El 1 de diciembre de 2022, El fiscal general de Irán, Mohammad Jafar Montazeri, dijo que el parlamento y el poder judicial de Irán revisan la ley obligatoria del hiyab del país, según el medio pro reforma Entekhab. Montazeri también fue citado cuando dijo que la temida policía moral de Irán había sido “abolida”, pero los medios estatales iraníes rechazaron enérgicamente esos comentarios, al decir que el Ministerio del Interior supervisa la fuerza, no el poder judicial.
El pasado 16 de septiembre de 2022, Mahsa Amini fue detenida por la llamada Policía Moral acusada de llevar mal puesto el hiyab. Ella se resistió, fue agredida en comisaría y después falleció, con 22 años. Las autoridades iraníes lo califican de ‘desafortunado incidente’, para el pueblo, fue un asesinato, pero ya no solo es un asesinato. El suceso ha causado indignación a lo largo de todo Irán y millones de mujeres y hombres se han lanzado a las calles.
Gasht-e-Ershad, «patrullas de orientación». Ámbito de seguridad y poder de los Basij
Las Gasht-e-Ershad, «patrullas de orientación» o policía de la moral, conforman una especie de limbo autónomo en la estructura de poder político, judicial y religioso de Irán. Pertenecen al ámbito de las fuerzas de seguridad, pero al mismo tiempo no dependen de la judicatura ordinaria y su principal respaldo procede de las milicias Basij.
Basij
Fuerza paramilitar creada originariamente para luchar en la guerra Irán-Irak en la década de 1980. Su función principal consiste en supervisar el cumplimiento del código de vestimenta islámico y las órdenes relativas a la moralidad. El precepto sirve tanto para hombres como para mujeres, pero fundamentalmente las patrullas se dedican a vigilar a estas últimas con una hipótesis absurda a la vista de los criterios occidentales. Según han manifestado algunos de sus miembros, se trata de «protegerlas» de los peores instintos masculinos, evitando que vistan de manera «provocativa» o «inadecuada».
Fundación de la institución en 2007
Castigadas, multadas y detenidas numerosas mujeres desde la fundación oficial de la institución en el 2007. No obstante, su funcionamiento es muy anterior. Las propias milicias Basij llevan décadas vigilando el «cumplimiento de la moral» en las universidades, donde empieza la educación mixta. A partir del 2016, la Cámara iraní decidió una reforma legislativa para limitar la intervención directa de esta policía, aunque sus competencias siguen siendo tremendamente difusas y su peso en la sociedad se mantiene inalterable. En la práctica, casos como el de Masha Amini demuestran que los agentes se arrogan la potestad de efectuar arrestos y, en cualquier caso, una autoridad suficiente como para comunicar cualquier «transgresión» a las fuerzas de seguridad y que estas completen las detenciones.
Detenciones
Los agentes tienen el poder de detener a las mujeres que no llevan hiyab o lo usan incorrectamente, evaluando si muestran demasiado cabello, si su ropa es demasiado corta o sus pantalones son muy ajustados o si usan demasiado maquillaje. Los códigos también prohíben el uso de jeans rasgados, atuendos de colores brillantes y vestidos que expongan las rodillas.
Lecciones, multas, prisión o flagelación
Las personas detenidas reciben una notificación o, en algunos casos, son conducidas a un «centro correccional» donde se le da una lección sobre cómo vestirse y comportarse «con moralidad». Por lo general se les libera el mismo día y se les entrega a algún familiar varón. En ocasiones, los castigos por violar las reglas también pueden incluir una multa, prisión o flagelación.
Hijab en la República Islámica de Irán
Desde la Revolución Islámica de 1979 y tras siete décadas de monarquía constitucional, el Estado iraní adopta la forma de república islámica, de acuerdo con la Constitución de 1979. El sistema abarca varios órganos directivos conectados intrincadamente. El Líder Supremo de Irán es responsable de la delineación y de la supervisión de las políticas generales del Estado. Es, a su vez, comandante en jefe de las fuerzas armadas y controla las operaciones de inteligencia y la seguridad del Estado. Tiene la potestad de declarar la guerra, así como de designar y despedir al jefe del poder judicial, del órgano de radiotelevisión estatal, y al máximo comandante del Ejército de Guardianes de la Revolución Islámica.
El Hijab, marca de la imposición de la Revolución de 1979
Convertido en un elemento integral de la fe, el velo es quizás el mayor recordatorio de que la teocracia instaurada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979 sigue en pie. El líder religioso declaró que sin esta prenda las mujeres estaban “desnudas” y aseguró que con solo cubrir el cabello de las mujeres la revolución ya era «un éxito». De hecho, su uso es obligatorio por ley y las mujeres que no se tapan en público se enfrentan a penas de prisión y multas. A pesar de su ubicuidad y poder simbólico, la imposición del velo no estuvo exenta de controversia.
Primeras protestas e instauración del Hijab en 1983
Cuando Khomeini anunció en 1979 la obligatoriedad de la prenda, las mujeres protestaron en las calles durante seis días. El ayatolá dio marcha atrás, pero un año más tarde impuso la obligación del velo en los puestos gubernamentales. En 1983 el hiyab se convirtió en obligatorio para todas las mujeres.
La «relajación de Rohaní (2013-2021)»
En las últimas décadas, se produjo cierta relajación en las maneras de vestir, en especial durante el mandado del expresidente reformista Hasan Rohaní (2013-2021). Por las calles de Teherán se ve a muchas mujeres que en realidad solo se tapan la parte de atrás de la cabeza, flequillos al aire, en especial por el norte de la ciudad, más pudiente. A lo largo de los años se han repetido las protestas por el velo, como las de 2017 protagonizadas por Vida Movahed, condenada a un año de cárcel por quitarse el hijab en público en varias ocasiones, y que fue indultada más tarde.
El caso de Mahsa Amini
El pasado 16 de septiembre de 2022, Mahsa Amini fue detenida por la llamada Policía Moral acusada de llevar mal puesto el hiyab. Ella se resistió, fue agredida en comisaría y después falleció, con 22 años. Las autoridades iraníes lo califican de ‘desafortunado incidente’, para el pueblo, es un asesinato, pero ya no solo es un asesinato. El suceso ha causado indignación a lo largo de todo Irán y millones de mujeres y hombres se han lanzado a las calles.
Las protestas estallaron en los campus universitarios, y rápido afectaron a toda la nación. Comenzaron de manera pacífica, pero el descontento social las empujó, hasta el punto que se han producido múltiples ataques a la Policía Moral del país. Además de la retirada y destrucción de los retratos de Khomeini y Khamenei en ayuntamientos o la quema de las banderas del régimen.
Las declaraciones del fiscal general Montazeri sobre la relajación de medidas, además de enviar un mensaje contradictorio al incidir en la importancia del hijab para la justicia, no han sido confirmadas por el Gobierno iraní. Ya sea una intención real o una manera de calmar la tensión y las protestas, lo que está pasando en Irán es una revolución histórica y no parece que se vayan a detener las manifestaciones hasta que haya reformas reales o un cambio en el régimen.