e importancia de sus relaciones. La relación entre Rusia e India nace en la guerra fría. Tuvieron una fuerte relación estratégica, militar, económica y diplomática. Después del colapso de la URSS, Rusia heredó las buenas relaciones con India que se extienden hasta el día de hoy. Las relaciones entre ambos países se basaron históricamente en política, defensa, energía nuclear, cooperación antiterrorista y espacio exterior. Pero en los últimos años, el importante incremento comercial entre ambos países ha marcado un nuevo nexo de unión. India también tiene grandes necesidades de materias primas y una relación en el tiempo, es probable que también colabore con Rusia.

Ebrahim Raisi, presidente de la República Islámica de Irán, ve a Putin como un amigo. Hay dos razones para las buenas relaciones entre estos dos países. Irán dirige el frente Chíi en Oriente Medio contra Arabia Saudí y su posición de líder del mundo islámico sunita. Además, este país es aliado de EEUU, por lo cual Rusia encuentra en Irán a un amigo frente a los intereses estadounidenses en Oriente Medio. Y hay una segunda razón clave para pensar en la colaboración de Irán con Rusia en estos momentos. EEUU y sus aliados han impuesto numerosas sanciones internacionales contra Irán en los últimos años. ¿Saben qué país ayudó a Irán a saltarse parte de las sanciones? Rusia. Es probable que Irán también colabore con Rusia.