El 13 de agosto de 2020 se produjo el cambio geopolítico más importante en Oriente Medio de los últimos años. En esa fecha se firmó el acuerdo de paz entre los Emiratos Árabes Unidos(EAU) e Israel. Este acuerdo, auspiciado por la administración Trump, supondría el inicio de facto de las relaciones entre ambas naciones y el reconocimiento por parte de los EAU del derecho de Israel a existir. Debemos incidir en la importancia de este acontecimiento, ya que hasta la fecha de esta firma, solamente dos países Árabes habían firmado la paz con Israel: Egipto en 1979 y Jordania en 1994. Antes de continuar debemos hacer una aclaración para situarnos. Nos referimos a países árabes como aquellos donde el idioma árabe es mayoritario. Incluye las naciones de: Oriente Próximo(incluyendo la totalidad de la península arábiga), el Magreb y el Cuerno de África.
Los Acuerdos de Abraham son un conjunto de pactos impulsados por los gobiernos de Israel y EE. UU. El primero de ellos fue el mencionado entre los EAU e Israel, que supuso el inicio de los acuerdos que se extenderían a más países de la región. Los EAU serían el tercer país árabe en firmar un acuerdo de paz con Israel y el primero del Golfo Pérsico. El 15 de septiembre de 2020 sería Baréin, dentro de estos pactos, el que firmaría un tratado con Israel. Baréin pasaría a ser el cuarto país árabe en firmar un memorándum de entendimiento con Israel. El 23 de octubre del 2020 sería el turno de Sudán en firmar la paz con Israel, pasando a ser el quito país árabe. El 22 de diciembre de 2020 llegaría el turno de Marruecos, normalizando las relaciones con Israel y convirtiéndose en el sexto país en normalizar lazos con Israel.
Objetivos de Israel y EE. UU. con los Acuerdos de Abraham
El principal objetivo que tienen EE. UU. e Israel con los pactos de Abraham es la creación de un bloque sólido en Oriente Miedo contra Irán. Y esto no es posible mientras la mayoría de países árabes consideren a Israel un enemigo. Debemos tener en cuenta que en el mundo árabe hay dos conflictos principales: la mera existencia de Israel y la lucha por el dominio regional entre Arabia Saudí e Irán. Y aquí es dónde los Acuerdos de Abraham muestran el movimiento geopolítico que se ha buscado ejecutar. Conseguir que los aliados de EE. UU. en la región, declaren la paz con Israel a la vez que centran sus esfuerzos y medios contra la creciente influencia iraní.
Por un lado, EE. UU. es el principal aliado de Israel, su situación estrategia en Oriente Medio lo hace una prolongación del país americano en la región y su punta de lanza contra Irán. Por otro lado, EE. UU. es aliado de Arabia Saudita y de los países que la apoyan frente a Irán: EAU, Baréin, Sudán, Egipto o Marruecos. Estas alianzas muestran que los Pactos de Abraham han sido un éxito, los aliados de EE. UU. contra Irán, han firmado los acuerdos de cooperación con Israel. Sólo hay una excepción: Arabia Saudí.
Arabia Saudí y los Acuerdos de Abraham
El caso de Arabia Saudí es especial. A pesar de la insistencia por parte de EE.UU. el país saudita ha decido, por ahora, no firmar los acuerdos con Israel. El país encuentra en estos acuerdos dos posturas enfrentadas:
A favor del pacto se encuentra la ayuda que recibiría contra Irán, necesaria ante los continuos enfrentamientos entre ambos. Los enfrentamientos por el dominio de la región dónde ambos países no duda en colaborar, financiar e intervenir en los países en conflicto. La lista de enfrentamientos muestra desde la guerra de Yemen, la guerra de Siria, la intervención en la rebelión en Baréin, o la guerra de Iraq contra el Estado Islámico. Por motivos religiosos entre la rama Suní del Islam, que tiene como referencia a Arabia Saudí, y la rama Chií, que tiene como referencia a Irán. El programa nuclear Iraní. La guerra cibernética entre ambos o por la crisis del golfo pérsico de 2019-2020 dónde Arabia Saudí acusó a Irán de atacar sus oleoductos y barcos petroleros con drones.
