En el mes de mayo de 2021 asistimos como miles de personas entraban en Ceuta de manera ilegal. A muchos nos vino a la cabeza la Marcha Verde de 1975 dirigida por Hassan II, padre del actual rey de Marruecos. La marcha movilizó a más de 300.000 personas y 10.000 militares con la idea de invadir el Sáhara Occidental y acceder a sus recursos. Estas acciones están englobadas dentro de un plan diseñado desde la familia real de Marruecos y las altas instituciones del país Alauita. Su objetivo es crear un «Nuevo Marruecos» basado en el «Marruecos Histórico» o «Imperio Marroquí».
La expresión «Nuevo Marruecos» hace referencia al conjunto de estrategias del Reino de Marruecos para lograr su expansión territorial. Esta guía nacional perfectamente planeada y delimitada representa las líneas de actuación marcadas por la corona, para garantizar la supervivencia del Reino de Marruecos y el control de la monarquía sobre el mismo. Este plan está compuesto por tres claves que explicaremos a continuación:
La propia tenencia de un plan
El plan consiste en la supervivencia del sistema de gobierno de Marruecos y en la expansión del territorio bajo su dominio. La estrategia está dirigida y continuamente actualizada por: la Casa Real, terratenientes, dirigentes de empresas estratégicas, líderes tribales y altos mandos militares. Estas personas son las que escriben las bases sobre las que se rige el país y todas sus políticas. Y tienen claro que la geoestrategia es fundamental a la hora de tomar sus decisiones.
Sus objetivos principales son mantener el régimen actual, considerado no democrático por la IDEA(Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral). Reconocimiento del Sahara Occidental como parte de su territorio. Conquista de zonas en disputa con Argelia, Ceuta, Melilla y posiciones españolas en el Norte de África. Ampliación de sus aguas territoriales, principalmente a costa de España y el Sáhara. Chantaje a Europa mediante el uso de migrantes e información sobre fundamentalistas islámicos con la idea de obtener financiación y mejoras en los acuerdos de comercio.
El poder de la Casa Real de Marruecos
Los objetivos del plan acompañan a Marruecos desde la fundación de la Casa Real Alauí en 1672, la cual controla el territorio desde su unificación en ese año. Aunque en los últimos años el Rey ha maquillado el poder que tiene sobre el país, obligado por las primaveras árabes, el control del mismo es total. Un ejemplo de esto es que el actual primer ministro del país, Aziz Akhannouch, es un oligarca íntimo amigo de la Casa Real. Aklannouch compatibiliza el cargo de primer ministro con el cargo de CEO de AKWA Group S.A., principal empresa de petróleo y gas del país. Además, AKWA cuenta con inversiones en multitud de sectores como las telecomunicaciones, valoradas en tres billones americanos de dólares. Telecomunicaciones que se presume pone a disposición del gobierno.
La familia real ha sabido crear sobre su monarquía un equilibrio religioso-militar y político que le permite ejercer el control. Estas características dan a la Casa real el poder para dirigir Marruecos, a través de sus colaboradores, de manera autoritaria. Un ejemplo de este poder, se visualiza cuándo estallan revueltas internas y desde la corona se propagan mensajes belicistas hacia sus vecinos, con la intención de desviar el enfado interno hacia un enemigo externo.
Alianzas
Marruecos fue el primer país del mundo en reconocer la Independencia de EE. UU. y desde ese momento mantienen relaciones bilaterales que han sido fortalecidas con el tiempo. EE. UU. encontró en Marruecos un aliado en tres ejes: frente al terrorismo islámico fundamentalista, frente a los intereses de Rusia en África y frente a los intereses de Irán en la región. A cambio de esta Alianza, Marruecos consigue acceso a material militar estadounidense de primer nivel.
El Gobierno Trump ha impulsado las relaciones con Marruecos buscando el acercamiento del país Alauí a Israel. La administración Trump hizo de anfitrión entre estos países para llegar a una alianza a tres: EE. UU. reconoció al Sáhara como Marroquí y Marruecos reconoció como estado a Israel. Esta triple alianza permite a Marruecos tener acceso a material militar israelí. Marruecos ya usa ese material militar contra el Frente Polisario. Una parte clave de ese material militar, son los drones, que Israel ya ha mostrado su eficacia contra sus rivales en Oriente medio.
El asalto a Melilla
El asalto a Melilla fue un aviso a España de que no intervenga en el conflicto Saharaui, tras la ayuda sanitaria prestada al líder del Frente Polisario. Con esta operación Marruecos mostró su fuerza y decisión al mundo, envalentonado gracias a los acuerdos militares que tiene con EE. UU. e Israel. España debería tomar nota y trazar un plan para Ceuta y Melilla, ya que el acoso de Marruecos a los territorios Españoles en África se presume que solo acaba de empezar.
Para finalizar debemos tener en cuenta que Marruecos es un alumno aventajado de la guerra híbrida. Lo demuestra continuamente usando a los migrantes para presionar las fronteras de Ceuta y Melilla. Lo muestra distribuyendo noticias falsas en su población para generar odio contra sus rivales. Explota los recursos naturales de los territorios vecinos y no duda en amenazar a Europa en dejar de colaborar en materia terrorista. No sabemos lo que va a pasar en el futuro, pero lo que no deja lugar a dudas: Si vis pacem, para bellum.