El 30 de mayo de 2022, el Presidente del Consejo de la UE, Charles Michel, y, Ursula Von der Leyen, jefa del Ejecutivo de la UE, anunciaban la aprobación del sexto paquete de sanciones contra Rusia. Tras más de un mes de negociaciones entre los países miembros de la Unión Europea y aguantando las presiones del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se llegaba a un acuerdo para llevarlas a cabo. La UE ha apostado por mantener la unidad del bloque, frente a la posibilidad de unas sanciones más ambiciosas contra Putin.
El sexto paquete de sanciones se basa en cuatro medidas principales. Primero, nuevas congelaciones de activos de personas afines al Kremlin en la UE. En segundo lugar, impondrá nuevas prohibiciones de viajar a personas físicas rusas en el espacio de la Unión. La tercera clave, exclusión del mayor banco ruso, Sberbank, del sistema bancario internacional SWIFT, todos los bancos rusos fueron expulsados del sistema menos el referido, ya que a través de él se paga el gas al Kremlin. Y en cuarto punto, la medida que ha retrasado la aprobación del sexto paquete de sanciones, el embargo al petróleo ruso, que finalmente será parcial.
La búsqueda de la UE para dejar de depender de los combustibles rusos
El pasado 7 de abril de 2022, se aprobaba el quinto paquete de medidas que incluía el embargo al carbón ruso. El 30 de mayo llegaba el turno del petróleo, mediante un plan que busca recortar el 90% de las compras de la UE a Rusia. Pero debido a las divisiones y la tardanza, los temores han crecido en la UE, ya que la parte todavía más peliaguda, que es el gas, ni siquiera está sobre la mesa y no parece que vaya a estarlo a corto plazo, más si cabe viendo las dificultades en torno al petróleo.
El bloqueo parcial al petróleo
El nuevo paquete de medias sobre el petróleo incluye cortar todas las importaciones de crudo por vía marítima y deja fuera del veto el petróleo que es transportado desde Rusia por el oleoducto Druzhba, en su bifurcación sur, que llega a Hungría, Eslovaquia y República Checa. Una exigencia que el húngaro Viktor Orbán había trasladado a los socios del bloque desde hace semanas, dado que el 65% del petróleo que recibe el país magiar llega por esa vía. A pesar de ello, con esta medida se consigue que el 90% del petróleo ruso que llega a Europa, deje de demandarse al país vecino.
El oleoducto Druzhba
El oleoducto Druzhba es el oleoducto más largo del mundo. Se construyó en la URSS en 1964 para transportar petróleo desde Rusia central hasta puntos alejados 4.000 km al oeste. El oleoducto tiene una capacidad de 1,2 a 1,4 millones de barriles al día. El nombre «Druzhba» significa «amistad», y alude al hecho de que el oleoducto se construyó para suministrar petróleo a las regiones occidentales más necesitadas de energía de la Unión Soviética, a los aliados socialistas del antiguo Bloque del Este y a Europa Occidental. En la actualidad es la arteria más importante para el transporte de petróleo ruso (y kazajo) a lo largo de Europa.
El oleoducto comienza en Samara, en el sureste de Rusia, donde recoge el petróleo de Siberia occidental, los Urales y el mar Caspio y llega a Bielorrusia, donde se divide en tres partes(mirar mapa superior). En rojo está la parte norte del oleoducto que llega a Alemania, Polonia, Letonia y Lituania. Estos países han confirmado que cortarán las importaciones a través de la canalización rusa, ya que disponen de capacidad de importar crudo de otros países por barco o desde Noruega.
La bifurcación sur de Druzhba
El problema aparece en la parte sur del oleoducto(marcado en azul) que afecta a Eslovaquia, República Checa y especialmente a Hungría. La situación de Budapest es la más difícil, está situada en un enclave aislado y un corte de suministro podría bloquear completamente al país. La Unión europea es consciente que la dependencia del Druzhba, para estos tres países, es tan alta que cualquier veto al petróleo ruso que pase por ahí deja solo dos opciones. Una serie de alternativas de seguridad por parte de la Unión, como puede ser el compromiso de los socios de enviarle el crudo, o lo que se plantea en el acuerdo, que es dejar fuera de las sanciones esta vía.
La situación particular de Hungría
El presidente de Hungría, Víctor Orbán, no se ha mostrado en contra del bloqueo, siempre que se garantice el acceso al crudo. Esto lo vimos en sus declaraciones en la sede de UE: «Dejar fuera los oleoductos no está mal, es un buen enfoque. Pero necesitamos la garantía de que, en caso de accidente del oleoducto que pasa por Hungría, tenemos que tener el derecho de obtener petróleo de otro modo». La propia Ursula von der Leyen reconoció la diferente situación entre estados respecto al crudo de Moscú, «es muy importante que tengamos igualdad de condiciones para todos en la cuestión del petróleo ruso». Por eso, la UE acordó dividir el bloqueo al petróleo ruso en dos partes.
Los dos tiempos de la desconexión del petróleo ruso
La situación de Hungría obliga a la UE a bloquear el crudo procedente de Rusia en dos fases: primero, el veto a los dos tercios de petróleo que llegan por vía marítima, y con el tiempo (sin plazos marcados) despegarse de lo que se suministra a través del oleoducto.
La importancia del consenso
La situación en torno al embargo parcial, ha levantado un intenso debate en la UE. La Comisión Europea ha decidido mantener la unidad de los miembros, por encima de aumentar los castigos a Moscú, y se supone un acierto. En primer lugar, una medida unilateral contra Hungría, podría llevar incluso a la salida del país de la Unión. El partido del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ganó de manera clara las elecciones legislativas en el país este 3 de abril. A pesar de la unión de los seis partidos de la oposición, logró hacerse con la mayoría de los sufragios y Orbán gobernará el país para el periodo 2022-2026 en lo que será su cuarto mandato consecutivo. Y en este caso, el país está más que nunca con el presidente, la dificultad de acceso al petróleo es una realidad en Budapest.
En segundo punto, abrir la mano, en un caso justificado como el húngaro, acercará al país a la Unión Europea, ya que se han cumplido las peticiones de Orbán. Esto reforzará la conversión del país con el resto de socios, que en los últimos años ha mostrado una relación complicada.
Para finalizar, decir que el bloqueo de petróleo ruso por la UE, puede no cumplir sus objetivos. La medida busca que Rusia no pueda vender su petróleo y así no se financie. Pero si lo vende a otros países, y el bloqueo europeo presiona los precios al alza, al final Moscú lo venderá a otros países beneficiándose del aumento del precio.
En mi opinión la Unión Europea tomó la decisión correcta, el caso húngaro es inviable. Y más vale menos sanciones que romper la Unión.