En contra del pacto, el rechazo que generaría el apoyo a Israel en el mundo islámico. Primero porque la monarquía de Arabia Saudí controla el territorio dónde nació el Islam. Segundo porque la Corona saudí porta el título de Servidor de los dos Santos lugares, ya que las dos Mezquitas más santas para los seguidores del Islam están en su territorio. Tercero, aliarse con Israel genera una influencia negativa sobre los seguidores del Islam, que será aprovechado por Irán y Turquía para promocionarse como referentes religiosos frente a la «traición» saudita. Cuarto, Arabia Saudita es un importante aliado de Palestina frente a Israel, en el conflicto palestino. Posicionarse ahora del lado Israelí será visto como una traición a los ojos del mundo islámico.
A pesar de estas razones enfrentadas, es posible que un futuro próximo veamos a Arabia Saudita acercarse a Israel, esto es lo que comentó el rey saudí Salman con motivo de los Acuerdos de Abraham «Apoyamos los esfuerzos de la actual administración estadounidense para lograr la paz en el Medio Oriente».
¿Por qué EAU, Baréin, Sudán y Marruecos han firmado los Acuerdos de Abraham?
Para poder desarrollar los pactos Israel y EE. UU. tuvieron que negociar durante años con estos países. Pero el avance del programa Nuclear Iraní y sus intervenciones en todos los conflictos de la región llevaron a los diferentes países acceder y buscar un objetivo mutuamente beneficioso.
Israel se comprometió con los Emiratos Árabes Unidos a suspender los planes de anexión del Valle del Jordán. EAU puso esa condición para firmar la paz, como demostración de que avanzar en las relaciones con Israel no suponía abandonar la defensa del Estado Palestino. Además, según declararon Donald Trump y Benjamin Netanyahu en la firma «Israel y los Emiratos Árabes Unidos normalizarán plenamente sus relaciones diplomáticas. Adicionalmente, comenzarán a cooperar en todos los ámbitos y en una amplia gama de áreas que incluyen el turismo, la educación, la salud, el comercio y la seguridad»
Los acuerdos entre Israel y Baréin conllevan la normalización de todas sus relaciones y el reconocimiento mutuo como estados soberanos. Además, se comprometieron a establecer vuelos entre sus países y a cooperar en salud, tecnología, agricultura y otras áreas.
El caso de Sudán hay ponerlo entre comillas. El pacto fue firmado por un gobierno interino, formado luego de golpe de estado, por lo cual su legitimidad está en entre dicho. Además, deberá ser ratificado por el Consejo Legislativo de Sudán, un órgano aún no constituido. El objetivo del gobierno interino de Sudán era retirar a su país de la lista de países que promueven el terrorismo y recibir necesarias ayudas económicas. Se acusó a EE. UU. de precipitarse en la firma del pacto, ya que estaba a escasos meses de empezar la campaña electoral. Actualmente, la ratificación del pacto aún no se ha producido.
Marruecos se comprometió a reconocer como estado a Israel a cambio de que EE. UU. reconociera las aspiraciones marroquís sobre el Sáhara. También acordaron establecer relaciones bilaterales plenas. Además, se comprometieron a establecer vuelos regulares y a colaborar en multitud de sectores, destacando el armamentístico.
Transcendencia de los Acuerdos de Abraham
Multitud de expertos consideran estos acuerdos como uno de los avances más importantes hacia la paz en Oriente Medio. Pero también comentan que su transcendencia fue y será limitada por ser quién son las partes impulsoras. Trump, sin lugar a duda, es una de las partes con más mérito en estos acuerdos. Otra persona fundamental en estas negociaciones es Benjamin Netanyahu. Estas dos personas tienen un sesgo global despectivo a la hora de informar sobre sus acciones. Si Donald Trump fuera del Partido Demócrata de los EE. UU posiblemente hubiera ganado el Premio Nobel de la Paz por su implicación en los Acuerdos de Abraham.
Se hace raro que los medios de comunicación no le dieran ningún bombo a esta noticia. Siendo un avance importante en la región aunque obviamente le interesaba a las partes.