El 6 de noviembre de 2022, después de cinco rondas electorales en menos de cuatro años con un mismo final de punto muerto, los resultados de las elecciones parlamentarias mostraron el regreso de un viejo conocido: Benjamín Netanyahu. Pero la vuelta del «Zorro de Israel», no vuelve solo, está aumentando la tensión en Oriente Medio. El bloque de derecha y ultraderecha encabezado por su figura ha ganado las elecciones. La clave es el éxito de Sionismo Religioso, la lista ultraderechista, antiárabe y racista, que salta en solo un año de seis a 14 de los 120 diputados en la Kneset, el Parlamento.
Victoria de la coalición de Benjamin Netanyahu
Los resultados finales de las elecciones en Israel confirman que el ex primer ministro Benjamin Netanyahu cuenta con los apoyos necesarios para formar un Gobierno junto a sus socios ultraderechistas y ultraortodoxos y recuperar el poder tras más de un año en la oposición. El escrutinio definitivo otorga 32 escaños al Likud de Netanyahu, que triunfa en los comicios y alcanza los 64 diputados, junto al Partido Sionista Religioso (14) y los ultraortodoxos Shas (11) y Judaísmo Unido de la Torá (7). Este bloque de partidos supera la mayoría mínima de parlamentarios necesaria para gobernar en una Cámara de 120.
Una elemento llamativo de los resultados electorales definitivos es que, si bien el bloque liderado por Netanyahu contará con 64 de 120 los miembros del Parlamento, entre los cuatro partidos que lo integran sumaron únicamente un 48.36% de los votos, superando por menos de un 6% al bloque opositor en la Cámara.
El regreso de Netanyahu
Ingresó al Parlamento israelí por el partido de derecha Likud y se convirtió en viceministro de Relaciones Exteriores. Cuando el primer ministro Isaac Rabin, coautor de los Acuerdos de paz de Oslo, fue asesinado por un fanático judío de derecha en un mitín en Tel Aviv, en 1995, la violencia entre israelíes y palestinos se intensificó. Netanyahu acusó al primer ministro entrante, Shimon Peres, de no controlar la violencia y se impuso en las elecciones.
En 1996, Netanyahu se convirtió en primer ministro por primera vez, el más joven en la historia del país. Para entonces ya se había casado, por tercera vez, con Sara, a quien multaron en 2019 por malversación de fondos públicos. También siguen pendientes los procedimientos por corrupción contra el propio Benjamín Netanyahu. Si vuelve a ser primer ministro, podría mejorar significativamente sus posibilidades de evitar una condena o incluso el encarcelamiento. Él ve la investigación en su contra como una «cacería de brujas» por parte de los medios y las fuerzas de izquierda.
Netanyahu, de 73 años, es una de las figuras políticas más controvertidas de Israel. Odiado por muchos en la izquierda y el centro, despierta, sin embargo, pasiones entre las bases del Likud. Defensor a ultranza de la construcción de asentamientos en Cisjordania, ocupada desde la guerra de los Seis Días (1967), se opone a la creación de un Estado palestino, fórmula que apoya la mayor parte de la comunidad internacional, incluido el gobierno de Joe Biden en EE.UU.
Felicitación y reconocimiento de la derrota por Yair Lapid
El actual primer ministro en funciones, Yair Lapid, ya se comunicó este jueves con Netanyahu para felicitarlo por su victoria e informarle de que ya dio «instrucciones a toda su oficina para preparar un traspaso de mando en orden».
Estabilización del voto árabe y hundimiento de la izquierda
Aplastante derrota de los partidos de izquierda. El Laborismo, que gobernó Israel desde su fundación y por buena parte de su historia, obtuvo un mínimo histórico de cuatro escaños y el pacifista Meretz no alcanzó, por primera vez en su historia, el mínimo de votos para entrar al Parlamento.
Por otra parte, las formaciones árabes Raam y Hadash-Tal obtuvieron cinco diputados cada una, mientras que el partido nacionalista árabe Balad no alcanzó por pocos votos el mínimo de 3.25% necesario para obtener representación parlamentaria.
Iran, la clave de la vuelta de Netanyahu
El primer ministro en funciones israelí, Benjamín Netanyahu, dijo hoy que nunca permitirá «que Irán obtenga armas nucleares». «Israel continuará defendiéndose de las agresiones y el terrorismo iraní», dijo hoy el mandatario en conferencia de prensa conjunta con el secretario de Defensa de Estados Unidos, el general Lloyd Austin, que se encuentra de visita oficial en el país.
«Ambos entendemos la importancia de evitar la guerra y estamos de acuerdo en que Irán nunca puede hacerse de armas nucleares», agregó Netanyahu, que denunció la intención de Teherán de aniquilar al Estado judío y le describió como «la amenaza más seria, más peligrosa y más urgente de Oriente Medio». De ahí que Netanyahu se oponga al Pacto Nuclear con Irán.
¿Qué es Sionismo Religioso? Otsmá Yehudit, Noam o el Partido Sionista Religioso
Sionismo Religioso es una coalición de partidos israelitas ecabezada por Otsmá Yehudit, Noam y el Partido Sionista Religioso, que hasta ahora, eran marginales en la política israelí. Con postulados radicales y retórica anti-árabe, ha sabido penetrar en el electorado en un entorno de crispación y miedo. Principales medidas que defiende Sionismo Religioso:
Expulsión del país de políticos y civiles «desleales».
Control político del sistema judicial.
Anexión de los asentamientos judíos de Cisjordania.
Abiertamente anti-LGBTI.
Ben-Gvir, jefe de Otsmá Yehudit y líder de Sionismo Religioso
Condenado en el pasado por racismo e incitación al odio, Ben-Gvir, líder de Otsmá Yehudit (poder judío), vive en un asentamiento judío en Cisjordania y es conocido por sus provocaciones y salidas de tono. El mes pasado, acaparó las portadas al sacar una pistola en el barrio palestino de Seij Jarrah, en el Jerusalén este ocupado, donde había sido recibido con piedras. Ben-Gvir pidió a la policía que disparara a los culpables.
El político, de 46 años y que ahora aspira a entrar en el gobierno y ocupar el Ministerio del Interior, fue seguidor del fallecido rabino ultranacionalista Meir Kahane. Militó en el partido Kach, fundado por Kahane, y prohibido en 1994 por las leyes antiterroristas.
La victoria de la ultraderecha y el declive de la izquierda en las elecciones suponen un cambio preocupante en la política de Israel. Si se adoptan las medidas que pretende llevar a cabo el nuevo gobierno es posible que Israel se aleje de los países occidentales y acabe «aislado».
Tampoco hay duda de que con la vuelta de Netanyahu al gobierno se retirarán los cargos a los que se enfrenta, ya se ha hablado de reformar la legislación para evitar que continúe el proceso.