El gas está siendo uno de los protagonistas del conflicto de Ucrania. Europa debe importar grandes cantidades de este combustible fósil de Rusia. Esta situación de dependencia europea es uno de los objetivos que se propone eliminar EEUU para dañar a Rusia.
La dependencia del gas en Europa
Europa gasta más energía primaría de la que puede producir, por eso tiene que comprar entre otras materias primas, gas en el extranjero. La situación de dependencia energética de Europa se debe principalmente a la situación geográfica y a las decisiones políticas que nos ha llevado a esta situación. Europa importa de Rusia el 37% del total del gas que consume, aunque se debe diferenciar niveles de dependencia. Mientras encontramos países con una alta dependencia de gas ruso como Lituania(71%) o Estonia(90%) encontramos otros como España, dónde el gas ruso solamente supone el 10% del total del gas importado.
La situación geográfica permite a Europa tener escasos yacimientos, o yacimientos no rentables de gas. Los yacimientos europeos de gas en producción se centran principalmente en el Mar del Norte y en Noruega. Las decisiones políticas representan un papel fundamental en la situación actual del gas en Europa. En el continente europeo, aún siendo deficitarios en gas, además de aumentar el uso de gas en las ciudades y empresas se promovió la construcción de centrales que usan este combustible para producir electricidad. La Unión Europea acordó cerrar las centrales térmicas de carbón, en muchos casos dónde el carbón era de origen nacional, y en parte sustituirlas por gas. Esta decisión buscaba reducir la contaminación a la hora de producir electricidad, pero los intereses medioambientales no dejaron ver los intereses geo estratégicos.
¿Cómo llega el gas ruso a Europa?
El gas se puede transportar de dos maneras: en forma de gas licuado transportado en barco y en su estado gaseoso a través de gaseoductos. Europa cuenta con multitud de infraestructuras tanto para transportar el gas por gaseoductos como para regasificar la materia prima que llega en barco. Respecto a los puertos con infraestructura de regasificación se reparten por los principales puertos europeos. Destacar el puerto de Reganosa en A Coruña, especializado en buques gaseros de EE. UU. Una vez que el barco llega al puerto se conecta a la regasificadora, esta devuelve el gas a su estado habitual y lo introduce en la infraestructura gasista de España.
Por otro lado, tenemos los gaseoductos. Vamos a distinguir los del norte y noreste y los del este ya que son los que dependen de Rusia. En primer lugar, tenemos los del norte y noreste. Estos gaseoductos vienen de Rusia, que vende a Europa el 87% de su producción de gas. Entre ellos destaca el Nord Stream1, que va desde San Petersburgo pasando por el mar Báltico y con llegada en el norte de Alemania. Paralelamente a este gaseoducto discurre el Nord Stream2, famoso en el conflicto de Ucrania. Este gaseoducto está finalizado, pero su apertura está sin fecha debido a las presiones de EE. UU. sobre Alemania.
Luego existe el gaseoducto central, Yamal-Europa, que conecta los campos de gas ruso con el centro de Europa a través de Bielorrusia y Polonia. Además, tenemos los gaseoductos del «Pasillo del Gas Ucraniano». Un gaseoducto que se bifurca varias veces en territorio ucraniano y que lo cruza de norte a sur y de este a oeste, lo que hace de Ucrania un lugar clave para el gas. Esta situación la estamos viendo en el reciente conflicto entre EE. UU. y Rusia en Ucrania.
La guerra económica del gas
La guerra económica del gas surgida del conflicto de Ucrania debemos englobarla dentro de la histórica rivalidad entre Rusia y EEUU. El conflicto de Ucrania ha mostrado al público general como se hace una acción de guerra económica. El nuevo enfrentamiento de Rusia y EE. UU. ha levantado temores a una «Nueva Guerra Fría» o para los que consideran que nunca terminó, un rebrote de hostilidades. Para entender la situación actual debemos mirar atrás. La Guerra Fría comenzó inmediatamente después de finalizar la Segunda Guerra Mundial en 1945. ¿Por qué? Por lo mismo que ahora surgen estas tensiones entre Rusia y EE. UU. Tras la Segunda Guerra Mundial la geopolítica global quedó alterada, al igual que la globalización tras el Covid. Esto fue visto como una oportunidad, tras la guerra y ahora tras la pandemia, como el momento ideal de los dos países de extender su poder e influencia sobre Ucrania.
Parece que la historia se vuelve a repetir. El duelo geopolítico entre EE. UU. y Rusia ha rebrotado por todo el mundo. En África, el posicionamiento en el Sahel o la reciente firma de acuerdos entre Marruecos y EE. UU. frente a la alianza que tiene Rusia con Argelia. En Oriente Medio la firma de los Acuerdos de Abraham por parte de EE. UU. e Israel frente a la alianza de Rusia con Siria, Irán o los U. En Asia, el acercamiento de Taiwán a EE. UU. frente a los acuerdos de Rusia con China. Y en Latinoamérica, los acuerdos de EE. UU. con Colombia frente a la alianza de Cuba y Venezuela con Rusia.
Inicio de la guerra económica del gas
Cuándo hablamos de dependencia energética de gas, Europa aparece en rojo. Pero cuándo hablamos de dependencia económica del gas, es Rusia la que aparece en rojo. Rusia vende el 87% de su gas a Europa. Pero el gas ruso equivale al 37% del que se consumen Europa. Esta situación indica que a Europa llegan otros proveedores de gas y esto es lo que quiere promover EE. UU. para dañar a Rusia mediante una guerra económica. La Unión Europea cuenta con una infraestructura gasista de primer nivel interconectada. El objetivo de EE. UU. es promover la llegada de gas Europa mediante barcos con gas natural licuado(GLP) Y a través de la infraestructura gasista existente, repartir los nuevos flujos de entrada de gas por toda Europa, evitando consumir gas ruso.
Beneficiados y perjudicados en la guerra económica del gas
Los principales beneficiados de esta guerra económica son EEUU y sus aliados. EEUU, Emiratos Árabes Unidos, etc son exportadores de gas y tienen una numerosa flota de gaseros. Con esta acción consiguen acceder a un mercado, que hasta el conflicto de Ucrania, era controlado por Rusia. Además del beneficio económico, consiguen dañar económicamente a Rusia al eliminar parte de sus exportaciones.
A pesar de que Rusia es el objetivo de esta guerra económica, no es la más perjudicada. ¿Por qué? Porque aún exportando el 87% del total de su gas a Europa, ha encontrado un salvavidas en su aliado chino. China ha llegado a un acuerdo con Rusia, para comprarle su gas. Esta respuesta de China viene engloba en una alianza chino-rusa contra EEUU.
Los grandes perjudicados de la guerra económica del gas son los países de la Unión Europea. Estos países obtenían el gas principalmente de Rusia a través de gaseoductos. El gas que llega en barco, GLP, es un 40% más caro que el que llega a través de gaseoductos. Los países europeos, por la presión de EEUU, se ven obligados a comprar gas al otro lado del mundo y por un precio mucho mayor.
Nos venden que Rusia quiere fastidiar a Europa con el gas y es parte de la geopolítica de EEUU para dañar a Rusia con el gas. Periódico geopolítica, interesante mostrar la verdad sobre el tema y no dejarse engañar por la geopolítica occidental.