El pasado 27 de febrero de 2022, tres días después del inicio del ataque de Rusia a Ucrania, el Canciller de Alemania, Olaf Scholz, prometió un «rearme masivo» valorado en un fondo de 100.000 millones de euros. Estamos hablando de que Berlín gastó, en 2020, 51.392 millones de euros en Defensa, el proyecto promete doblar la inversión. Además, con la propuesta buscaba superar el 2% del PIB dedicado a Defensa, frente al 1,54% de 2020. En 2014, los miembros de la OTAN acordaron destinar el 2% de su Producto Interno Bruto (PIB) a gastos de defensa militar en 2024. Alemania se abría camino lentamente hacia esa meta, pero en 2021 siguió siendo una de las economías importantes de la alianza que todavía se quedaba corta.
El 30 de mayo de 2022, tras décadas de ahorro y desarme masivo en sus fuerzas armadas. Alemania aprobó invertir masivamente en el reequipamiento de su ejército hasta convertirlo en el más poderoso del viejo continente. «Alemania tendrá pronto en Europa el mayor ejército convencional dentro del marco de la OTAN», afirmó el canciller federal, Olaf Scholz. Tras destacar el presupuesto extraordinario de 100.000 millones de euros aprobado por los tres partidos de la coalición gubernamental, socialdemócratas (SPD), verdes y liberales (FDP). Tras semanas de intensas negociaciones, los tres partidos llegaron a un acuerdo, que cerraba un «capítulo negro» en la industria militar alemana.
Objetivo y destino del fondo de 100.000 millones de euros
Esa partida será seguida de una asignación presupuestaria anual superior al 2% del PIB. Constituye la primera gran operación de rearme desde la II Guerra Mundial, y por supuesto, la de mayor envergadura. La ley va acompañada de una reforma constitucional que permitirá realizar ese gasto extraordinario durante los próximos cinco años. Olaf Scholz destacó que con el paquete financiero se cumple el objetivo, en términos militares, «de cumplir con su compromiso de defensa mejor que nunca y podrá hacer su aportación a la Alianza Atlántica para que podamos defendernos de cualquier agresión exterior». La iniciativa de su gobierno ayudará a que «la seguridad de Alemania y Europa sea mayor y es la respuesta adecuada al cambio de era que ha comenzado con el ataque de Rusia a Ucrania».
Respecto al destino exacto de las inversiones aún no se conoce, pero los parlamentarios alemanes señalaron la importancia de reforzar la Fuerza Aérea Alemana (Luftwaffe) con el caza F-35, con capacidad nuclear. Además, de confiar en baterías de defensa antimisiles de fabricación israelí, tras el éxito demostrado de la Cúpula de Hierro, con la que dispone el país hebreo. Y en tercer lugar, se refirieron a la necesidad de desarrollar los dispositivos de guerra electrónica(EW) y una auténtica industria de drones como la de Turquía y la que representa el Bayraktar TB2.
La importancia de la guerra cibernética
En el debate para aprobar el nuevo fondo para gasto militar se acordó no incluir el desarrollo de programas para la guerra cibernética. Ya que, el gobierno alemán presentará una estrategia dedicada única y exclusivamente a fortalecer la seguridad en el espacio cibernético y de la información.
Financiación actual de la Bundeswehr
Las fuerzas armadas de la República Federal de Alemania(Bundeswehr) actualmente presentan la siguiente distribución de gastos e inversiones. Los salarios de los soldados, las cotizaciones sociales y las jubilaciones se llevan por lo general la mayor parte del presupuesto militar. Del presupuesto de defensa de casi 51.392 millones de euros de Alemania en 2020, más de 16.000 millones de euros, más del 30% del total, se destinaron a ese tipo de pagos, según cifras del gobierno. En comparación, alrededor de 8.000 millones de euros, menos del 19%, se destinaron a la adquisición de nuevos equipos. Aumentar esta partida es uno de los objetivos principales del nuevo plan.
Situación actual de la industria militar alemana
La Bundeswehr ha tenido que luchar para gastar de manera eficiente en los últimos años, considerado infrafinanciado desde 2010. Esto ha provocado la falta de inversión para programas de desarrollo de determinados componentes en el país. Sumado a la falta de actualización de numerosos programas y armamento. Además, de las propias deficiencias de una industria armamentística poco fiable y anticuada. También se debe señalar la falta de voluntad política y de ideas estratégicas propias del Ministerio de Defensa. Reino Unido o Francia, le llevan mucha ventaja, en desarrollo de guerra electrónica.
A estos elementos hay que añadirle que los procesos de compra de equipamiento y armamento son lentos y burocráticos. Y que la llegada del dinero, no implica nada, por si sola, en una industria en competencia continua, donde Alemania, ha quedado desfasadas.
También se debe mencionar un suceso histórico. Después de la derrota incondicional de la Wehrmacht en la Segunda Guerra Mundial, que tuvo efecto el 8 de mayo de 1945, algunos elementos del ejército seguían en activo con las fuerzas aliadas como fuerzas de policía. Para finales de agosto de 1945, esas unidades quedaron disueltas. Al año siguiente los aliados declararon oficialmente disueltas a todas las unidades de la Wehrmacht y a Alemania se le prohibía tener un ejército. Esta prohibición se mantuvo hasta la creación de la Bundeswehr en 1955, aunque la industria militar alemana pasó a un lugar secundario en la política nacional.
Las respuestas de Alemania a las críticas de Polonia o Ucrania
El canciller federal destacó que los aliados de Alemania «saben que el ejército federal no dispone de vehículos militares pesados de sobra en funcionamiento que se puedan enviar inmediatamente» a Ucrania. Reconociendo que el ejército de este país «se encuentre desde 2010 estructuralmente infrafinanciado», lo que «limita todavía nuestra capacidad defensiva». Tras esto, Scholz rechazó además las críticas por el supuestamente insuficiente apoyo militar de este país a Ucrania, «hemos suministrado armas y seguiremos suministrando armas».
Frente a las críticas de Polonia o Ucrania, el líder alemán recordó, que a finales de julio y tras su puesta a punto serán entregados medio centenar de carros de combate Gepard. Además, que militares ucranianos están siendo instruidos actualmente en Berlín en el manejo de obuses pesados autopropulsados «Panzerhaubitze 2000». Igualmente destacó que Alemania ha acordado con varios socios del este de Europa como la República Checa o Eslovenia la entrega por parte de estos a Ucrania de carros de combate soviéticos «T72» que serán reemplazados en esos países por tanques de desarrollo germano como los «Leopard».
Alemania acaba de asumir su realidad, el problema es que va tarde y ese dinero no le va a llegar a nada. Sólo para actualizar su tecnología propia hará falta mucho más, no sé puede empezar de la nada programas que llevan decenios y que Alemania no emprendió pro falta de presupuesto.